Capítulo 13:

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Apenas había sonidos allí dentro, tan solo el que nosotros mismos producíamos con nuestras pisadas y respiraciones. Ni el ruido de una gota caer. La luz de las linternas iluminaba las paredes de piedra y hielo.

El hedor, que parecía haberse disipado, volvía a impregnarse en mis fosas nasales. Respiré fuertemente, en un vano intento de deshacerme de él.

-¿Lin?- Me giré.

La joven estaba apoyada en la pared con los ojos cerrados. Su respiración era débil, terminó sentándose en el suelo. Su cuerpo cayó inconsciente sobre la fría piedra.

Dan la levantó y se la echó a la espalda, como si de una pluma se tratase. Apoyada en su la espalda, luchaba por extraer el oxígeno del aire putrefacto. 

- Me mareo- Musité, tuve que sostenerme.

Sentía como si mis piernas no me quisieran sostener más.

- ¡Tilo!- se rompió el silencio, los alumbré.

 James lo sostenía a Tilo, unos mechones rubios le tapaban el rostro, se había desvanecido. Miré al suelo- ¿Vamos caminando hacia la muerte?- Si me daba la vuelta no me esperaba una "vida". 

Arrastramos los pies hasta llegar a una bifurcación. Miré a ambos lados, oscuros y sin fondo. Dentro de mí se entremezclaban muchos sentimientos y sensaciones, mis pensamientos también eran un lío. Tenía mucho miedo, no dejaba de pensar si saldría de allí con vida. Pero aquella luz...

No podía haber sido una invención de mi mente desquiciada.

- No puedo más- Maiko se desplomó, aunque no llegó a tocar el suelo.

 Briam la sostuvo entre sus brazos, y se dejó caer al suelo suavemente.

- Maiko, Maiko, despierta- Trató de hacerla reaccionar.

 Dan se sentó, dejando a Lin apoyada en una roca. James apoyó a Tilo sobre las mochilas tumbándolo de lado. 

- Una bifurcación- James pateó el suelo.

 Comencé a dar vueltas sobre mis pasos, James estaba echado en la pared, se resbaló lentamente hasta quedar sentado como los demás. Estábamos exhaustos, al parecer sólo yo mantenía las fuerzas necesarias para estar en pie.

 ¿Seguía por el camino por el que se disipaba el olor? ¿O por donde se intensificaba?

 Estaba mareada, sin duda fuera lo que fuese lo que respirábamos nos estaba matando en silencio. Una gota de sudor frío rodaba por mi frente, mi hombro palpitaba, entonces la linterna parpadeó.

- No os durmáis, tenéis que estar despiertos- Escuché un gruñido a modo de respuesta. 

 Sequé las palmas de mis manos en el pantalón, pronto no quedaría luz- Tengo que hacer algo,  

Sobre mi cabeza las estalactitas no me ayudaban con esto. Me acerqué al muro de roca que separaba los dos caminos, me di cuenta de que había un cristal de cuarzo.

-Eso no era natural en una gruta de estas características. Parece que sus caras han sido pulidas con un ángulo... Como si quisieran reflejar luz- No dejaba de murmurar nerviosa- Reflejar, reflejar...

Mis piernas no dejaban de temblar, me costaba sostenerme en pie- Tengo que hacer algo- Pensé, eché un último vistazo a mis compañeros: Los ojos azules de James se clavaban en mi figura, contuve un llanto, pero mis lágrimas no obedecieron. Me arrodillé a su lado, él aún tenía esperanzas- Nunca dejarás de sorprenderme- Se levantó apartando mis manos que ocultaban mi cara y se acercó hasta que nuestros labios estuvieron a centímetros de rozarme. Con sus manos rodeando las mías escuché un susurro:

- Vuelve- Como si hubiese leído mi pensamiento, como si ya supiese lo que iba a hacer.

 Había estado tanto tiempo lamentándome de lo que había perdido que ni siquiera veía lo que estaba ganando, ya tenía un hogar y estaba a punto de perderlo otra vez. Estas personas se habían hecho un hueco en mi corazón, sin tan siquiera notarlo.

 Me levanté tambaleándome, sin mirar atrás y sin pensarlo tomé uno de los dos caminos. Las ideas se arremolinaban en mi mente- Quizás necesita reflejar la luz, necesitaré la linterna. ¿Cuánto aguantarán en ese estado?- Cuando quise darme cuenta mis piernas se movían mucho más rápido.

 Comencé a correr, la luz de la linterna comenzó a apagarse. Sentí una intensa arcada cuando abrí la boca cogiendo una bocanada de aire. El olor era insoportable, continué hacia adentro. La gruta se estrechaba cada vez más y más tuve que hacer un alto, mi cuerpo no daba más de sí.

 Las extremidades no me respondían, solo ejecutaban movimientos torpes. Algo golpeó mi hombro recién colocado, apreté la mandíbula por el dolor.

 De repente se hizo la oscuridad. Dejé caer la linterna- Adiós a la posibilidad de un mecanismo reflector- Llevé la mano hasta la fría roca y la deslicé hasta que pude encontrar otro cristal. Intenté hacer un esfuerzo, di un paso yo otro y otro más.

Me pareció escuchar algo tras de mí. Miré hacia el camino que ya había recorrido, más todo estaba inundado por la oscuridad- Quizás es mi imaginación- Desesperada mi mente comenzaba a inventarse cosas que no estaban sucediendo. El sonido de mi respiración era lo único que mis oídos llegaban a captar. Estaba tan nerviosa, tenía mucho frío, las articulaciones me dolían con cada movimiento. Deseaba que ocurriera un milagro o cualquier cosa que pudiera salvarnos.

- Tiene que haber algo, cualquier cosa- Mis manos se deslizaban heladas y temblorosas- Lo que sea.

 Bajo mi pie algo emitió un ruido metálico. Di un paso atrás. Nada. El sonido no se repitió.

-Me estoy volviendo loca- Seguí avanzando pensando que volvería a escucharlo- No voy a conseguir nada- La negatividad se apoderaba de mí. Todo había sido en vano. No podría salvarlos, terminaríamos como recuerdos de hielo bajo la tierra de un continente inhóspito y abandonado.

Poco después mis piernas se colapsaron y caí de bruces al suelo.

- Ayuda- Sollocé.

 Mi voz era débil y sonaba ronca. De mi garganta ya no salía ni una palabra, el gemir de un animal malherido era lo que parecía. Podía sentir el aire salir de mis pulmones. Mis párpados cayeron pesados, traté de abrirlos.

 ¿Vi una luz roja parpadear? Si fue de verdad, el rojo fue el último color que le precedió a una perfecta oscuridad. 

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2019 ⏰

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