Historias Cortas Simbar

Harry Potter AU

Basado en la idea de un anónimo en Tumblr: "Ámbar es la típica Slytherin que odia a todo el mundo pero a Ramiro y a Matteo (que también son Slytherin) les encanta molestarla porque se pone toda dulce y melosa cuando ese Hufflepuff Simón aparece."

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Ámbar, Matteo y Ramiro caminaban por los pasillos de Hogwarts en toda su obscura gloria. Eran el trío Slytherin perfecto, de hecho, estaban bastante convencidos de que eran lo mejor que le había pasado a esa casa en la historia. O a Hogwarts en general. 

La rubia miraba a los demás estudiantes  (si es que se les podía llamar así)mientras pasaba con su característica cara de repugnancia.  

"Ugh, miren por favor lo que son todos esos nerds. Son un montón de losers", afirmó con superioridad, recibiendo asentimientos de sus amigos. "¿A eso le llaman un encantamiento? Que nefasto, por dios."

"Hola, Ámbar."

La chica se detuvo de golpe.

Habían doblado recién en una esquina, terminando cara a cara con el sonriente chico moreno. 

Así de rápido, toda la expresión de Ámbar cambió completamente. 

"Si-¡SIMÓN! ¡HOLA! ¡BUENOS DÍAS! ¿QUÉ TAL? ¿CÓMO ANDÁS HOY? LINDO DÍA, ¿NO? EL SOL BRILLA Y EL CIELO ESTÁ TAN AZUL~~"

Los chicos a su lado compartieron una mirada y rodaron sus ojos. Aquí vamos denuevo.

Ajeno a todo eso, el chico sólo rió. "Sí, muy hermoso."

"Vos sos hermoso."

Simón parpadeó. "¿Ah?"

Y ahí es cuando ella se dio cuenta de que había dicho eso en voz alta. Bueno, no tan alta, por suerte. Maldito él y su hermosa sonrisa con dientes perfectos y ojos brillantes por hacerla murmurar eso entre dientes. 

"Vos sos re dioso para los hechizos, ¿no? Me das esa impresión. ¿Te aprendiste ese que nos enseñaron el otro día?" preguntó, cambiando de tema. 

"Ah, sí. Me costó un poco al principio pero logré dominarlo".

Ámbar sonrió ampliamente. "Ay, buenísimo, ¿me podrías enseñar?" le rogó con manos plegadas y todo. "Siento que todavía no me sale bien."

Matteo alzó la voz ante eso. 

"Pero, ¿de qué hablás? Si en nuestra casa sos la mej— "

La pisoteada de Ámbar en su pie detuvo su oración. 

"AUCH", exclamó el italiano y Ramiro se rió con fuerza. Él, a diferencia de Matteo, sabía que no había que meterse con Ámbar, ni siquiera cuando estaba en "modo Simón". 

"¿Y? ¿Qué decís?", instó la rubia con una sonrisa esperanzada, ignorando completamente a los otros dos. 

Simón sonrió. "Sí, obvio. Me encantaría ayudarte, bonita". 

Su sonrisa era gentil mientras la miraba, pero después de cinco segundos de silencio, sus cejas se arrugaron.

"... ¿Ámbar?" le habló con una mezcla de confusión y preocupación porque la chica sólo estaba ahí parada con sus ojos abiertos, completamente inmóvil.  

Ramiro se inclinó por el lado para observar a la rubia.

"Se congeló."

"¿Se qué?" preguntó Simón, ahora totalmente confundido.

Matteo, habiéndose recuperado, se acercó y se paró detrás de Ámbar. 

"No te preocupes, Jigglypuff, nosotros nos ocupamos de esto", declaró, agarrándola por los hombros y dándola vuelta. Así nada más, los dos comenzaron a caminar lejos de ahí. 

Ramiro se giró hacia Simón.

"Ámbar te verá el viernes", afirmó el chileno con una sonrisa antes de voltearse también y seguir a sus amigos. 

Simón se rindió con intentar hacer sentido de lo que acababa de pasar y dio media vuelta, continuando su camino en dirección opuesta. Caminó por el pasillo y justo cuando dio vuelta en la otra esquina, escuchó un alto grito agudo que lo hizo saltar. 

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH

Al otro lado del edificio, Matteo y Ramiro se preguntaban por qué se habían hecho mejores amigos con una chica. 

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Si les gustó este AU, tengo buenas noticias, porque es bastante probable que escriba más de él ❤️ ¿Les gustaría?  

Por cierto, Matteo le dice Jigglypuff  a Simón porque siempre está sentado en los patios con su guitarra tocando baladas cursis que lo ponen a dormir. Y porque es Hufflepuff y suena parecido lol. 

Espero les estén gustando estas mini historias 😊