El instante en que Matteo terminó de cantar y el público explotó en aplausos, Simón se fue patinando de ahí lo más rápido posible, queriendo alejarse de todo. Sin embargo, de inmediato pudo escucharla detrás de él.
"¡Simón! ¡Simón, esperá!"
Él no volteó.
"No me sigas, Ámbar", escupió mientras marchaba hacia el camerino. Tenía la intención de cerrar la puerta detrás de él, pero Ámbar no prestó atención a sus palabras y lo siguió dentro antes de que pudiera.
"¡Lo entendiste todo mal!" ella se apresuró a decir, parándose frente a él. Simón finalmente se giró hacia ella y cerró la puerta de un empujón.
"Sí, ya me di cuenta", espetó, sacándose su máscara y negando con la cabeza. "No te lo puedo creer, Ámbar. No, ¿sabes qué? Sí puedo creer que hayas hecho eso. Lo que no puedo creer es que yo haya sido tan idiota como para caer en tus mentiras OTRA VEZ".
Los ojos de Ámbar brillaban de lágrimas no derramadas mientras lo miraba.
"¿Qué mentiras, Simón? Yo no te he mentido, te estoy diciendo la verdad, ¡yo cambié! Lo de allá fue—"
"¿Qué mentiras?" Él repitió indignado. "Me dijiste que Emilia y Benicio ya no tenían nada que ver contigo, ¿y qué pasó menos de 24 horas después? ¡Lo besaste en frente de todo el Roller!"
"¡Pensé que eras vos!"
"Ah claro, obvio, porque los dos somos muy similares, ¿no? Digo, él es blanco, yo soy moreno, él es italiano, yo soy mexicano, él es un hijo de su puta madre mientras yo intento ser una buena persona. Sí, como dos gotas de agua."
Estaba tan enojado que el sarcasmo rodó de su lengua como veneno. Ámbar pasó sus manos por su pelo en frustración, respiró profundo e intentó hacerlo entender denuevo.
"Estaba oscuro. Él se acercó a mi y me sacó a bailar como vos dijiste que ibas a hacer y estaba usando exactamente el mismo traje. No puede haber sido una coincidencia, Simón. Benicio lo tenía todo planeado, ¡él quería que esto pasara!"
Simón bufó irónicamente. "¿Me quieres decir que no eres más que una pobre víctima que cayó en su juego?"
"¡Sí!" gritó ella, sus ojos mirando en los de él con desesperación.
Simón la miró largamente con su mandíbula apretada y sus manos echas puños a cada lado.
No sabía si debería creerle. Ámbar le estaba rogando con los ojos y obvio que él quería creerle que todo había sido un error, pero estaba furioso. Estaba ardiendo por dentro mientras ese beso se repetía en su cabeza una y otra vez.
Se suponía que esta fiesta fuera perfecta. Sabía que a Ámbar se le había ocurrido hacerla por él y eso significaba mucho para él. Había estado tan contento y entusiasmado porque sentía que al fin estaba conociendo a la verdadera Ámbar, y era tan linda, dulce, todo lo que él había soñado que ella podía ser.
Todo estaba yendo de maravilla y Simón al fin pensaba que los dos podían empezar denuevo, tener una segunda oportunidad.
... Y luego Benicio tenía que aparecer y dejarlo a él mirando como idiota mientras hacía LA cosa que él había querido hacer todo ese tiempo.
Si de verdad había sido un plan de él para hacerlo sentir mal, había funcionado. Realmente no le sorprendería ya que ese chavo siempre había sido así, siempre le había encantado hacer ese tipo de cosas y su máximo pasatiempo últimamente era molestarlo.
Y no le debería importar. Debería reírse de su triste y patética vida como siempre y seguir con su vida.
Pero estaba enojado y no quería dejar que ese cabrón ganara. No esta vez.
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Historias Cortas Simbar
Fiksi PenggemarColección de todos mis oneshots y drabbles, ¡ahora en ESPAÑOL! La mayoría son family friendly, pero hay algunos que no, por eso el 'contenido adulto'. Mejor avisar.