❥M.Okuda.

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Sus manos temblaron, su teléfono cayó.
Lágrimas empezaron a pasearse por sus pálidas mejillas hasta llegar al suelo, junto al aparato el cual poco le importa su estado.

¿Acaso escuchó bien?

¿Cómo se venía a enterar de algo así hasta ahora?

Sintió su corazón detenerse por un segundo. Fue retrocediendo de apoco hasta dejarse caer en el único sofá cercano.

¿Su hermoso hijo que amaba con toda su alma, había intentado suicidarse?

¿y qué podría ser peor que eso?

Claro. Todos los que conocen a Karma y Kano creen firmemente que fue por culpa suya.

En otras palabras, ella era la mala de la historia.

Sintió una punzada en su pecho, hundió su rostro en sus manos dejando sus lágrimas ser liberadas de su cuerpo. Sentía tanto dolor en su corazón, junto a mil y un recuerdos en su pobre mente.

De verdad, ¿Ella era la mala?

Levantó su vista viendo una hermosa foto del día del nacimiento de su pequeño, la cuál era una de las tantas fotos de su antigua familia que decoraban gran parte de su pequeño departamento.

La cara de felicidad de Karma en aquella foto, se veía tan perfecto y hermoso, debía admitirlo, aún lo amaba, los amaba a ambos más que a nada en el mundo.

Pero, después de todo lo que hizo por Karma, ¿de verdad tuvieron que terminar así?

Tenía tantos secretos escondidos para sí misma, de todas las veces que pudo opinar algo y simplemente se callaba, bajaba la cabeza, y asentía. Pero el que más confundía sus pobres sentimientos, era aquel que guardaba sobre Kano.

Ella, cuando se enteró sobre su hijo, lo primero que tenía seguro que iba a hacer era abortarlo, después de todo, tenía solo catorce años, aún era muy menor. Sumándole al hecho de que no quería traer a un pequeño a la vida sabiendo que solo sufriría.
Pero algo intervino en sus planes, o más bien alguien; Karma. Fue tan descuidada que dejó los papeles de sus estudios en un lugar bastante accesible para el curioso de su pareja. Nunca se va a olvidar de la cara de felicidad y emoción que puso Karma en ese día, fue tan lindo. Fue así como se obligó a sí misma a no abortarlo y a soportar todos aquellos males, sólo para ver feliz a la persona que más amaba. Hasta al fin traerlo al mundo.

¿Aún así seguía siendo la mala de la historia?

Aún recuerda cuando Kano era un pequeño niño. Un hermoso y pequeño niño que tenía su manera especial y fascinante de ver el mundo ante sus ojos heterocromados.

Pero, a la vez sentía tanto resentimiento hacia ese niño, después de todo, le había quitado gran parte de su libertad y tiempo a su corta edad.
Aún así se esmeró en hacer lo posible, hasta que un día no lo soportó y se fue, ignorando su corazón y buscando aquella libertad que tanto le faltaba.

Pensó que estaba bien, y que debía pensar primero en ella misma, pero..

Ahora toda su 'libertad' más bien la llamaba 'soledad'. Aquel departamento en el que actualmente estaba no se sentía su hogar, algo le faltaba, algo muy importante.

Pero, lamentablemente para ella no había vuelta atrás. Estaba condenada a vivir amando a alguien que no lo hace. Al menos que encuentre a alguien indicado, que de verdad la ame a pesar de lo hizo.

soy un desastre...

Murmuró por último deshaciéndose en sollozos lo suficientemente fuertes como para inundar el pequeño y desolado lugar en el que vivía.





[°°°]

Literal que hace un año no actualizo esto.

Pido una gran disculpa por eso, pero de ahora en adelante TRATARÉ de actualizar más seguido.. aunque lo más probable sea que no, lo intentaré.

En fin, espero que todavía haya alguien leyendo esto, uhm...

ㅡ🌙

Hijo Suicida •Karmagisa•《Cancelada.》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora