.:Capítulo 5:.

925 160 29
                                    

Habían pasado tres días desde la charla inservible, en parte, que tuvieron Karma y Kano. Era Sábado por la tarde casi noche. El menor de la casa se encontraba en su cuarto leyendo un libro. Su padre, caminaba por la sala en busca de un par de papeles de su trabajo, cuando estaba por volver a su oficina tocaron la puerta, como estaba más cerca decidió abrirla él.

Cuando lo hizo se llevó una gran sorpresa al ver a la persona detrás de esta.

–¿Qué haces aquí?– preguntó de manera seria.

–Karma...solamente vine a saludarte a ti y a mi hijo– al escuchar la última palabra usada el pelirrojo se molestó.

–¿Acaso dijiste "Hijo"? Hace exactamente seis años dejaste bien en claro que él no es nada contigo... Al igual que yo– estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara cuando esta entró rápidamente –Vete ahora mismo de mi casa– ordenó muy molesto.

–No me iré sin mi hijo– el mayor le estaba por contestar cuando vieron al menor de la casa bajar tranquilamente las escaleras, hasta que vio a dicha mujer en la casa y sus ojos se abrieron de par en par con sorpresa –¡Kano!– esta se acercó para poder abrazarlo.

–Tú... – El menor no salía de su pequeño shock –¡Su...Sueltame!– Este la empujó haciendo que se separen rápidamente.

–Pero, Kano, ¿no extrañas a tu madre? Yo si te extrañé mucho hijo– lo mismo que pasó con el pelirrojo mayor al oír la última palabra pasó con Kano.

–¿Hijo...? ¿¡Hijo!? ¡Hace seis años dijiste que no era tu hijo! ¡Y encima ahora vienes a decirme lo contrario!– Le gritó enfurecido –¡A... Arruinaste por completo mi estúpida vida al decirme aquello...!–.

–Hijo... –.

–¡Ya deja de llamarme así! ¡No soy tu maldito hijo! ¡No quiero ser nada contigo!– volvió a gritar con gran dolor en sus palabras.

–Maldito niño. Te vendrás conmigo quieras o no– esta intentó tomarle del brazo, pero el menor se soltó.

–¿Acaso insinuas que me iré contigo? ¿Que parte de "no quiero ser nada contigo" no entiendes? ¡Me abandonaste seis años de vida...! N.. Ni siquiera te preocupaste por ver si estaba bien, o si estaba vivo... ¡Te odio!– A este punto sus ojos estaban cristalizados.

–No, tú no entiendes, ¡eres mi estúpido hijo y vienes conmigo!– La voz de la pelimorada sonaba furioso y la vez había elevado un poco su tono.

Los ojos de Kano se abrieron de nuevo al oírla.

–Ese tono...–.

"No sé porqué te tuve en un principio. ¡Eres solo un simple error!" esas palabras volvieron a su mente.

–Okuda, ya vete, no te llevarás a Kano. Él es mi hijo, no tuyo, tú solamente fuiste la mujer que le dio la vida y nada más– intervino Karma al ver que su hijo se sentía bastante mal.

–Puedo llevármelo si quiero y eso voy hacer. No importa lo que digan, es mi hijo, yo le di vida como dijiste, por lo tanto tengo derecho a llevármelo– el menor comenzaba a hartarse de la situación –Además ¿que puede hacer un simple error para defenderse de los demás?– preguntó mientras miraba al pelirrojo menor.

"Esas palabras.... "

–N...No ¡Yo no me voy con nadie! ¡No soy tu hijo! ¡No lo fui y nunca lo seré!– gritó el menor para luego empujar a sus "padres" y correr hacia la puerta donde la abrió y salió corriendo de la casa.

–¡Kano!– gritó su padre mientras comenzaba a correr siguiéndolo.

Lo persiguió un par de cuadras hasta que en una esquina lo perdió de vista. El mayor furioso, preocupado y nervioso lo buscó por una hora en casi todas las calles habitadas, pero no lo encontró. Sacó su teléfono y lo intentó llamar un par de veces, pero obviamente no le contestó.

–Kano... Todo por culpa de Okuda... – golpeó una pared muy molesto y luego suspiró.

Comenzó a caminar hacia su casa al mismo tiempo que hacia varias llamadas para avisar que su hijo se había escapado y que lo buscaran.

Al llegar se alivió al ver que la pelimorada ya no estaba, no se preocupó en lo que haya podido hacer en la casa, ya que el personal estaba muy bien entrenado. Por lo que sí se preocupó es que intente buscarlo y lo encuentre. 

por otro lado...

El Akabane menor corría rápidamente por las calles conocidas y algunas desconocidas, muchos que lo veían pensaban varias cosas sobre él, todas malas.

Las mismas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza, quería escapar de ellas, de todo. Lágrimas resbalaban por sus mejillas, al igual que tenía un fuerte dolor en las piernas, estaba cansado, pero no se detendría. No hasta que esté lo suficientemente lejos.

Ya cuando no podía más se giró y no vio a su padre, para su suerte no estaba. Miró hacia el frente y había un pequeño parque al que solía ir cuando era niño, sin otra opción caminó hasta él y se sentó en una de las bancas que habían.

Error... 

Miedoso...

Llorón...

Malcriado...

¡Maldito error!

No lo soportó y miles de lágrimas comenzaron a caer de sus ojos, tapó su rostro evitando que alguien pasara y lo viera.

Sus brazos le ardían demasiado, levantó sus mangas y estos estaban llenos de sangre. Volvió a bajar sus mangas sintiéndose un total desastre.

Tapó nuevamente su rostro lamentándose de todo. Su cabeza le dolía de tanto llorar, al igual que tenía un nudo en su garganta.

No supo cuánto tiempo estuvo sentado hasta que sintió una mano en su hombro.

–¿Kano?– Al escuchar esa voz levantó rápidamente la cabeza encontrándose con unos ojos celestes y dos colitas del mismo tono –Kano ¿estás bien? ¿Qué pasó? ¿Qué haces aquí?– preguntó preocupado su profesor agachándose hasta quedar como el menor.

Este lo miró un rato y sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente al recordar lo antes sucedido, no lo resistió y lo abrazó.

–Tranquilo... Todo estará bien...– decía el peliceleste al mismo tiempo que acariciaba la espalda de su alumno, este solamente se dedicada a llorar en su pecho.

El menor al sentir el calor y protección del mayor comenzó a calmarse lentamente. El peliceleste le acariciaba la cabeza y el pelirrojo no se soltaba de él.

–Ya... Tranquilo...– El pelirrojo se separó un poco mientras limpiaba sus restos de lágrimas. –¿Vas... A decirme qué pasó?– negó lentamente –me imagino... Que no querrás ir a tu casa... ¿verdad?– volvió a negar.

El mayor pensó un poco y decidió que seria buena idea llevarlo a su casa para que se tranquilizara.

Hijo Suicida •Karmagisa•《Cancelada.》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora