Eran las 8:00 a.m y la clara y cálida luz matutina ya se filtraba por los ventanales de mi departamento. Había vuelto de correr como cada mañana, me había duchado y me disponía a despertar a mi bebé, que se había quedado esa noche conmigo.
Fui a la habitación, donde Jungkook dormía tranquilamente, ajeno a todo, abrazando contra su pecho a su peluche favorito, un oso de felpa algo viejo y desgastado, pero del que se había enamorado desde la primera vez que lo encontramos en un bazar. Me quedé observándolo fascinada unos breves momentos, adorando como siempre que dormía lo hacía con boquita ligeramente abierta y haciendo unos adorables ruiditos, y a veces, cuando soñaba, balbuceaba bajito.
Verlo así de vulnerable y tranquilo hacía que me sintiera mal por tener que despertarlo. Pero tenía colegio y no me quedaba remedio.
— Conejito, es hora de levantarse — le susurré al oído, para luego darle un par de besos en las mejillas.
Jungkook frunció el ceño y se removió un poco entre las sábanas blancas, pero no se despertó, simplemente se acomodó en una nueva posición y siguió durmiendo.
Repetí la acción un par de veces más, moviendo su hombro suavemente hasta que comenzó a reaccionar poco a poco.
— Mhm~ ¿mommy? — preguntó con la dulce voz adormilada cuando por fin despertó y sus ojitos me encontraron.
— Buenos días mi amor — lo saludé, inclinándome para darle un beso en los labios rojizos — ¿dormiste bien?
— Dormí perfecto~ — respondió, cerrando los ojos por unos segundos mientras se estiraba libremente.
— Me alegra mucho bebé — respondí— anda, tienes que levantarte para ir al colegio.
Jungkook hizo un puchero y se lamentó, girando en la cama y enrollándose en las sábanas tanto como pudo mientras seguía quejándose.
— No puedo ir al colegio mommy — me dijo, mirándome dese el exteremo de la cama al que se había ido a refugiar — estoy muy débil...
— Hmm ¿de verdad?, yo creo que esas son mentiras...
— P-pero es verdad... — refutó — no he tenido mi dosis de cariñitos y besos — me contestó, mirándome triste — y si no tengo el amor de mommy no tendré energías....
— Oh, así que es eso...
— Si mommy, quiérame mucho por favor— pidió, extendiendo los brazos en mi dirección.
El corazón se me encogió de ternura y no dudé ni un segundo en subir con él a la cama y atraparlo en mis brazos. Jungkook soltó una pequeña risita cuando lo recosté y comencé a llenarle de besos. Besé su cabello repetidas veces, cada detalle de su preciosa carita, sus brazos y pecho mientras él se removía feliz debajo de mi.
— M-m hace coquillas mommy — rió dulcemente, pataleando en el aire cuando llegué a su abdomen y comencé a besar el área— cosquillas~
Hice caso omiso y seguí llenadolo de cariños hasta que sus ojitos estuvieron llorosos de tanto reír y le faltó el arie.
— ¿Mejor? — le pregunté, subiendo de nuevo hasta su altura para darle un último beso en los labios.
Jungkook asintó, con su característica sonrrisa de conejto iluminándole el rostro.
— Mucho mejor mommy~ — me aseguró.
— Perfecto — le sonreí, luego miré mi reloj de pulso— ahora a bañarse o llegarás tarde. Te llevaré en mi auto.
— ¿Bañarse? — me preguntó, luego se llevó una mano a la frente y puso la expresión más dramática que pudo — oh no mommy, creo me estoy está dando fiebre...tendré qe faltar...
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