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       Varios pensamientos cruzan mi mente

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       Varios pensamientos cruzan mi mente. Posibilidades de que me ha mentido, ha intentado cubrir su pasado o algún problema que le ha obligado a no decirme la verdad.

La niña es suya. Suya. No sé cómo he sido tan jodidamente tonta. ¿Acaso tengo un cartel en la frente que dice 'tírame la flecha, soy tonta'? Porque parece ser que sí es así.

Katerina aparece en la escena. Primero se para, sorprendida de verme, después fuerza una sonrisa y toma a Anabel de los brazos de su padre. Su padre. Joder.

—Más te vale hablar, de lo contrario cortaré tu polla en unos segundos.

—Fiera.

Es todo lo que dice, con una sonrisa y con guasa. ¿Piensa que esto es gracioso? Porque no lo es. Para nada. Tiene una hija. Una jodida hija.

—No me obligues a coger el cuchillo, Bobby, está a mi alcance. —anuncio.

—No tienes por qué coger nada, Rosalía —sostiene su tono de sorna, cierra el frigorífico y sonríe hacia mí—. Sí, tengo una hija. Pero creo que eso ya lo sabías, ¿no?

—¿Cómo voy a saberlo? —grito, sin poder evitarlo, elevando los brazos al aire desesperada—. La noche de la cena cuando llamó abuela a tu madre te di la oportunidad de decirme que era tuya, no de un hermano del que estoy segura que no existe.

—Sí existe. Kevin es real —afirma sin dejar de observarme, apoyando los codos sobre la barra de la cocina y mirándome directo a los ojos—. Tengo un hermano. Bueno, tenía. Es parte de la verdad.

—No me vengas con mierdas, Bobby. No voy a vivir con un hombre que me miente en mi puta cara, ni hablar.

No, no va a ser posible. Sé que escapé, que intenté buscar un futuro mejor para mi bebé, pero teniendo el padre que tiene, no se detendrá jamás en la vida. No volveré a escapar, eso lo tengo claro. Pero no puedo vivir aquí con él, actuando como si nada hubiera pasado.

—No me toques las pelotas, Rosalía —gruñe apretando los dientes—. ¿Acaso no tienes tú un pasado? ¿Tengo que nombrarte a Los Hijos de Dios?

Paralizada. La sangre abandona mi cuerpo y todo lo que mi mente puede pensar es en el pasado. ¡Jodida mierda! León, Los Hijos de Dios, la muerte de papá...

—¿Cómo mierdas sabes tú eso? ¡No era de tu incumbencia! —bramo enfadada.

Lo dejo en la cocina, y echando humos, casi me llevo por delante el sillón del salón. Katerina se asusta por un momento, pero se recompone y actúa como si yo no estuviera ahí.

Paso por el pasillo hasta la puerta, y justo cuando voy a tomar el pomo, el enorme cuerpo de Bobby arrastra al mío y me lo impide.

—Dejemos claro una cosa, mujer —aúlla—: no te vas a ir. Dije que vamos a hacerlo a mi manera.

Temptation © (Bloody Hell MC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora