𝑌 𝑀𝐼𝑆 𝐶𝐴𝑅𝑇𝐴𝑆 • {H.P} •

𒊹︎ n u e v e 𒊹︎

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                         Despertó agotada, su espalda le duele bastante, y sentía que sus piernas no respondían al llamado de su cerebro. Por otro lado, su cuello parecía torturarla... tuvo otra pesadilla con la muerte de su madre. No lo negará jamás, claro que la extraña.. le duele saber que fue asesinada en manos de carroñeros y no pudo hacer nada para detenerlo. En aquellos tiempos sufrió una fuerte depresión a temprana edad, por la muerte de su madre. Suspiró pesadamente, hoy es el día martes 3 de noviembre, se cumplen siete años de la muerte de su madre, Cassandra Granger. Fue una mujer muggle, no poseía una pizca de magia en su cuerpo, pero lo que era mágico en su madre, es su amor incondicional a Hermione. Gracias a su madre, pudo superar su fobia a las alturas, o al océano, con ella, sus miedos más grandes los enfrentó, fue su impulso y motor para intentar actividades nuevas, al no tener miedo a la magia o a lo desconocido, es por ella que le atribuye su valentía.

                Este día, es el más doloroso para Hermione Granger, hace siete años atrás a estas horas estaba en su habitación, recibió un fuerte abrazo de parte de su madre. Quién le hubiera dicho, que fue el último que recibirá en su vida, una lágrima se escapó de sus mejillas al recordar las últimas palabras que le ha dicho su madre, la Hermione Granger de ocho años. ——— "Recuerda, tú siempre mereces la cantidad de amor que das a los magos más importantes en tu vida..."—— fue lo último que le dijo su madre, horas más tarde durante ese día, llegó a su casa pero no la dejaron ver a su madre. Lo único que le han dicho, fue que ha sido asesinada por un hechizo imperdonable, los muggles hablan que las causas son desconocidas, si sólo supieran la realidad.

                    Fue al baño, y se observó al espejo de nuevo, le agradece a morgana que Ginny, Parvati y Lavender aún seguían durmiendo. Sus ojos hacen notar el agotamiento, se debe a lo mucho que lloró a altas horas de la noche. Se lavó el rostro, y se dió una relajante ducha caliente. Luego, se abrazó a sí misma, lo hace cada vez que se siente sola, sintió las gotas del agua caliente correr por todo su cuerpo, cerró sus ojos, y suspiró imaginándose abrazada, pero de Cedric Diggory. Claro que, lo detesta por los eventos pasados, pero aún en el fondo, lo quiere y mucho. No es fácil olvidarse de la persona que estuvo enamorada tantos años en la noche para la mañana. Fantaseó con él abrazándola por detrás en la ducha, sintiendo sus enormes y fuertes brazos junto con las manos traviesas de Cedric la tomaban por la cintura, queriendo bajar a su feminidad. Le daba pequeños besos por su nuca, y bajó, con la respiración entrecortada, a su cuello blanco como perla y suave. Obvio que no va a negar lo innegable, en estos últimos años se ha puesto mucho más alto, su rostro le daba un aspecto más maduro, para ser un niño de sólo quince años. Recordó aquella vez, que por accidente, lo vió cuando se estaba cambiando de ropa a su uniforme de Quidditch, se dejó observar su tonificada y ancha espalda, marcada por sus formados músculos gracias a sus prácticas durante las tardes en el campo de Hogwarts.