Seamos un Equipo.

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Lo volví abrazar no me gustaba saber que estaba pasando por aquello, que no podía caminar por las calles sin que fuera arrestado.

— no puedes estar mucho tiempo aquí – lo miré triste
— solo quería pasar a saludarte – acarició mi mejilla y luego desordenó mi cabello – y darte esto – saco una caja color lila de su chaqueta color caramelo – pronto cumplirás diesisiete ya no estarás tan pequeña – solté una pequeña risita
— gracias tío Steve – le sonreí – por favor ten cuidado – pedí al ver que saldría de la cocina
— lo tendré – me aseguro –  pero prométeme que tú también lo tendrás – asentí
— salúdame a mi tía Nat y a Sam – el asintió con medía sonrisa
— cuídate Alexandra – beso mi frente – recuerda que te queremos mucho – asentí conteniendo las lágrimas
— yo también los quiero mucho – sonreí

Sonrió y salió de la cocina  lo seguí hasta el balcón y vi el quinjet subió a él y perdí de vista aquella nave.
Mire la pequeña caja y deje que salieran las lágrimas, los extrañaba mucho pero lamentablemente no se puede regresar el tiempo y evitar los acuerdos de Sokovia.

Regrese a mi habitación con mi regalo en la mano, tenía tentación en abrirlo pero había una nota en el que decía “Ábrelo hasta tu cumpleaños” atentamente Sam Wilson, si claro, mientras yo estoy con la tentación.
Adam estaba dormido encima de todos los cojines en pocision fetal, tome una manta de mi cama y lo arrope, me acosté en mi cama y me tape hasta el cuello, mire el blanco techo donde adornaban estrellas de plástico que iluminaban mi habitación dándole una luz tuene.

Espero que mi papá este bien y que regrese con bien, que mi tío Steve y mi tía Nat no tengan problemas.
Solo pido eso.

— »I believe in Angel« – susurré antes de caer en sueño.

(…)

Domingo  9:45 a.m.

Miraba el desayuno con entretenimiento, unos huevos acompañado de tocino, hacían una cara feliz, me dio gracia, mi mamá nos quiere hacer sonreír un poco, bueno a Adam que recibió una llamada un tanto trágica, su familia no sufrió ningún daño, algo que nos alegro, fue su novia que pues lo dejo, que pocos ovarios de dejarlo por llamada.

— ¿Que tengo que hacer para que sonrias? – pregunté bebiendo mi jugo de uva
— hacerme compañía – sonrió triste
— ouh alto – lo dejé en la cocina con mi mamá

Corrí a mi habitación por mi celular para marcarle a Brianna. Me mandó a buzón la muy loca, volví a marcar y al segundo tono contesto.

· ¿Qué? – contesto bostezando
· ven a mi casa – ordené
· Alexandra ¿Sabes qué hora es? – pregunto
· si las nueve y tantos, pero la hora no importa, ven Adam nos necesita
· ¿Que tiene Adam?
· Daiana, eso tiene – escuché un bufido por su parte
· voy para aya – sonreí victoriosa
· con cuidado Brianna
· si mamá – y colgó

Solté un suspiro y caminé de vuelta a la cocina donde Adam comía el tocino, lo abracé por la espalda y bese su mejilla, el sonrió con labios cellados.

Por con ellos con demasiadas cosas por mi madre.

· Pórtate bien·
· Cualquier cosa corran·
· Miran a esa criatura y corren·
· Avisa a Happy cualquier cosa·

Después de decirle que si los tres salimos de mi casa con las llaves de mi auto, cuando íbamos a subir al auto mi papá llegó con cara de cansancio, no debió dormir anoche.
Me acerque a besarle la mejilla y a darle un cálido abrazo, me sonrió tierno y entro a la casa, yo subí al auto pues sería quién manejara.

¿Saben cómo se arruina una salida con tus amigos?
Con la criatura gigante golpeando a Peter Parker aka Spiderman.

Tarde tan cagada.