Seamos un Equipo.

∞54∞

Cinco de la mañana y James junto con Alex ya estaban despiertos listos para su primer entrenamiento.

James no encontraba a la pelinegra por ningún lado pero la vio pasar por enfrente de el, estaba calentando Alex.

Trotaba por toda la asamblea pensando en todo lo sucedido, tenía pensado dar las vueltas suficientes y con cada paso que daba corría con más rapidez. Steve desde la ventana de su habitación veía con que rapidez iba la pelinegra y el rostro que mostraba al correr, estaba concentrada en su calentamiento y eso le constaba.

Paro para tomar aire unos momentos.

— soy Stark – se dijo así misma – soy Stark – comenzó a correr de nuevo hasta que llegó con su primo – buenos días – le trato de sonreír
— empezaste sin mi – sonrió divertido  – vamos con lo más pesado – le hizo un movimiento con la cabeza para que lo siguiera

(...)

— que lenta eres – se puso de pie el moreno liberandola

Alex rodó sus ojos y se quedó ahí en el suelo con los ojos cerrados, necesitaba retomar su condición física.
Dos meses sin entrenar y solo estar encerrada en su habitación cayendo más y más en un pozo sin salida.

James salió del gimnasio dejando sola a la castaña ya casi rubia, los recuerdos llegaron a ella, el niño araña otra vez.

Se puso de pie y vio la bolsa de boxeo de Steve, tomo unas vendas colocándolas en sus manos, tomo aire y lo soltó al estar frente al objeto, soltó un golpe lento sin nada de fuerza.

— imagina esto – el castaño la tomo de la cintura acercándola más a el
— ¿imagino que araña? – pregunto con una sonrisa divertida
— un beso al revés – la chica fruncio su ceño – verás – soltó una telaraña siendo sujetado por un edificio

Ella quedó frente a él con su máscara puesta, detrás de esa máscara había una sonrisa nerviosa.

— me gusta la idea – sonrió la chica

Levantó la máscara solo hasta su nariz rosando sus labios causando una risita nerviosa. Sin más pego sus labios al del chico arácnido moviéndose a un compás que solo ellos podían bailar.

— Señorita Stark – la llamo al separarse – me encanta mucho señorita Stark –

Ver el brillo en sus ojos como esa vez, las lágrimas y el coraje se acomularon en ella golpeando con más fuerza aquel objeto.

— a la mierda Luke querida – acarició la espalda de Stark – somos agentes de SHIELD – hizo que la mirará – no deberías estar así por ese imbécil – le sonrió
— el amor es mierda Brianna – sollozo
— ¿mi amor por ti es mierda? – pregunto haciendose la dolida
— no – la miró triste
— Alex eres una chica genial tus papás te aman demasiado y se que están muy orgullosos de ti – le acomodo un mechón de cabello – siempre que sucede te haces la fuerte y sigues como una campeona – sonrió – y tienes a tu mejor amiga que te ama demasiado y siempre te voy a querer y apoyar –

Ambas se abrazaron, siempre serían mejores amigas.

Las lágrimas caían sin detenerse golpeando cada vez más fuerte la bolsa.

— Adam dame mi juguete – dos niños corrían por el patio de la recidencia Stark

— ven por el – corrió más rápido

La pequeña Stark cumplía siete años, Tony le festejaba con ayuda de Happy y de Rhodes, eran hombres y no sabían mucho de fiestas infantiles pero lograron algo, o solo un convivió entre ellos el pequeño Adam y la pequeña Alex.

Adam cayó al suelo riendo sin parar mientras Alex le quitaba su muñeca mostrando su lengua haciendo reír más a su mejor amigo.

— me prometes que siempre seremos amigos – lo miró con ternura
— Alex seremos mejores amigos toda la vida – salto a su alrededor – tal vez y nos casemos en un futuro – le intento guiñar el ojo causando una risita nerviosa en Stark

La bolsa de boxeo llegó al suelo dejando arena esparcida en el suelo, miró donde la bolsa con las lágrimas aún saliendo y con la respiración agitada.
Todo su dolor se había ido ahí, pero el sentimiento de tener que hacer algo por intentar traer de vuelta a sus seres queridos sigue ahí.
Y lo cumplirá.

Hará lo que sea necesario.

∞