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Los días corrían con lentitud y algunos con rapidez, tres semanas ya habían pasado desde aquella misión, donde todos se sentían decaídos la única que tenía esperanzas al momento era Natasha que hacía que todos ayudarán en algo.
Pero de eso no se podía hablar con la menor Stark que se la pasaba horas encerrada en el taller sin poder dormir, comenzando hacer reparaciones en su traje con ayuda de su I.A, tenía ojeras tan notables quería buscar una solución a todo lo ocurrido, quería que todo volviera a como antes era, quería que su padres estuviera con ella.

Todas las mañanas veía el calendario y tachaba con plumón los días, ya iban veintitrés días y aún no había señales de Tony Stark y Peter Parker.
Con lentitud se puso de pie del sofá en el que se encontraba, su estómago pedía a gritos algo de comida la salvación de su estado estaba en la puerta del taller, Amanda estaba ahí con una bandeja con comida y un café.

Davis déjala pasar – le ordenó a su asistente
La canosa paso al ver la puerta abrirse, camino hasta su nieta pero vio que ella camino hacia otro lugar cosa que desconcertó a la ex-agente, la castaña salió de aquel pequeño cuarto con su cara más refrescada y con una débil sonrisa, Amanda simplemente sonrió triste y le palmeó el sillón para que se sentará a su lado.
La castaña camino hasta su abuela y se sentó a lado de ella para poder pasar un tiempo con ella, la había llevado consigo a la asamblea para que no estuviera sola en en los Ángeles.

Amanda dejo la bandeja en la mesita de centro para poder bien a su nieta, las ojeras bajo sus ojos avellanas y el cansancio en sus ojos eran muy notables, la tomo de las mejillas e hizo que bajara un poco la cabeza para besar su frente con cariño.

Y aún que fuera difícil de admitir, todos en aquella asamblea estaban mal se notaba a simple vista aunque aveces trataban de no demostrarlo mucho, pero sabían que con solo tocar un poco el tema era ponerse serios y el ambiente cambia a uno tenso.

Al comenzar a comer, la asamblea comenzó a temblar alarmando a todos y más a las mujeres que se encontraban en el taller, sin hacer tiempo salieron de su ahora hogar para ver qué sucedía.

Era una nave siendo sostenida por alguien cuya persona no se alcanzaba a distinguir con precisión por la brillante aura que le rodeaba, al dejar la nave en el suelo la gran puerta se abrió dejando ver al castaño de orbes avellanas y a una mujer de piel azulada y un brazo metálico.

Steve se acercó a Tony para poder ayudarlo a caminar, la rubia y la canosa se acercaron para abrazarlo pero la única que no lo hizo fue Alex que se quedó en su lugar viendo la entrada de la nave con los ojos cristalizados esperaba con poca esperanza a que Peter también saliera de esa nave, pero no era así, Peter no venía con el.

Tony al ver a su pequeña con lágrimas a punto de salir se saco los brazos de su prometida y de su madre de encima, con dificultad camino hasta donde estaba su hija para abrazarla con la poca fuerza que tenía sintiendo húmedo su hombro.

— perdón hija – sollozo el castaño – perdí al niño – confesó entre lágrimas

La castaña negó e hizo que la mirara su padre secando sus lágrimas.

— no pienses en eso – le trato de sonreír – vamos adentro – pasó el brazo de Tony por su hombro para ayudarlo a caminar – tienes que comer y descansar – caminaron despacio
— tu también tienes que descansar – le dijo Stark a su pequeña
— ambos vamos a descansar – dicho eso la conversación se acabó.

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Bruce revisaba que Tony estuviera bien de salud lo tenía conectado a cables que iban a sus brazos para que el suero hiciera bien su trabajo, era claro que Tony estaba mal, la falta de comida y la culpa que cayó en el le hizo mal.

Alex le ayudaba a comer aunque su papá dijera que el podía sólo y sabía ella que sí pero lo seguían revisando y para su preferencia era mejor que le ayudará.

— tienes que descansar – le quitó la bandeja de las piernas – debes reponerte – le acarició la barba la cual hizo cosquillas en su mano – y te afeitaremos – río despacio
— tú también tienes que descansar – le tomo la mano y acarició con lentitud – ya me dijo Pepper que no sales del taller para nada – ella bajo su cabeza mirando a otro lado
— esto que sucedió ...– se trabo para hablar – ver a toda esa gente desaparecer – levantó su cabeza – que tú estuvieras desaparecido en alguna parte del espacio – un nudo se formó en su garganta – y luego llegar a casa ver a mamá llorando diciéndome que Jacob y Matthew desaparecieron – trago saliva para poder hablar bien – no saber nada de mis amigos – sorbió su nariz – me es muy difícil papá – trato de no soltar más lágrimas
— lo sé princesa – con cuidado hizo espacio en la cama para que ella se acostara lo cual no negó – para mí también es difícil – la abrazó por los hombros.
— quiero que esto acabe – pidió como una niña pequeña
— yo también – susurro Tony

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