Seamos un Equipo.

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Miraba a mi primo desde el escritorio y soltaba pequeñas risitas de vez en cuando, era un completo idiota. No me dejaba concentrarme con el contrato que estaba leyendo hacia caras extrañas haciéndome reír.
Happy a lado de mi primo trataba de reprimir las risas y carraspeaba para tratar de no reír.
Termine de leer por fin el contrato, lo firme por qué tenía buenos argumentos y tiene buenos beneficios para la fundación Stark. Entregué el contrato y estreche la mano con el hombre, se retiró y después solté una pequeña carcajada contagiando a Happy.

— ni nos mires así – trate de no seguir riendo – tú tienes la culpa – me miró y río Jacob
— lo admito – levantó las manos en señal de rendimiento – pero estoy aburrido mini Stark – rode los ojos por el apodo que me puso
— solo esperamos unos minutos más en lo que llega mi mamá – me senté de nuevo
— ¿Podemos jugar algo por mientras? – pregunto
— Happy – el asintió y de un cajón saco mi consola de videojuegos y el disco de Smash Bros

Cuando venía a trabajar con mi papá, siempre me aburría al igual que el, le pidió la consola y un videojuego, desde entonces siempre que nos aburrimos nos ponemos a jugar, cuando Happy espera a mi mamá y yo estoy con el, nos ponemos a jugar.
Nada de otro mundo, mi mamá prefiere mil veces que estemos entretenidos con algo a que la estemos fastidiando con "Ya me quiero ir" o "¿te falta mucho?" .

Y pues ahorita es el momento indicado para que no me esté jodiendo y pueda trabajar a gusto.

(…)

Daba vueltas en la silla tratando de distraerme, mi primo y Happy seguían jugando, mi mamá aún no llegaba, lo que resultaba a ser que vendría mi papá para acá.

La puerta fue tocada lógicamente di permiso para entrar, la secretaria y un hombre alto, cabellos oscuros y ojos avellana entro, se veía de unos cuarenta y tantos, pero bien conservado.

— señorita Stark – le sonreí para que siguiera – este hombre desea hablar con su padre – alce una ceja
— mi padre aún no llega – mire al hombre
— es lo que le dije pero se niega – me puse de pie
— yo lo atiendo Alena – me miró
— pero Señorita Stark – negué con media sonrisa
— no te preocupes – ella asintió – cualquier cosa aquí está Happy – el mencionado la saludo
— esta bien señorita Stark – le sonreí y se retiró
— dígame señor...– lo miré
— Stone – contesto – Clément Stone – asentí
— dígame señor Stone ¿que es lo que necesita de mi padre? – pregunte
— creo que este asunto es de adultos – me miró de arriba abajo – este tema no le incumbe a una muchachita – enarque una ceja
— trabajo en la empresa de la familia – me apoye en el escritorio – me dan una gran responsabilidad a mi diesisiete años creo que me tienen la suficiente confíanza para poner algo tan importante en mis manos – mire la oficina y sonreí

— este tema solo lo hablaré con Anthony Stark – se puso serio
— pues aquí estoy – todos nos giramos a la puerta donde entró mi papá junto a mi mamá
— muy bien – hizo una media sonrisa más hipócrita Clément – hablemos a solas – entrelazó su mano
— bien – miró a mi mamá quién asintió y le hizo una seña a Jacob y a Happy – Happy te quedas a fuera – asintió –  Alex toma asiento – fui al sillón y me senté
— dije a solas Stark – mi papá asintió
— ella es una Stark – sonrió divertido mí papá – se queda y es mi última palabra – Stone se dio por vencido

Todos salieron quedando solo nosotros tres, un silencio se hizo.

— al grano – habló mi papá
— es sobre el apellido Stark – y de momento a otro el ambiente se puso serio – no eres biológicamente un Stark – me puse de pie

Sé que cuando mi papá se pone nervioso u hay un ambiente tenso se comienza a reír con una pizca de sarcasmo.

— ¿De qué mierdas estás hablando? – soltó con molestia
— Fuiste adoptado por los Stark – mi papá se dejó caer en el sillón
— quiero pruebas – hablé por primera vez
— ahí las tienes querida – dejo su maletín en el escritorio.

Mi papá no estaba en sus cinco sentidos, eso está claro, este hombre necesita pruebas, lo que está diciendo es muy serio y delicado.

No es cualquier cosa.