Frente a la parada de el autobús, había un pequeño café, con sillas afuera, el cartel decía "El grano de café y la hoja de té", Amelia pensó que era una broma y rodó sus ojos, cruzo la calle y se sentó en una mesa fuera del local, de este salio un joven muy bien parecido, tenia su cabello celeste, era muy guapo.
- Buenos días, bienvenida a "El grano de café y la hoja de té", que le puedo servir.
- Umh... -no estaba segura de lo que diría, ademas su libro de traducción se había quedado en el pequeño velador junto a la cama de la habitación, ahora mismo se sentía una tonta, no podría empeorar. Miro al lindo mesero y le hizo una seña de despedida con la mano.
- Espera - Amelia se giro sorprendida y feliz - yo hablo español ¿y tu?.
- Si, soy de américa, ¡oh gracias a Dios!, no se en que estaba pensando cuando vine a un país del cual no se el idioma - se lamentaba entre risas - deje mi libro de traducción en el hotel y... oh lo siento, no he tenido una conversación fluida con nadie desde que llegue...
- Tranquila, toma asiento ¿que te puedo servir? - dijo muy amablemente el joven, poniendo una cara graciosa.
- Si, bueno no se que venden ademas de café... tienen carta o algo así - Miro al mesero ambos rieron - O que me recomiendas...
- Yo... - dijo con una sonrisa hermosa y inclinándose un poco para darle la carta a Amelia, quedando a escasos centímetros de ella - te recomiendo este... - apunto una imagen en la carta...
- Se llama Rose Hazelnut Latte, puede ser frió o caliente, es mi favorito - aseguró, miro fijamente a Amelia que parecía que en cualquier minuto iva a acariciar el rostro de aquel muchacho - ¿Y? ¿aceptas?
- Si, digo ¿Que? - le había perdido la atención por completo a lo que decía - ¿Aceptar que?
- ¿Mi recomendación?
- Si, definitivamente quiero un rosa henselnuez late - mierda eso no salio bien pensó Amelia, que al parecer ya no recordaba como coquetear... acariciaba su barbilla y sus labios, tenia una sonrisa coqueta, y su rostro rosa quemaba.
- A la orden, señorita americana - dijo el mesero sonriendo, asiendo énfasis de la palabra "Americana", se alejo de la mesa de Amelia para adentrarse en el local.
Amelia seguía babeando, pensando en lo cerca que tubo al guapo mesero, pero antes que pudiera fantasear con el, su café ya esta saliendo por la puerta del local en manos de un sonriente mesero, era bastante temprano y solo estaba ella y una pareja, fue muy rápido.
- Su pedido hermosa dama - le entrego su café con una reverencia, tal como lo haría un príncipe.
- Gracias... - se pauso para conseguir el nombre del príncipe.
- ¿Mesero?... - rió y se sonrojo - Min Yoongi, a su servicio señorita... - ahora el se pauso para saber el nombre de la chica americana.
- Amelia, un placer Yoongi, eres la persona mas amable con la que me ha tocado hablar desde que llegue a Corea - ambos se estrecharon las manos.
- Um, pensé que era el único con el que habías hablado - hizo un mini puchero y miro el piso.
- Fluidamente, si - ambos rieron.
- Bueno disfruta tu café, esta preparado especialmente para ti, es un regalo... de bienvenida ¿si?... - Amelia asintió y Yoongi se alejo para entrar de nuevo al local, antes dio una pequeña mirada hacia Amelia y le sonrió de lado, la chica solo enrojeció y su corazón comenzó a darle patadas por dentro, estaba nerviosa.
Después de un rato Amelia casi terminaba su café, el cual estaba delicioso, la recomendación de Yoongi había acertado, necesita una escusa para entrar al local y volver a hablar con el, ademas de guapo el chico hablaba español, era la única persona con la que podría hablar o pedir ayuda, solo conversaría un rato con el y intercambiarían números o al menos ese era el plan.
*Min Yoongi apareció*
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Extraño amor
FanfictionLa vida de Amelia siempre fue muy normal, hasta que aparecieron chicos en su vida, era muy enamoradiza, había sufrido mucho por amor a sus 18 tomo una decisión y cinco años después pudo cumplir su deseo, viajar por el mundo... el amor es como el des...