Capítulo 1

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La chica ya disfrazada de chico entra al Instituto y se dirige a su habitación compartida, es pequeña pero agradable, parece un buen lugar para estudiar, que es lo único que le importa en estos momentos. Al entrar ve a un chico rubio, de hermosa figura, su rostro bien perfilado y los musculos de sus brazos al parecer esculpidos por los Dioses y esos ojos que.... ¡¿QUÉ ESTOY PENSANDO?! ¡Ahora soy Takashi!.


— Ho-hola, mi nombre es Misa... Digo, Takashi Ayuzawa— sonríe insegura e intenta hacer su mejor voz de hombre


En cuanto al perfecto rubito, también era su primer día de clases aunque no era la primera vez que estaría aquí después de todo en esa escuela se podía entrar desde niño, lo único malo era que no había una sola chica, era un infierno para los pervertidos, pero era un lugar normal para gente como él atleta, talentoso e inteligente para todo, había escuchado que enviarían a un estudiante nuevo a su cuarto.


— Veamos quién será el chico nuevo al que molestaré en mi último año — decía sonriendo esperándolo en el sofá, con un pie sobre su rodilla y apoyando su brazo al sofá con su cabeza sobre su puño, cuando escuchó llegar al chico nuevo que abre la puerta — ya era hora que llegaras... — decía con una voz indiferente


Ante esa actitud de chico popular inmaduro creído e indiferente ella no tuvo más que responder a sus provocaciones, no por ser una chica o al menos no tener la musculatura que debería tener siendo un "chico" dejaría que la tratarán así.


— Pues discúlpeme usted su alteza — responde sarcástica poniendo las manos en su cintura


Al escuchar su sarcasmo, el rubio camina hacia donde el chico y lo acorrala contra la puerta.


— Niño procura entretenerme, quiero divertirme este año — decía con una sonrisita — y si es necesario te usaré como mi juguete — hablaba como si fuera su amo desde el momento en que la desafortunada joven entró en el lugar 


Al principio conmocionada por su actitud la morena solo pudo tragar saliva, después miro sus penetrantes ojos esmeralda y sintió como si viajara en su imaginación a otro mundo.


Parpadeó un par de veces para volver en si.


— ¿Yo? ¿Tu juguete? No vine aquí a que un fanfarrón me ordene que hacer — respondió apartándolo con fuerza


— Lo serás tarde o temprano... — le guiñó un ojo y sonrió al sentir como le apartaba, así que luego caminó hacia su cama que estaba junto a la de la morena y se sienta recostando su espalda — por cierto vístete rápido si no quieres perderte la ceremonia de iniciación — decía mientras observaba al techo sin demasiado interés


— Cl-claro — dijo la chica cláramente nerviosa sacando el uniforme torpemente de la maleta para después meterse en el baño — puedes adelantarte dijo desde el baño para poder ocultar todo lo que tenía que ocultar sin preocupaciones


— Por supuesto... — decía levantándose de su cama, para ir a la puerta pero algo le decía que esperara a aquel extraño chico así que abre y cierra la puerta fingiendo que se había ido y se sienta en su cama mirando a la puerta del baño que se podía ver desde esta.


Mientras tanto la chica se viste lo más rápido posible intentando disimular sus pocos trabajados músculos bajo la blanca camisa, luego abre la puerta apresurádamente mientras coloca su chaqueta con dificultad.


— Maldición no entra — se queja olvidando cambiar de voz, hace más esfuerzo y el brazo termina de deslizarse por la manga de la chaqueta


El apuesto hombre sentado en su cama escucha y observa todo lo que él hace, provocando una sonrisa en el muchacho.


— Vaya... Que linda voz y cuerpo tienes — decía con un tono un poco malvado y burlón


La muchacha estaba a punto de abrir la puerta y ese comentario la detiene en seco.


— Ehh... Esto... Yo aún no cambié del todo la voz — dice volviendo a su tono masculino — tampoco hago mucho ejercicio eso es todo


Usui le mira curioso.


— Bueno comienza a hacer ejercicio y a cambiar tu voz, si no te confundirán con una chica y terminarás recibiendo burlas — dice aparentando estar algo preocupado


— Lo haré, ah, y si sigues mirándome de esa manera a los dos nos tacharán de gays — intenta sonar convincente, esos ojos verdosos no la dejan relajarse, malditas hormonas — llegaremos tarde — abre la puerta y comienza a caminar sin esperar al rubio

La chica infiltrada [Kaichou wa maid sama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora