Capítulo 6

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— Ey ¿Cómo te llamas? Eres nuevo ¿Verdad? — rompió el silencio uno de los chicos que estaba en la mesa


Era moreno, unos hermosos ojos mieles y una sonrisa de infarto y no solo eso, también tenía ese increible y musculoso cuerpo esculpido por las mismas mus... ¡Deja de pensar en eso y responde!


— Sí, soy nuevo, mi nombre es Ta... — el rubio interrumpió a la chica


— Se llama Takashi, no hables demasiado con él, es un chico muy aburrido — respondió Usui de mala gana "acomodándose", puso el codo sobre la mesa y la cara en su mejilla, su pierna sobre la otra ocupando casi todo el banco


— Vamos Usui, compórtate un poco, vas a hacer que no quiera compartir habitación contigo — ríe su otro amigo, pelirrojo con el flequillo sobre su ojo derecho, ojos azules y obviamente, sonrisa perfecta — mi nombre es Akiba


— Y el mío es Neon — dijo el otro chico con una sonrisa tomándole a la muchacha una de sus manos — wow... Que suaves tienes las manos ¿Qué crema usas? — preguntó aquel moreno agariciándola con los pulgares


— No deberías tocarle, es un mal bicho — bufó Takumi dando un manotazo en las manos de los chicos haciendo que se soltaran


— ¡Ey! ¿Pero de qué vas? — le preguntó la morena algo enfadada por esa mala conducta


— Baaaka, no tengo nada que decirte — se burló con una sonrisilla en sus labios


¡Usui! ¡Eres una de las personas más insufribles del planeta! pensó Misaki.


— ¿Qué te pasa Usui? Normalmente estaría gastando bromas — miró a Usui y luego a Neon


— Cierto, hoy estás de mal humor — asintió el pelirrojo


— Pfff yo ya he acabado la comida, me marcho — Usui se levantó de la mesa marchándose a grandes zancadas con las piernas algo abiertas a cada paso y gruñendo


— Se ha dejado toda la comida en el plato — pensó Misaki en voz alta


— Normal, la comida está asquerosa — dijo Akiba revolviendo la comida de su plato


— La comida que nos sirven aquí siempre es así, solemos escaparnos en las tardes e ir a alguna tienda a comprar comida, luego la escondemos y cuando tenemos hambre vamos allí — inmediátamente se cubrió la mano con la boca 


— Baka — golpeó su cara contra la mano, luego miró a Misaki y sonrió — bueno, ahora que sabes nuestro secreto tendrás que guardárnoslo, si Usui se entera de que te lo hemos dicho nos matará — puso el dedo índice en sus labios como símbolo de silencio y guiñó el ojo


— No diré nada, realmente desde un principio no iba a decir nada — se levantó de la mesa — también he terminado


Se fue diréctamente a la biblioteca, realmente tenía hambre, no había comido casi nada. Entró en aquella silenciosa sala y sonrió, le agradaba ese silencio.


Fue hacia las enormes filas y filas de libros tomando unos 5, eran pesados pero eso no importaba, era bastante fuerte.


Después caminó hasta el final de la biblioteca buscando la mesa más alejada de la puerta por la cual podría entrar el murmullo. Cuando estuvo al final miró a su derecha y casi se le caen los libros.


— U-¿Usui? — se preguntó a si misma tratando de poner los libros de nuevo en equilibrio


Como pudo los colocó sobre la mesa y se sentó. Se quedó unos segundos para contemplar a aquel bello durmiente.


— Ps, si iba a dormirse ya podría ir a la habitación — pensó en voz alta al ver que no tenía ningún libro


Sin dejar que la presencia del rubio influyera un poco más en ella comenzó a leer los libros. 


"Es natural, pero erróneo, visualizar la singularidad como una especie de punto preñado que cuelga en un vacío ilimitado y oscuro. Pero no hay ningún espacio, no hay ninguna oscuridad. La singularidad no tiene nada a su alrededor, no hay espacio que pueda ocupar ni lugar. Ni siquiera cabe preguntar cuánto tiempo ha estado allí, si acaba de brotar a la existencia, como una buena idea, o si ha estado allí siempre, esperando tranquilamente el momento adecuado. El tiempo no existe. No hay ningún pasado del que surja."


Filas y filas de letras se iban amontonando, una tras otra, sin final. Los ojos de la morena comenzaban a pesar, más y más.


Finalmente no pudo más y se durmió.


Tras varios cuartos de hora despertó, al abrir los ojos casi cae de la silla.


— ¡Usui! — gritó más de la cuenta para estar en una biblioteca haciendo que alguien pronunciara un sonoro y largo "Shhh" — ¿Q-qué haces?


El rubio la mirada serio, a centímetros de su cara, apoyado al igual que ella en la mesa, la misma posición solo que mirándola, casi podían sentir su respiración.


— Jaja, deberías haber visto tu cara al despertar — se levantó y le pasó la chaqueta por encima a la chica que le miró sorprendida — si vas a seguir durmiendo quédatela o enfermarás, yo ya me voy


Se despidió cuando ya estaba de espaldas con la mano y metió esta misma en el bolsillo.


— ¿Usui?... — dijo antes de volver a su misma posición y dormir otra vez 

La chica infiltrada [Kaichou wa maid sama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora