La chica infiltrada [Kaichou wa maid sama]

Capítulo 4

La chica solo asiente sin interés.

— Pero antes quiero que admitas que soy mejor que tú y que soy el mejor alumno de la institución — se cruza de brazos y fija sus ojos en ella con una sensual sonrisa en su rostro

— Ni en tus mejores sueños — dice con la vena de la frente hinchada — dime lo que quieras estos dos días rápido — se impacienta

— Mm, lo siento por ti si hubieras dicho esas palabras no te hubiera puesto a hacer nada, pero bueno si así lo deseas seras mi sirviente personal, lavarás mi ropa harás la limpieza y tendrás que usar esto jeje — le muestra un traje de maid

— Don... ¿¡PERO SE PUEDE SABER DÓNDE ESCONDÍAS ESO!? — grita con una gota de sudor bajando por su frente y señalando aquel traje

— Eso no es lo importante, lo que importa es que deberás usarlo — se lo entrega

— ¿QUÉÉÉ? ¡No puedo ponerme eso! — dice sonrojada y nerviosa porque con ese traje obviamente descubriría su sexualidad debido a sus no trabajados músculos — porque soy... Un hombre ¡No me vestiré así!

— Hicimos un trato o es que no tienes palabra, a caso no tienes... HONOR — le mira con una sonrisa malévola — además, aunque seas un chico pienso que este traje de maid te sentará muy bien

— ¿Qué... Dices? Maldito... — su mirada se vuelve oscura — ¡Por supuesto que tengo! — dice sin pensar, cegada en el enfado

— Sabes qué, te daré una ultima oportunidad, di que soy mejor que tú y que soy el mejor alumno de esta institución y no tendrás que hacerlo qué me dices — dice para provocarle

— ¡Me niego me niego me niego! — contesta con más orgullo que vergüenza, agarra con rabia el traje y se encierra en el baño

— Está bien maid te espero aquí afuera — se burla en voz alta

¿Ma-maid? repite en su mente la morena roja de furia y vergüenza.

— Maldito Takumi... — comienza a colocarse el traje de maid y a los minutos asoma la cabeza por la puerta — esto es humillante...

— Oh veo que ya estás listo lindo maid-san — dice levantándose y acercándose

La muchacha sale dejando que la puerta se cierre lentamente detrás suya.

— Jaja te ves lindo — dice con un tono de sarcasmo demasiado obvio — un momento...  Algo no anda bien aquí — toca los brazos y el estómago de Takashi — tienes los brazos y el estómago como los de una mujer, además de que tienes algo de curvas... Esto está mal, tendré que ponerte en forma, vendrás conmigo después de clases — dice sonriendo burlón — de momento ve a lavar mi ropa maaaid-san

— ¿Te piensas que soy la criada o algo así? — responde malhumorada — y n-no iré contigo al gimnasio

— Un trato es un trato — le dice mientras le tira la ropa sucia — gimnasio quién dijo gimnasio practicaremos karate solo lo hago porque no quiero que piensen que tengo un compañero débil como una mujer — ese último comentario casi hace que la chica le tire la lámpara a la cabeza

— Ahh claro, pero obviamente no soy una mujer — se truena los dedos — prepárete porque en el karate no tendré nada de piedad Usuuui — lo desafió ya que sabía que era bastante buena en realmente casi todos los deportes

— Bueno como tú digas, pero creo que mi ropa no se lavará sola — le dice mientras ríe

La muchacha cansada de esa actitud de principito se da la espalda y se lleva su ropa.

— Usui baka... — murmura avergonzada por ese atuendo

El apuesto chico mira la espalda de Takashi salir por la puerta, luego resopla y se acuesta en su cama como un leve sonrojo.

— Por un momento pensé que era mujer — contestó cubriendo su avergonzado rostro con la mano — ¡Que estúpido! Si no consigo que saque músculo y cambie esa actitud femenina ¡Conseguirá que me vuelva bisexual!

Al cabo de un rato la maid vuelve con la ropa limpia y se sienta en la cama algo cansada.

— Oh veo que estás cansado, supongo que eres demasiado débil, estando así supongo que ya no pensaras en ir a practicar karate conmigo ¿Verdad? — le dice mientras se esta cambiando para ponerse su traje de karate

— No gracias — bufa, se tumba y cierra los ojos para no ver de nuevo aquel trabajado y esculpido cuerpo

— Oye que es lo ¿Qué te pasa? — pregunta confundido — un hombre no se apena frente a otro eso solo lo hacen las mujeres ¿O es que acaso eres una mujer?