La chica aprieta la bandeja de comida con furia.
— Ey, hola — y aparece el rey de Roma
— ¡Maldito Usui aprende a guardar los secretos! — grita la chica tirándole la bandeja de comida
— ¡¿Por qué demonios has hecho eso?! — grita el rubio quitándose la comida de encima
— Lo siento Usui, fue mi culpa, le he dicho que nos has contado su secreto... No pensé que fuera a importarle — se disculpa el chico agachando la cabeza
— Takashi, es una tontería, no debiste ponerte así — dice Akiba con el ceño fruncido poniendo una de sus manos en el hombro de la chica
— ¡¿Cómo que una tontería?! — dice ella nerviosa, por suerte es muy temprano y no hay casi nadie
— ¿Pero que diablos te pasa imbécil? Tan solo les conté que te pinté la cara en la biblioteca mientras dormías, como si fuera un gran secreto, casi todo el instituto te vió — dice enojado revolviendo su cabello para quitar los cereales
La chica tomó aire para gritarle de nuevo hasta que su cerebro pudo procesar lo que acababa de decir aquel rubio.
— Espera — dijo Misaki mientras se hundía en la tumba que acababa de cabar ella misma
— ¿A qué? ¿A qué me tires también la bandeja de los demás? ¡Si ¿Por qué no?! — dijo el chico sarcástico — me voy a la habitación a ducharme OTRA VEZ — destacó esas dos últimas palabras y se fue enojado
Misaki se quedó mirando al vacio, no podía aceptar que acababa de cagarla, y mucho. Solo le apetecía despertar de repente en su cama y darse cuenta de que había sido un maldito sueño. Joder, tenía que haber sido un sueño. Esto no podía estar pasando.
— Oye Takashi, Takashi — decía Akiba mientras agitaba a la muchacha
Pero ella no le escuchaba, seguía pensando en lo que acababa de hacer. Luego cuando pudo volver en si cubrió su rostro con sus manos y reprimió un grito.
— Soy un maldito monstruo — dijo entre dientes y luego salió corriendo al jardín
Siguió corriendo hasta llegar a los límites de la escuela y se sentó detrás de un gran abeto metiendo su cabeza entre sus piernas y metiendo sus dedos por su cabello.
Respiró varias veces profúndamente y cuando no pudo más dió un gran grito.
A decir verdad, el instituto fue construido lejos de cualquier ciudad y con un jardín enorme justo para eso, para que cuando algún estudiante se sintiera frustrado y quisiera desahogarse fuera allí a gritar.
— ¡Mierda mierda mierda mierda! — revolvía sus cabellos con frustración — ¡Soy una maldita imbécil! ¡Mierda Misaki eres idiota!
Tiraba de su cabello para hacerse daño, autocastigándose.
— Si sigues haciendo eso terminarás por arrancarte tu precioso cabello, Misaki
La morena ladeó la cabeza y miró a su lado. Allí estaba, ese rubio de ensueño al que acababa de tirarle una bandeja de comida sin motivos.
— ¿Usui? ¿Por qué estás aquí? — respondió con algo de vergüenza, ella acababa de hacerle eso y él estaba tan tranquilo
— Ya me duché y le pregunté a los chicos dónde estabas, dijeron que te fuiste corriendo al jardín y como todo está muy silencioso solo seguí tu grito y corrí hacia ti — metió las manos en sus bolsillos y apoyó su espalda e el árbol
— ¿No me odias? — dijo ella suspirando
— Un poco — dijo como si no fuera la gran cosa — pero te lo perdonaré porque ya se tu nombre — la miró con una sonrisa — Misaki
— Po-por favor no me llames así dentro del instituto, podrían descubrirme
— Y me lanzarías otra bandeja de comida — dijo chistoso provocando la risa de la morena
— Está bien, no más bandejas de comida, lo siento mucho — dijo levantándose del suelo
— ¿Volvemos? Van a empezar las clases
— Oye, entiendo que te guste ganar, pero no tienes que ser bueno conmigo por eso, lo que te he hecho ha estado muy mal de mi parte — sacudió sus pantalones y se giró hacia el instituto
— ¿De qué hablas? — preguntó mientras seguía a la morena
— Pues eso, el trato, estás tratando de enamorarme, por eso estás aquí — rodó los ojos — bueno da igual, vamos — comenzó a correr
Usui siguió al mismo ritmo viendo la espalda de la chica, apretó un poco los puños dentro de sus bolsillos y respiró profundo.
— ¿Por qué me siento así? — se preguntó a si mismo
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La chica infiltrada [Kaichou wa maid sama]
FanfictionDesde que era pequeña mi madre la cual me crió sola me enseñó a ser mejor, mejor que todos incluso que los hombres. Desde ese momento me prometí dar lo mejor de mí. Pero en un mundo donde los hombres tienen una injusta preferencia me vi obligada a o...