La chica infiltrada [Kaichou wa maid sama]

Capítulo 5

La morena se queda de piedra al escuchar eso y se rasca la nuca con nerviosismo mientras ríe de forma molesta, tal y como lo hace un chico, según ella.

— ¿Q-qué? Ay pero que tonterías dices Usui jajaja — se carcajeó la morena

El rubio al verla reir de ese modo entrecierra los ojos como diciendo "Está loco".

— Sí, tienes razón, alguien como tú no puede ser ni siquiera un hombre — al escuchar eso la vena de la frente de la morena se hincha y cierra su mano en un puño para pegarle

Lo dirije con fuerza al rostro del desprevenido rubio y consigue darle haciendo que caiga en su cama, luego la miró sorprendido acariciando su mejilla que comenzaba a enrojecerse.

Misaki, al darse cuenta de lo que hizo retrocedió unos pasos, ahora él podría denunciarla por agredirle y todo su plan de buenas notas iría diréctamente a la basura. Todo ese esfuerzo para nada ¿Por qué no pudo controlar a tiempo sus acciones?

— Vaya, ahora resulta que el debilucho no lo es tanto como pensaba — el rubio ríe ruidosamente y luego lo mira cruzando las piernas — esa actitud ya me gusta más

La chica no sabe si sentirse aliviada y si golpearse a si misma ¡Este chico es estúpido! ¡¿A quién mierdas le gusta que le peguen un puñetazo de esa forma?!

Aunque muy en el fondo ella se alegra de que le haya tocado un compañero tan tontito.

— Eh si, obvio estaba probándote que no era un debilucho... — dice rápidamente escusándose, pero es obvio que lo que ha pasado es que ese rubio la sacó de sus casillas

— Bueno, ya que sabemos que eres un chico más, vamos al comedor o nos quedaremos sin — mira el horario de comidas — oh ¡Fantásico! — dice con sarcasmo — ¡Si no nos damos prisa nos quedaremos sin coliflor hervida Takashi! ¡No puedo permitir que nos quedemos sin comer esa delicia! — aplaude y sonríe gaymente para resaltar que está de broma en todo lo que dice

— Estás como una completa cabra Usui — niega con la cabeza y ríe, es la primera vez que realmente se siente afortunada y cómoda con su compañero de habitación — pues a mí me encanta la coliflor

Usui la mira con asco y desprecio arqueando una ceja y sacando la lengua, luego señala con su dedo índice su boca abierta como diciendo "Voy a vomitar del asco que me da eso".

— Está asquerosa, ya te digo yo que algo que sabe tan repujnante, no puede ser bueno por mucho que quieras — dice más tranquilo poniéndose los zapatos haciendo esfuerzo por calzarlos con los dedos

— Bueno, prepárate rápido, recuerda que soy nueva y no sé dónde está cada lugar aquí, esto es inmenso y... — el rubio la interrumpió

— ¿Dijiste "nueva"? — casi se atraganta al decir eso, deja de colocarse los zapatos y la mira

— ¿Eh? ¿Eso dije? S-será tu imaginación, bueno venga date prisa date prisa jejeje — seca sus sudorosas manos en los muslos de su pantalón y sonríe nerviosa haciendo leves muecas

— Sí, debe ser eso — volvió con más calma a sus zapatos y una vez puestos se levantó metiendo las manos en los bolsillos y comenzando a caminar hacia la salida

Misaki suspira y pone la mano en su pecho, su corazón está acelerado. Y es que él casi descubre la mentira... Y obviamente no es esa clase de persona que se quedaría callada y sin causar problemas.

Seguramente le haría toda clase de humillaciones para después decírselo a la directora.

¡Mierda, solo llevas apenas unos días y casi lo arruinas todo! ¡Tienes que estar aquí 1 año entero para poder cambiar de compañero! ¡No lo arruines! piensa la morena que camina hacia la puera mientras las piernas le flaquean.

— Vamos Takashi — canturrea Usui — tú eras el que decía que le gustaba la coliflor y ahora te estás quedando atrás, aunque no te preocupes, yo te regalaré la mía sin problemas

— No gracias — sale metiendo también las manos en los bolsillos para que no se le note que tiemblan

Llegaron al comedor y ya estaba casi lleno de gente, se pusieron en la cola con una bandeja y la fea cocinera les fue echando la comida, hasta llegar a la coliflor. Usui puso cara de asco y ella lo notó así que también le miró mal.

— No me mire mal señora, es que ¿Acaso esto es comestible? — al decir eso todos los de la fila y las mesas cercanas se rieron, si que era popular

La chica solo aceptó su comida asintiendo como agradecimiento fue a sentarse en una mesa con 2 chicos más junto al rubio, era incómodo pero no podía quedarse al margen de todo o la tratarían como el rarito, si eso pasaba seguro se metían con ella y acabarían descubriendo todo.