Cartas diarias de Julián y fiesta de bien venida.

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Correo electrónico de Juliángermanottammf@gmail.com
Para GermanottaFran507@gmail.com
Querido hermano, hoy, como lo he dicho en escritos anteriores es un día muy especial para mí.
Hoy mismo comienza la mudanza a la casa de Nadia, y eso significa un nuevo comienzo, una nueva oportunidad, un cambio que espero que sea bueno.
Acabo de terminar de cargar mis cosas al carro de mudanzas y en este momento me encuentro viajando en el auto con destino a mi nueva casa.
Con respecto al correo anterior:
Sí, he recibido las noticias sobre Verónica, pero no te preocupes porque los niños estarán conmigo mientras tanto.
Hablé con Bruno para que los traiga hasta aquí y envié por correo un permiso para que él pueda salir del país con mis hijos, y estarán aquí uno o dos días antes de la semana santa.
Ahora sí, aclarado todo, quería pedirte disculpas por no haberte escrito mucho en este último mes.  Estuve con mucho trabajo y bueno, entre tantas cosas, una cena en la casa de Nadia para conocer a sus hijos, que por cierto, son maravillosos.
He conocido a sus cinco hijos y tienen todos personalidades únicas, pero hasta ahora, solo me he centrado en una y pienso en acercarme a otra más.
La niña se llama Valentina Jazmín, pero por algún motivo que desconozco, no le gusta el nombre Valentina y por eso prefiere que la llamen Jazmín.
Ella, es una niña muy paciente, tierna, tranquila y comprensiva que también demuestra ser muy sensible.  Me ha llamado mucho la atención su historia, como la supo llevar y el modo que tiene de enfrentar la vida y las diferentes situaciones que se le presentan.
No he pasado mucho tiempo con ella y aún así se ha convertido en alguien muy especial para mí, hay algo que no sé sobre ella que quisiera saber y por eso me he estado fijando en su personalidad y sus comportamientos.
Aunque no lo creas, la primera vev que la conocí, no sé por qué me recordó a ti.
Sus ojos, su sonrisa y algunos gestos se me hicieron semejantes a ti y aún pensando que es una locura no sé por qué.
El niño, o en este caso y queda mejor dicho , joven en el que me quiero centrar, se llama Ángelo y por lo que he podido observar, ama la música con gran pasión.  No me he acercado a él lo suficiente como para descubrir su personalidad pero he visto que es muy protector de Jazmín y eso habla muy bien de él.

Diario de Jazmín.

¡Estoy muy feliz!
Acaba de llegar Julián en su auto y conél, el camión de mudanzas que trae sus cosas.

Dejé de escribir por un momento porque quise salir a fuera para saludar a Julián, y obviamente ayudar con sus cosas y llevarlas al cuarto de mamá.
En este momento no puedo explicar lo feliz que estoy, ya quiero que Julián se acerque a la puerta para sorprenderlo con un gran abrazo.

Por fin terminamos de acomodar todas las cosas de Julián, pero aún no lo he podido saludar como corresponde; solo desde lejos nos hicimos gestos y muecas graciosas, pero yo quiero darle un fuerte abrazo.  Así que si yo quiero dárselo, lo voy a tener que ir a buscar.

Me vine hasta la sala, y acá está Julián hablando con mamá, pero no quiero interrumpir.
Mamá, me mira:
--Hija. ¿Qué hacés acá?
Julián, mira a mamá:
--Déjala, no está haciendo nada.
Yo:
--Solo quiero saludar a Julián como corresponde.
Julián:
--¿Y qué esperas?
Yo, en ese momento, sentí una gran felicidad y me acerqué casi corriendo hacia él, como si fuera un niño que se encuentra con su papá después de un largo día de trabajo.  Él se puso de pie y me recibió con los brazos abiertos.  Yo solo exclamé con una sonrisa de oreja a oreja:
--¡Julián!
Él sonrió y contestó:
--¡Cuánta felicidad! A mí también me alegra verte.
Mamá, solo miraba con asombro y Ángelo, que pasaba por ahí de chusma, sonriendo dice:
--Owww, ¡qué tiernos!
Yo, dejé de abrazar a Julián y lo miré a Ángelo:
--¿Qué mirás?
Julián, sonriendo:
Creo que él también quiere un abrazo.
Ángelo, alejándose:
No, yo no quiero.
Julián corre a perseguirlo y yo me empecé a reír a carcajadas hasta que lo atrapó y consiguió abrazarlo:
--¡Ven acá campeón!
Ángelo, sonrió de una manera que no lo había visto en mucho tiempo, y junto con él, yo sonreí.
Mamá:
--Sí chicos, es todo muy lindo, pero ya es un poco tarde y creo que se deberían ir a dormir.
Julián, suelta a Ángelo:
--Sí, su madre tiene razón.
Ángelo y yo le hicimos unas muecas a Julián y nos fuimos a nuestros cuartos.

Sólo Cerré Los Ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora