Cuando me recuperé de ese estado, me di cuenta de que estaba con los ojos llenos de lágrimas, y Ángelo estaba a mi lado preguntándome si estaba bien y tratando de calmarme.
Yo:
--Sí, estoy bien.
Ángelo:
--¿Por qué estabas llorando?
Yo:
--Ni siquiera yo sé la razón.
Ángelo:
--¿Qué hay en la mochila?
Yo:
--Nada, es solo un regalo que me dio Julián ayer.
Ángelo:
--¿Lo puedo ver?
Yo, le muestro la cajita:
--Sí, es esta cajita musical. Julián, cuando me la dio me dijo que era de alguien muy especial para él y por eso quería que yo la conserve.
Ángelo, miró la cajita por un instante y fue él en ese momento quien se quedó congelado.
Yo:
--¿Te gusta?
Después de unos segundos él reacciona:
--¡Sí claro!
Yo:
--¿Qué te pasa? Parece como si hubieras visto al cuco en tu armario, digo, te quedaste congelado por unos segundos.
Ángelo:
--Sí, pero no me hagas caso, son solo ideas mías.
Yo:
--No, ahora me lo vas a decir. ¿En qué pensabas?
Ángelo:
--Nada, es solo que me pareció haber visto esa cajita antes, hace mucho tiempo, no sé, se me hace familiar por eso estoy así.
Yo:
--¡Qué raro!
Ángelo:
--Bueno, ahora cambiemos de tema. ¿Cómo vamos a recibir a Julián?
Yo:
--Con música copada y mucha buena onda.
Ángelo:
--¿Decís que hagamos una fiesta?
Yo:
--Sí, ¿Por qué no?
Ángelo:
--¿No te parece mucho?
Yo:
--No me refiero a una fiesta con los parlantes a todo dar y reflectores. Yo me refiero a algo más sencillo, con música tranquila y algo para darle la bienvenida a la casa
Ángelo:
--Sí, bueno, yo me hago cargo de la música.
Yo:
--Yo no sé qué puedo hacer para él.
Ángelo:
--Le podrías regalar algo también, ya que él te regaló la cajita.
Yo:
--Sí, ¿Pero qué?
Ángelo:
--MMM, habría que preguntarle a mamá qué cosas le gustan a Julián.
Yo:
--Pero sabés que a mamá no le gusta que la molesten con esas cosas.
Ángelo:
--Sí, es verdad.
Yo:
--Bueno, él es un hombre tranquilo, muy sereno, inteligente y muy sonriente.
Ángelo:
--Con respecto a la música, no sé por qué, pero algo me dice que le gusta la música clásica y la ópera.
Yo, riéndome:
--¿Estás seguro?
Ángelo:
--Sí, no sé, eso supongo yo.
Yo:
--Igual, me supongo yo que vas a tener un repertorio variado, ¿No?
Ángelo:
--Sí, obvio.
Yo:
--Genial, entonces sí.
Ángelo:
--¡Ya sé cuál puede ser tu regalo!
Yo:
--¿Cuál?
Ángelo:
--Le podemos cantar una canción de parte de los dos.
Yo, algo insegura:
--Sí, ¿Pero qué canción?
Ángelo:
--MMM, bueno, Julián es italiano, así que yo creo que sería un lindo gesto si le cantamos algo con respecto a su país y su cultura.
Yo:
--Sí, pero tenemos que pensar bien la canción así la empesamos a ensayar ahora mismo.
Ángelo:
--¿Qué te parece “Arrivederci Roma”?
Yo:
--No, es un poco triste, yo diría que cantemos algo más alegre.
Ángelo:
--¿Y si cantamos L’italiano? ¿O Bella Ciao?
Yo:
--Sí, son muy buenas elecciones, pero yo prefiero Nel Blu_ Dipinto Di Blu.
Ángelo:
--¡Me copa!
Yo:
--¿Sí?
Ángelo:
--Sí, está buenísima. Ya voy por la guitarra y ensayamos.
Yo, solo le sonreí y él corrió a su cuarto.Había dejado de escribir porque estuvimos ensayando bastante y le hicimos unos arreglos a la canción que quedaron increíbles. Estoy muy feliz, ya no puedo esperar para cantar mañana para recibir a Julián.
Les cuento también, que después de ensayar le planteamos la idea a las chicas y Melina se quiso prender, lo cual me sorprendió mucho, así que no vamos a cantar nosotros dos, sino que Meli también.
Ariadna y Ayelén se ofrecieron a preparar una cena bien italiana para sorprender a Julián y a Melina se le ocurrió decorar la sala con algunas cositas que tengan que ver con Italia.
Yo creo que esta va a ser la mejor de las bien venidas, y estoy muy feliz por eso.Otra vez dejé de escribir, pero esta vez fue porque mamá abía llegado y nos llamó a todos a la cocina.
Cuando llegamos a la cocina, mamá nos dijo que quería hablarnos, ya que Julián vendría a la casa.
Yo:
--Sabemos de qué vas a hablar.
Mamá:
--Sí, yo sé que vos sí lo sabés porque ayer lo habías hablado con Julián.
Yo:
--¿Sobre su ex esposa?
Mamá:
--Sí. La Señora Verónica no se encuentra bien, ella está en un estado muy grabe y no puede hacerse cargo de sus hijos, y es por eso que Julián no tiene otra opción que cuidarlos él.
Mamá, me señaló a mí para que siguiera hablando:
--Sí, entonces yo le propuse a Julián que Francesca duerma conmigo y a Matteo le vamos a adaptar el cuarto dde invitados que por cierto, está en mi cuarto. Y pensamos con Julián que Marco puede compartir cuarto con Ángelo, que yo estoy segura de que no tiene ningún problema.
Ángelo:
--Bueno, no lo conozco pero si es hijo de Julián es bien venido a mi cuarto.
Ariadna:
--¿Y cuándo vendrían ellos?
Mamá:
--Para la semana santa, bueno uno o dos días antes, es decir, que no falta mucho.
Melina:
--Genial, creo que se agranda la familia.
Ayelén:
--¿Y cómo vamos a hacer con el idioma? Digo porque yo no soy para nada buena en el italiano.
Mamá:
--No sé hija, no se le puede buscar una solución a todo.
Ariadna:
--Yo no soy buena en itaiano pero sí en inglés, creo que podría servir.
Melina:
--Sí, yo recuerdo que en la cena, cuando Julián mostró las fotos de sus hijos nos dijo que ellos estudian en un colegio inglés, y yo debo suponer que sí practican en idioma.
Yo:
--Por lógica creo que sí. Además, mucha gente que ha estudiado en algún colegio inglés dice que ha aprendido más en inglés que de su idioma propio.
Mamá:
--Ah, y otra cosa muy importante, y esto va con respecto al trato hacia Matteo por sobretodo.
Yo:
--Yo ya lo tengo claro y voy a tratar de que se sienta cómodo en la casa.
Mamá:
--Sí, pero tus hermanos no lo saben.
Ángelo:
--¿Qué cosa?
Yo:
--Matteo es ciego y por eso es que mamá nos dice que tratemos de que tenga su comodidad y que pueda adaptarse a las cosas de la casa.
Ariadna:
--¿De verdad?
Melina:
--En las fotos parecía uno de nosotros.
Ayelén:
--Porque se ve que lo cuidaron como a cualquier miembro de la familia y no lo excluyen.
Yo:
--Sí, eso fue lo que pensé cuando yo me enteré.
Mamá:
--Bueno, ya aclarado todo solo les tengo que decir que Julián viene esta noche, ya en un par de horas y van a tener que ayudar todos a bajar y acomodar sus cosas que no son muchas.
Yo:
--Sí, yo ayudo.
Ángelo:
--Yo también.
Melina solo hizo un gesto para dar a entender que sí y Ariadna convenció con una mirada a Ayelén para que también ayudara.
También, le comentamos a mamá sobre la fiesta de bienvenida que planeamos para él, y mamá aceptó.
Nos dijo que mañana en la mañana ella lo distraería pidiéndole que la acompañe a hacer las compras y así nosotros podemos organizar todo, también dijo que haría algunas cosas que sabe que le gustan a Julián. Así que ya tenemos todo y solo espero que salga todo bien.
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Sólo Cerré Los Ojos.
Teen FictionJazmín era una chica que tenía una vida normal. Hasta que un día, cuando regresaba de un viaje familiar, ocurrió algo que cambió gran parte de su vida para siempre. Ángelo, su hermano, no solía interesarse en ella, pero la relación entre ellos se vu...