"Cap 1"

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La noche había caído en aquel bosque que solo era alumbrado por la luz de la luna que ya estaba en su punto más alto, Jennie estaba en su casa sentada cerca de la chimenea, entre sus manos se encontraba una taza de chocolate caliente, ya que, por ese lugar, las noches eran muy frías, el fuego era muy agradable para ella, cerró los ojos y dio un sorbo a su chocolate para así disfrutar de la tranquilidad de aquella noche, pero no duró mucho, sentía que alguien la observaba desde una de las ventanas a su alrededor. Dejo su taza de chocolate en la mesa y se dirigió a la ventana más cercana que tenía y miró a través de ella, no se veía nada más que la luz de la luna pasar entre los árboles y, claro, la Luna en su punto más alto. Al no poder ver nada a través de esta empezó a creer que solo era su imaginación, pero no era así.

En un descuido, dos ojos color  sangre aparecieron frente a ella, dio un paso hacia atrás del susto, su mirada era penetrante y amenazadora, Jennie no podía de dejar de ver esos ojos rojos vivos pero no duraron mucho en esa ventana, la bestia se dió la vuelta y comenzó a caminar lejos de aquella ventana, por curiosidad, Jennie salió de la casa para ver bien a esa cosa, sabía que se estaba arriesgando solo por verla pero no le importo.

Después de tanto caminar por los árboles del bosque en busca de esa criatura llegó a una colina donde la luz de la luna la tocaba, se quedó ahí para apreciar unos momentos a la hermosa luna, escuchó unos pasos detrás de ella así que volteó, se quedó asombrada al ver a la criatura, era un lobo pero este no era como los demás.

Su tamaño era igual que el de ella, esos ojos que antes estaban en la ventana ahora estaban frente a ella con la misma mirada que originaba una sensación penetrante y amenazante en ella, el color negro de su pelaje era hermoso más a la luz de la luna.

Jennie dio unos pasos lentamente hacia ese lobo negro, solo pensaba que este reaccionaria atacandola o gruñendo pero ninguna de las dos pasó, ya estando frente a frente colocó su mano en la frente de aquella criatura, que al parecer estaba aceptandola, el pelaje de este era como tocar una nube, la castaña se había ganado la confianza de aquel enorme animal.

El Lobo alzó las orejas en forma de que había escuchado algo y no era bueno para el, retrocedió unos pasos atrás dejando no mucha distancia entre Jennie y él, los gruñidos comenzaron mostrando sus dientes afilados como cuchillas, Jennie se asustó pensó que ahora la iba a atacar así que mantuvo la guardia para esquivar cualquier ataque de aquel animal, el lobo dio un salto enorme qué pasó por arriba de la castaña, con confusión miró hacia atrás y se dio cuenta de que no la iba a atacar a ella si no a otro lobo que tenía intenciones de matarla, era un lobo color marrón, era del tamaño del negro, mientras estos peleaban por accidente cayeron de la colina.

—¡No!— grito la castaña mientras se dirigía corriendo al borde de la colina.

Miró como los 2 animales caían hasta que llegaron al final, ella corrió colina abajo hasta llegar a donde habían caído, estaban cerca de un lago donde golpeaba las rocas con furia, los dos lobos se encontraban en el suelo tirados, el primero que se levantó fue el lobo negro, se podía ver qué tenía una cicatriz en el ojo, era reciente, al parecer se la hizo mientras caía de ese barranco, se notaba que también le dolía la pata delantera derecha por qué cojeaba mucho, el lobo marrón se levantó pero este estaba peor, casi no se podía levantar por qué había chocado con el lomo en las piedras.

El lobo negro se posicionó en frente del lobo marrón en una pose desafiante o dominate, este solo agachó la cabeza y las orejas en señal de sumisión retrocedió y salió corriendo hacia el otro lado del río, al ver que se iba volteó a mirar a la castaña.

—Tu ... Me salvaste— dijo pensando en que el lobo la escucharía.

El animal solo asintió con la cabeza y se acercó a la castaña, se agachó dándole la señal a Jennie que se subiera, la chica primero estaba insegura de subir por qué pensaba que iba a lastimar al lobo pero al final subió, era como subir a un caballo normal, se dirigió a la cabaña de Jennie que al parecer la iba a dejar donde mismo, al llegar Jennie bajo del animal y se pusieron frente a frente nuevamente.

—Gracias por traerme otra vez— colocó su frente con la de él.

Jennie se había encariñado con aquél lobo negro, se separaron y miró esos ojos rubí que antes le daban miedo pero ahora le causaban ternura, comenzó a alejarse de Jennie por los árboles hasta que finalmente desapareció de la vista de la castaña, pensando que nunca lo volvería a ver.

Entró a su casa y antes de que diera otro paso escuchó un aullido, era aquel animal negro, miró a su ventana y pudo ver una sombra en forma de Lobo, en su rostro se dibujo una sonrisa al escuchar su canto a la luna, le daba mucha felicidad ver qué había hecho un nuevo amigo, el fuego de la chimenea se había apagado y el chocolate caliente se volvió frío, pudo notar que la luz del sol estaba por salir por eso aquel lobo la trajo de vuelta, se dirigió a su habitación para descansar un poco, se recostó un poco en su cama y miró la ventana con la esperanza de encontrarlo otra vez mañana por la noche.

—Rojos como la sangre ... Negro como la noche— dijo para sí misma para terminar cerrando los ojos y terminar en brazos de Morfeo con una sonrisa en su rostro.

The Black Wolf [JenLisa] G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora