Capítulo 40

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• Narra Roger •
R: es horrible...- dije y bebí un sorbo de mí te - y usted cree que pueda ver a Emily?

G: claro que sí, querido - se levantó y caminó al teléfono - créeme ella vendrá en 10 minutos y con el cerdo de su padre

La madre de Emily, Glenda, comenzó a contarme todo lo sucedido en sus vidas, era tan trágico que sentía un nudo en la garganta. Glenda comenzó a alterarse mientras insistía una y otra vez que vinieran, después de 5 minutos logró acceder su padre y vendrían en 10 minutos.

• Narra Emily •
E: - mientras daba vueltas en mi habitación dije alterada - ir a verla!? Estás loco, absolutamente no.

J: tenemos que ir en...- revisó su reloj - ahora, 8 minutos asi que date prisa

E: Bien...- suspiré y cogí un suéter rosa -
J: ella te tiene una sorpresa

E: una demanda? Sip, creo que es eso

J: amo tu sarcasmo y eso, pero no. Al menos eso espero...

E: vamos.

Caminamos hasta mi casa y tocamos el timbre, yo hacía un vaivén con mis pies. La puerta se abrió dejando ver a mi madre con un vestido y tacones, nos saludó algo seca y nos dejó pasar sin antes taparme los ojos con una pañoleta, papá me ayudó a caminar hasta la sala.

J: los dejaremos solos, tu madre y yo hablaremos de unos asuntos, sí cariño?

E: nos...?

J: quítate la venda cuando me vaya

E: bien.

Los pasos de mi padre y mi madre comenzaron a desvanecerse, pero otros se hacían presentes detrás mío; sentí como alguien me desataba la pañoleta hasta dejarme con los ojos descubiertos, poco a poco me dí vuelta y ví su silueta.

E: Roger....

R: Emily...- tomó ligeramente mi mano - te he extrañado tanto

E: - puse cara de desagrado - Roger no mientas, viniste aquí por los concierto y mujeres cierto?

R: no, vine por tí y obligadamente a los conciertos

E: claro, debes decir eso porque estoy aquí, pero cuando no lo estoy la cosa es diferente, cierto?

R: De que rayos hablas? Yo aún...- lo interrumpo -.

E: me amas? Ja - dije sarcásticamente - eso no es lo que pensabas mientras te acostadas con las "prostitutas de Londres" - rodeé los ojos -

R: quién te dijo eso - me tomó de los brazos acercándonos un poco más -

E: nadie, porque ya pasó, Roger.

R: vine para pedirte dos cosas

E: ah - suspiré - adelante

R: Freddie llamará en cualquier momento para hablarte de algo, solo no le contestes

E: porqué?

R: solo no respondas

E: bien - dije harta -

R: y dos... podríamos hablar esta noche? Necesitamos hablar de...ya sabes lo que pasó y...- suspiró y bajó la mirada - simplemente, quieres?

E: Rog...- respire - claro que...

El sonido del teléfono se hizo presente, me dirigí a este y contesté. Roger seguía parado en el mismo lugar mientras me miraba.

E: hola...?

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