• Narra Emily •
Estaba caminando a la casa de Roger, estamos muy peleados por todo lo que está pasando, pero no puedo negarlo... Él sigue amando a Dominique, ella es perfecta, delgada, ojos marrones, cabello sedoso y suave color café, piel suave y bronceada, ella era como una diosa. Llegué a la lujosa casa del rubio ojiazul, toqué el timbre y esperé balanceando mis pies en un vaivén. Roger abrió la puerta, pero al verlo estaba en un estado muy cansado, tenía su camisa celeste medio abotonada, su pantalón era de seda azul el cuál lo usaba para dormir, sus calcetines grises, su cabello estaba alborotado y tenía una herida en la mejilla, eso me recordó a la pelea que tuvo hace unos años.E: Roger...- me quedé impactada al verlo en esa condición -
R: Emily...- me miró arriba a abajo -
Mis ganas de tenerlo me ganaban, nos miramos, pero eso duró poco ya que corrí a abrazarlo. Él se sorprendió, pero aceptó el abrazo, nos abrazamos y entramos a su casa el cual, el olor a alcohol y cigarrillo era muy penetrante, habían muchas botellas de cervezas, ceniceros llenos de cigarrillos y cenizas.
R: lamento el desorden...- se colocó ante mí - quieres hablar?
E: sí...- dí una última vista a su sala alborotada y lo miré a sus ojos celestes - Roger, qué te está pasando? Haz estado muy extraño y...la pelea que tuvimos ahhh
R: Emily, estoy pasando por algo malo, si?
E: y no puedo saberlo?
R: no - bajé mi cabeza -
E: Roger, soy tu novia, hemos pasado tantas cosas que deberías tener la confianza. Además "eso" - me refería a lo que le pasaba a Roger - nos está separando...- suspiro - Roger, si no me lo dices es porque quieres que esta relación se termine
R: claro que no, y porque no te lo digo es porque te quiero en mi vida - cogió mis manos - te amo, Emily
E: Roger, porfavor...desde que Dominique apareció estuviste....oh no
R: que - dijo preocupado -
E: aún la amas?
R: a quién?
E: a Dominique!, No me lo niegues, Roger, yo no soy estúpida
R: Yo no siento nada por Ella!
E: Roger, no soy estúpida!
Los gritos comenzaron, la alteración comenzaba. Todo empezaba a descontrolarse.
R: Si besé a Dominique! - no podía más, le dí una cachetada -
E: eres una Mierda, Roger!
Un silencio nos invadió, él me miró y se acercó a mí, subió su mano y pensé que me golpearía, pero su mano estaba en mi cuello, la parte trasera, de un momento a otro nuestros labios se juntaron, yo no quería, pero él era mi única debilidad, me subí a él, me sostuvo de mi trasero y me llevó a su habitación, me quitó la camisa que llevaba, me bajó y lo tiré a su cama. Empecé a recorrer su cuello con besos y algunos chupetones que dejaba alrededor de su cuello, de un tirón me deshice de su camisa y pude apreciar su pecho, mis manos lentamente recorrieron desde su cuello hacia su pecho, llegué al pantalón y lo bajé, dejándolo en sus calzoncillos blancos, en un movimiento, él estaba sobre mí, desabotonando mi pantalón hasta dejarme completamente en ropa interior. Los besos aumentaban, la pasión crecía, chupones estaban en mi cuello y diferentes zonas.
Su movimiento de vaivén era tan placentero, nuestros gemidos invadían la habitación, nuestros cuerpos sudados y cansados, pero con más sed de darnos placer uno al otro. Al llegar, él salió de mí y caímos rendidos a la cama, nuestras respiraciones eran descontroladas, pero poco a poco nos calmamos. No podía creer que Roger sea mi debilidad, lo que hicimos me dió una prueba de que el es mi única debilidad.
R: Te amo, Emily - dijo con algo de dificultad - Te amo demasiado como para seguir con esto
E: « Él realmente me amará? O nuevamente es el alcohol? Mierda Emily, no seas ingenua y piensa! » - pensé - Roger, a qué te refieres con "seguir con esto" - me acomodé en la cama, tapándome con la sábana blanca -
R: - me miró y tomó mi mano, se sentó en la cama y suspiró - Dicen que lo que amas debes dejarlo ir...
E: Roger...- empecé a sentir un hueco en mí, sentí las lágrimas comenzar a caer - No hablarás de...- me interrumpió -
R: sí..., No puedo hacerte más daño del que te he hecho. No quiero eso para tí - notó mis lágrimas y las limpió - a esto me refiero
E: no quiero separarme de tí! - lo abracé y lloré en su hombro, comencé a susurrar - no me dejes, Roger, te amo mucho...
R: - susurró - Emily...siempre serás el amor de mi vida, tienes un lugar muy especial en mi corazón, pero...- se separó de mí y me miró a los ojos -...ahh, pero, si vas a sufrir y desconfiar de mí...no quiero hacerte daño
E: Roger...- rompí en llanto, tapé mi cara con mis manos y traté de sollozar. Roger me abrazó -
R: eres lo más especial de mi vida...
Me levanté de un golpe al oír esas palabras, no podía creer que una relación tan hermosa terminaría así, tuvimos nuestras peleas y todo eso como cualquier relación! Mis ojos se tornaron verdes por tanto llorar, rápidamente me puse mi ropa y salí corriendo de la casa de Roger. Tomé un taxi y me dirigí a mi casa...
Marqué rápidamente a Freddie, una y otra vez, pero este no respondía, cuando me rendí el teléfono sonó y contesté rápidamente.
E: Freddie!?
F: que pasó, cariño? - dijo preocupado - estabas llorando?
E: - intenté disimular - no, de hecho...Freddie yo, tengo que irme del país por unos meses
F: de qué hablas!?
E: mi abuela está enferma - mentí -
F: y... A donde irás?
E: donde una vez pertenecí