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Había pasado ya una semana desde aquel día en el que Yoongi fue a ese programa. Ahora quedaban algo más a menudo con Seokjin, aunque el trabajo del mayor y de Hoseok no les permitía quedar demasiadas veces. Hoseok trabajaba durante la semana, pero, en cambio, Seokjin lo hacía el fin de semana y les impedía quedar. De todas formas, decidieron buscar un rato al final del día para quedar.

Yoongi le agradecía más a menudo los buenos actos que el menor hacía y éste se sentía mejor con eso. Todo parecía ir mejor, pero Hoseok sabía perfectamente que Yoongi volvía a tener en mente el incidente de Jungkook, y no iba dejar que siguiera así. De esta forma, pues, intentó convencerle de nuevo de ir al programa.

—¡Vamos! ¡Anímate! Si vas de nuevo te pondrán alguien que no conozcas —intentaba decirle a Yoongi, quien no le escuchaba con interés.

—Ya lo intenté una vez y no salió. Es más que suficiente —respondía mientras se cruzaba de brazos.

—Yoongi... —dejó caer los hombros, mirándolo tristemente.

Realmente le dolía verlo así, no podía soportar que estuviera triste y recordara continuamente a Jungkook. Como buen enamorado que era debía hacerle ver que se preocupaba por él y que haría lo posible por hacerle sentir por alguien lo que sintió por Jungkook, o parecido.

—Dije que no.

No dejaba de negarse, y eso estaba llegando a exasperar al menor. Frunció el ceño y apretó los puños. No quería hacerlo por la fuerza, pero iba a tener que hacerlo si quería conseguirlo.

—Tú te lo has buscado; los llamaré.

Y cogió su teléfono, decidido a llamarlo. La cara de Yoongi cambió a una muy sorprendida, con los ojos muy abiertos y asustado mientras veía cómo tecleaba el número del programa en su móvil. Se lanzó a él, deteniendo aquel acto, y lo miró suplicante.

—Está bien, no llames. Ya lo hago yo —accedió por fin—. Prefiero hacerlo yo mismo...

Hoseok sonrió satisfecho. ¡Lo había conseguido! Guardó su móvil en el bolsillo y esperó a que el mayor realizara su llamada. Una vez finalizó lo miró con gesto interrogante, aguardando a su explicación.

—En nueve días tengo que volver —anunció en un tono neutro y sin emoción. Pero rápidamente cambió a una pequeña sonrisa cuando vio un brillo en los ojos de Hoseok. 

—¡Encontrarás alguien genial que te hará muy feliz! —le alentó, saltando a sus brazos y abrazándolo con ganas— Espero que encuentres alguien mejor que yo... —se le escapó en un tono más bajo, pero tampoco se arrepintió.

—¿Mejor que tú? Sé que nadie haría algo como esto por mí si realmente no me quiere. Dudo que alguna persona llegue a hacer cosas como estas —confesó sin darse cuenta de lo que esto suponía para Hoseok—. Nadie me ha aguantado tanto nunca, ya sabes...

El corazón del menor iba a mil. ¿Qué significaba todo eso exactamente? No entendía muy bien qué quería decir Yoongi con todo eso, pero lo que sí tenía claro era que le había hecho ponerse muy nervioso y rojo.

—B-Bueno... E-Estoy seguro de que n-no soy el único capaz de q-quererte... —Se aferró un poco más a él inconscientemente, nervioso.

—Hobi, relájate... ¿Por qué te pones así?

Definitivamente, Yoongi era incapaz de verlo. A no ser que se lo dijeran directamente, el albino nunca cogería indirectas. 

—O-Olvídalo.

Se separó con suavidad, cogiéndolo de los hombros e intentando sonreírle con tranquilidad. Le dijo que no se preocupara más, a lo cual asintió con la cabeza algo confundido. Bueno, trataría de olvidarlo. Ahora al menor se le ocurrió una idea mucho mejor para pasar el rato. Ya que era domingo y al día siguiente trabajaban ambos, quería aprovechar para hacer algo con Yoongi.

«First date» || YoonSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora