Capítulo uno.

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Alek Diatlov.

—¿Que opinas?.

El Magnate ruso Alek Diatlov, se le ha visto muy bien acompañado los días previos de su cumpleaños.
¿Quién será su nueva damisela?
¿Será que habrá compromiso?

Expósito.

Gruño molesto.

—Por lo que veo no te
cayó en gracia.

La voz de Gavrel me hace levantar la vista de la revista de chismes que tengo en mis manos.
Tomo el teléfono y marco a mi asistente, que sin importar la hora responde al primer repique.

Llama a la revista expósito y
diles que tienen 2 horas para anular toda publicación o foto que tengan de mí, sino se verán en serios problemas con mi abogado.

Enseguida señor.

Cuelgo la llamada.

—Sabes que no me gusta aparecer en ningún medio público. Ni mucho menos en chismes. —le respondo entre dientes como recordatorio. El levanta las manos en son de paz.

Me levantó hacia el pequeño bar del estudio y lleno dos vasos de whisky, le pasó uno a mi amigo.

Necesito un trago urgente.

—Es asfixiante lidiar con eso. —Me dice posteriormente para tomarse de un solo trago el contenido.
Levanto mi vaso e imito su acción. Estoy muy de acuerdo con sus palabras.

Gavrel es mi mejor amigo y socio en las empresas que poseo. Ambos nos desenvolvemos muy bien en los negocios. Además de que siempre hemos mantenido lazos fraternales.
Llevamos más de diez años conociéndonos, desde nuestra estadía en Oxford.

Mi molestia es bastante notoria. Pero Gavrel se encuentra tranquilamente sentado, su temperamento puede llegar a ser peor que el mío.

Creo que por eso nos entendemos bien.

Aclara su garganta después de varios minutos. —Bueno. Supongo que ya me tengo que ir. Ya mi jet está preparado para partir a Atenas. —me dice incorporándose y dejando a un costado el vaso.

—¿Que te tiene viajando tanto hacia allí?. —extrañado le formuló la pregunta.

—Negocios. —se encoge de hombros.

—¡Ajá!. Y yo estoy dormido. —le digo en modo bromista.

No tengo que desquitar con otra persona mi mal humor.
Además se que oculta algo. Más allá de sus expresiones, lo conozco muy bien como para no darme cuenta.

Sonríe y se pasa la mano por el cabello. -Tengo que hacer cumplir una promesa que le hice a Bastian antes de morir.

—Ojala lo logres.

Se acerca y me da un abrazo fraternal. —De nuevo feliz cumpleaños hermano. —golpea mi espalda antes de alejarse.

—Gracias a ti por venir. Además de que esa belleza afuera espera por mí.

Dama de Seducción |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora