Alek Diatlov.—Casi llegamos. —anuncia Hugo echando un vistazo a mi dirección.
Asiento lentamente atento a todos mis alrededores, este a sido el viaje más largo que he sentido en mi vida.
Los treinta minutos más infernales e intranquilos.
Mi cuerpo y mente arden en furia y ansiedad.Las altas casas de madera se apegan cerca de la otra, todo este condominio consiste del mismo diseño en todas sus propiedades.
Para no llamar la atención, algunos de mi seguridad han llegado a una casa cerca para verificar y analizar el perímetro.
La policía está al tanto de esto.
Estaban más que dichosos al tener que protagonizar está captura.La camioneta se encuentra polarizada, y es un punto a mi favor para cuando inspecciono una de las casas, que está más custodiada de lo normal.
—¿Es ahí?. —le pregunto para aclarar mis dudas.
—Sí. —responde.
La casa que compré en un estimado de dos horas, colinda en la parte trasera con mi objetivo, por lo cual va a ser más fácil entrar, ya que esas partes suelen ser las más débiles, por qué en la mayoría de los casos, sitúan un ejército por la entrada.
Cuando el portón de la casa se cierra y estoy entre la oscuridad del garaje, salgo del auto y me adentro hacia la sala, sin esperar a Hugo me acerco con cautela hacia uno de los ventanales con grandes cortinas de gasa blanca que revolotean con el viento y se ondean de manera que puedo pasar desapercibido con los dos hombres situados a cuatro metros.
Me quedo en esa posición durante varios segundos, como una manera de espiar y calcular todo a mi alrededor.
Solo con el hecho de pensar que mi dulce Alexia está dentro de esas paredes siendo recluida de esta forma, me hace apuñar las manos y gruñir por qué mi mente se nubla de ira.Se que si llego a tener a Lombardi en mis manos, no van a ser agradecimientos los que recibirá de mi parte.
Me alejo de la ventana tratando de calmar mis ganas de arribar como animal y matar a todo aquel que impida tener a Alexia en mis brazos.
Mi mente me recuerda que Hazel y la cuidadora Margaret están con ella, y que debemos ser más cautelosos a la hora de extraerlas, un movimiento en falso y Lombardi puede tomarlas como posible escape.Cuando la oscuridad se va apoderando del entorno, ponemos el plan en marcha, aunque Hugo me recomendó que me quedara en la casa, nadie me impediría que yo mismo fuera por ella.
Las siluetas de los arbustos nos permiten mayor desplazamiento sin divisar nuestras sombras, el hombre a mi lado se adelanta a realizar una llave a uno de los guardias para adormecerlo.
Sofoco un gruñido al sentir el peso del chaleco en mi pecho, Hugo sabe darse más libertades de las que son sugeridas, aunque sé que lo hace para concentrarse directamente en el rescate.Las movidas se hacen más complicadas cuando nos acercamos a la casa, y los chicos saben cuál es su papel, uno de los guardias nota movimiento y trata de defenderse sacando un arma, lo tomo por el cuello por su espalda haciendo la misma táctica, ya que si las cosas se complican todos pueden recurrir a las armas indudablemente.
El sistema cuenta con cámaras en diferentes puntos, que fácilmente han sido interceptadas, cuando entró un sentimiento sombrío se acumula en mi pecho y me obligo a estabilizarme cuando recorro la pequeña cocina, Hugo no había notado a un robusto hombre a su espalda, sino hasta que me tiró encima y le propicio varios golpes para dejarlo inconsciente.
Maldigo mentalmente y dejo que Hugo me guíe hacia donde se escuchan voces.
—¿Cómo que ese hombre no se fue a Rusia?. —ruge Lombardi, su grito es escuchado aunque estemos a metros.
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Dama de Seducción |TERMINADA|
RomanceEn el momento en que Alek Diatlov cumple 30 años, sus amigos deciden darle como regalo un viaje, que sin duda alguna, pasará de ser tranquilo y solitario a ser suculento y tentativo. The Ziac es la casa más famosa del lugar; donde hombres y mujeres...