Alek Diatlov.
—¿A dónde vamos?. —pregunta Alexia a mi lado.
—Es una sorpresa, y las sorpresas no se dicen. —explico sonriendo.
Hace un puchero pero no cuestiona mi respuesta, las ventanas del auto están abiertas y por ende el viento choca en nuestras caras.
Sostengo una de sus manos, mientras que conduzco con la que tengo libre, me he tomado la libertad de conducir, aunque por su seguridad varios hombres nos sigue de cerca en otro auto.Alexia luce mucho más relajada, desde que su hermana fue operada y dada de alta con buenos resultados, sus revisiones son constantes ya que será un largo proceso hasta que su pulmón sea aceptado por completo en su cuerpo, ahora ambas están viviendo en mi ático.
Salgo de la carretera para conducirme hasta un pequeño camino de tierra, el tramo se hace cortó mientras desembocamos a una cabaña.
Detengo el auto frente a una cerca alta de hierro, Alexia inspecciona el entorno mientras ambos salimos del auto.
—Es muy bonito. —comenta tomando mi mano con una sonrisa curiosa.
La guío hasta la enorme cabaña hecha de cedro, veo que el toque rústico llama su atención.
Alexia decidió empezar a estudiar diseño, para lo cual tiene todo mi apoyo, aunque a veces se niegue a recibirlo.Sonrió recordando las veces que la he silenciado con besos, y terminamos desnudos en la ducha, contra la mesa, o en la cama.
Con el simple pensamiento ya siento mi polla dura.
Alexia ojea a mi lugar y sonríe con picardía sabiendo cuáles son mis pensamientos.
Me conoce tan bien.Niego sabiendo que ella me provoca como no tiene idea, y basta con una de sus movimientos sexis para que la tenga acorralada y con un maratón de orgasmos.
No puedo desviarme a eso ahora.Toco mi bolsillo sintiendo la caja aterciopelada, eso me hace centrarme y volver a los motivos de porque la traje aquí.
Trazo círculos con mi pulgar en su mano, y abro la cerradura de la cabaña.
El atardecer ya está apuntando el cielo, y planeo quedarme bastante tiempo con ella aquí.
Hazel a quedado al cuidado de mi madre está noche, las últimas dos semanas ha vuelto a pintar y lo hace con mucho más fervor y entusiasmo.Mi pecho se llenó de una calidez inigualable cuando me dijo la palabra "papá", Alexia es una madre para ella, y por circunstancias me he ganado ese apelativo, no tengo la intención de corregirla; pero, si de alguna manera me ve como una figura paternal, no planteo cambiar esa idea.
Ahora todos los lugares donde estoy están llenos de entera felicidad, gracias a Alexia, y el pequeño ángel que lleva a su lado.
Y si quiero que eso siga a así.
Tengo que hacer el movimiento definitivo.En la mesa se encuentra nuestra cena, una variedad de alimentos se extiende a su alrededor, para ser sincero parece un banquete para 10 personas.
No hay mucha luz, solamente la que se filtra por las ventanas, reflejo del atardecer que se a teñido de un tono anaranjado.—¡Oh Alek!. —exclama—. Siempre eres tan detallista.
—Lo mejor para tí. —expreso besándola—. Vamos a pasar la noche aquí.
—¿Y Hazel...
—Esta con mi madre, quiero que esta noche sea para nosotros dos. —digo tomándola por la cintura.
Sonríe y se cuelga de mi cuello. —Me parece bien... —se acerca a mi oído—. Siempre y cuando haya una habitación.
—Oh créeme, especifique bien eso dulce. —le digo divertido provocando su risa—. Ahora a cenar.
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Dama de Seducción |TERMINADA|
RomanceEn el momento en que Alek Diatlov cumple 30 años, sus amigos deciden darle como regalo un viaje, que sin duda alguna, pasará de ser tranquilo y solitario a ser suculento y tentativo. The Ziac es la casa más famosa del lugar; donde hombres y mujeres...