Capítulo doce

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Alexia Mc'Mahon.

—Debió haber terminado hace una hora... —musito por enésima vez dando vueltas por la estrecha sala.

—Ven. —dice Alek en tono demandante desde la otra esquina de la habitación.

Sin titubear o dudar, camino en su dirección, cuando me tiene frente a él, me tira a su regazo, impacto contra su fuerte pecho y procede a besar mis labios con el afán de calmar mi nervios, y sin pronunciar palabra alguna me transmite una paz inigualable.
Ese hombre es un sueño.

—Ella va a estar bien. —dice acomodando mi cabello sin alejarse mucho—. Hazel es una luchadora, al igual que su mamá.

Suspiro sin saber que responder, por inercia me recuesto en su pecho escuchando los fuertes bombeos de su corazón.

Desde el episodio de la casa en Sorrento, todo a sido muy diferente, Hazel fue llevada a un centro hospitalario y fue sumamente atendida, el doctor añadió que se trataba de estrés, dado que pasó por momentos duros y que con su enfermedad las cosas se podían haber complicado, dejo muy en claro que sus pastillas no tenían que faltar bajo ninguna circunstancia.

A la mañana siguiente fue mejorando progresivamente, aunque dictaminaron que el transplante tenía que ser necesario.
Alek por su parte estuvo muy pensativo esa semana pero jamás se separó de mi, me sorprendió al decirme que habían conseguido que Hazel estuviera en la cabeza de la lista, y por ende sus probabilidades de vida eran mayores.

Al principio intenté negarme, pero dejo muy en claro que todo eso ya estaba hecho y que no habría vuelta atrás.
Prácticamente me saco de Italia con la única ropa que portaba me subió a su avión y me trajo a los Estados Unidos.

Me llevo a conocer a su familia y a los amigos cercanos que poseía, todos me acogieron sin preguntas, y por primera vez en mi vida, me sentí verdaderamente en una familia.

Y ahora, dos meses después, siento que mi vida a dado un giro multifacético, con toques de felicidad, y ciertos sabores agridulces.

Lombardi fue acusado de diversos delitos, incluyendo secuestro, ya que al final del día no fui la única, y me alegro mucho por todas esas mujeres que salieron a la luz y testificaron en su contra.
Ahora Lombardi no molestara a nadie más y aunque no me guste ver la gente sufrir, no me siento culpable de eso, le queda mucho tiempo para reflexionar sobre el daño que ha hecho.

—Gracias por estar a mi lado. —susurro sobre su cuello.

—Siempre lo estaré. —deja un beso sobre mi cabello—. Te amo.

No puedo evitar como mi pecho se calienta con esa pequeña frase y le respondo de la misma manera. —Te amo.

Alek empezó a decir esas palabras desde hace una semana, aunque yo moría por hacérselas saber, me abstuve para no asustarlo, aunque él a hecho el trabajo en poco tiempo, todavía nos falta mucho por recorrer.

Me levanto de golpe del regazo de Alek al escuchar las puertas del quirófano abrirse, observo con detenimiento como mueven a Hazel en una camilla con artefactos conectados a ella, los enfermeros no hacen pausa y siguen caminando hasta el final donde un ascensor los espera.
Quinn sale detrás de ellos platicando amenamente con otro doctor, este le asiente y se gira con una radiante sonrisa hacia nuestro lugar.
Y es todo lo que necesito para saber que todo va a estar bien.
Gracias.

—¿Cómo se encuentra?. —pregunta Alek adelantándose.

—Todo salió a la perfección. —dice sonriendo, se acerca y toma mis manos y las entrelaza con las suyas—. Ahora, tu hermana tiene una segunda oportunidad de vida garantizada.

Dama de Seducción |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora