Jungkook era un joven empresario que llevaba una vida perfecta y correcta. O al menos eso veían los demás. Lo cierto es que Jungkook estaba aburrido y decepcionado consigo mismo por no seguir su verdadero sueño: ser cantante. Siempre había sido muy...
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- No creo que sea adecuado que me quede, Jungkook.
Jimin no quería irse aún, eso era obvio. Pero ¿quedarse a dormir? Ese era un paso muy avanzado.
Y peligroso.
- ¿Por qué? Vamos, ya nos conocemos un poco. No te haré nada malo. - rió el menor.
- No es eso.
- ¿Entonces?
- Pues...
- Además tienes que venir mañana temprano a pintar otra vez. Ya te quedas aquí y listo. Un problema menos.
- Mira...tengo una idea. Si tocas la guitarra para mí, me quedaré. - lo desafió.
- Oh, vamos. No se vale eso.
- Claro que sí.
- De verdad no creo ser bueno en ello. - le contó preocupado.
- ¿Eso te han dicho?
- No...porque jamás nadie me ha escuchado tocar.
- ¿Qué? Dios mío, ahora entiendo todo. Con más razón quiero que toques ahora. Déjame ser el primero.
- Me da un poco de vergüenza. Lo admito.
- Oye...¿qué sé yo de música? Podrías tocar horrible y jamás me enteraré de todos modos. - lo intentó animar Jimin.
Jungkook dudó. Se lo pensó un segundo y luego tomó la guitarra y la colocó sobre sus muslos.
¿Qué tan mal podía salir?
Algún día alguien iba a tener que escucharlo. Y si le decían que era malo, pues cualquier crítica constructiva le serviría para mejorar.
Rasgó la guitarra un par de veces probando sonidos hasta que una de sus canciones favoritas apareció en su mente y simplemente decidió tocarla.
Jimin escuchó atento. Volvió a tomar asiento al lado del menor y sonrió al verlo tan concentrado. Al principio Jungkook parecía tenso. Pero con el correr de los segundos, con el sonido de la música creándose parecía relajarse cada vez más. Como si estuviera entregándose y casi olvidándose de que Jimin estaba allí.
Tocaba bien. Sus miedos no tenían sentido. Jungkook era bueno con la guitarra.
Pero luego Jimin descubrió que también era bueno en algo más.
Y es que Jungkook sintió la necesidad de cantar picándole la garganta mientras seguía la letra en su mente. Quiso contenerla pero ya no tenía sentido. Le estaba mostrando ese lado suyo a Jimin. A otra persona. Y el mundo no se había acabado.
Simplemente cerró los ojos y comenzó a cantar la letra en la parte de la canción por donde iba antes de llegar al estribillo.
"Nowwe'reslippingneartheedge, holding somethingwedon'tneed Oh, thisdelusion in ourheads Is gonna bringus to ourknees
