Jungkook era un joven empresario que llevaba una vida perfecta y correcta. O al menos eso veían los demás. Lo cierto es que Jungkook estaba aburrido y decepcionado consigo mismo por no seguir su verdadero sueño: ser cantante. Siempre había sido muy...
Desde la creación del universo Todo había sido planeado Solo déjame amarte Canción: BTS - Serendipity
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El domingo el día estaba como a Jimin realmente le gustaba. Con el sol brillando y el cielo casi completamente despejado. Aunque parecía estar algo fresco porque había gente bien abrigada en las calles, para él era un clima tolerable para salir con camiseta nada más. Amaba el frío.
Tocó el timbre del portero en el edificio de Jungkook a la hora acordada. Miró en su celular y otra vez había llegado justo a tiempo. Casi que parecía milagroso tanta puntualidad en él.
Una vez arriba, esperaba verlo en ropas casuales como cualquier persona en domingo a la tarde pero Jungkook traía puesto pantalones y zapatos de vestir. Y una camisa blanca ajustada que marcaba muy bien sus pectorales. Tal vez incluso le quedaba chica porque esos botones estaban a punto de estallar.
Sexy.
Jimin sacudió su cabeza. No podía pensar así de ese chico. Primero, era su empleador, y segundo...no, punto. Eso era todo lo que necesitaba saber para querer controlarse. Necesitaba ese trabajo.
- No me digas que estabas trabajando un domingo. - le preguntó.
- En contra de mi voluntad.
- ¿Cuándo tienes días libres?
- Ahh...déjame pensar. ¿Nunca?
- ¿Cómo puede ser? Digo...es tu empresa en parte. Eres básicamente el dueño, deberías poder hacer lo que quisieras.
- Se supone. Pero mi padre es muy exigente. Si él no descansa, ¿por qué deberían descansar los demás?
- Vaya...ese hombre necesita vacaciones.
- Lo sé. En fin...solo estuve en la empresa hasta hace unos minutos. Llegué justo a tiempo antes de que llegaras. Ahora sí tendré la tarde libre. Y te ayudaré a pintar. - le sonrió el menor con un tierno gesto.
- ¿Qué? No. Yo puedo solo. Tú aprovecha a descansar.
- Está bien. Me ayuda a relajarme un poco también. - le explicó.
Mentira. Solo quería pasar tiempo con Jimin. Hablar con él. Conocerlo más.
- Iré a quitarme esta ropa y ponerme algo más cómodo. - le dijo. - Empieza sin mí.
- Claro.
Caminaron por el pasillo donde Jimin se detuvo en frente de la habitación donde tenía que pintar. Jungkook siguió de largo unos pasos más y entró en su dormitorio del lado izquierdo, dejando la puerta abierta.
Sabía que no debía pero Jimin no resistió la tentación de espiar un poquito. Se asomó por el marco de la puerta y encontró al menor de espaldas a él justo deslizando aquella camisa hacia abajo dejando su piel al descubierto.
