Íncubo [ Yuwin ] ; Completa

Capítulo 5.

" No es más adicto a la cabeza que
el corazón, ni más pronta la mano
en servir a la boca"

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Lentamente abrió los ojos al sentirse observado, su cuerpo dolía, pero sobre todo se sentía mareado.

Pudo sentir olor a miseria y peligro, todo a su alrededor, ese ambiente tétrico, poco seguro y los recuerdos de la la tarde que converso con Johnny Suh llegaron a su mente.

Flashback

SiCheng acababa de cerrar la puerta con delicadeza detrás de él. Efectivamente iba a desobedecer a Taeil, enserio estaba ocurriendo. Luego de varios años sumiso a las advertencias de su mejor amigo había decidido romper esa cadena y salir con el peligris.

Satisfecho por esconder en la mochila del menor las " protecciones ", se sentó en el sofá y encendió la televisión para pasar el transcurso de las horas.

Mark Lee empezaba a sentir sueño, una siesta no le vendría mal a decir verdad. Se tumbó con suavidad en el largo sofá negro en forma de 'L', escuchando de fondo el programa de televisión que se estaba retransmitiendo.

Antes de quedarse atrapado en los brazos de Morfeo, tocaron la puerta con insistencia. Por pereza a ir, preguntó desde su sitio.

— ¿Quién es? - Se reincorporó, peinando su revoltoso pelo.

Sin recibir respuesta, y con curiosidad, se levantó frotando sus ojitos y arrastrando sus pies hasta la entrada.

Giró el pomo encontrándose con la mirada de Johnny Suh, su vecino americano y compañero de piso del japonés sexy.

— Hola... - Bostezó. — me acabas de despertar... - El menor rascó su nuca con pereza. — ¿Qué te trae por aquí?

YounGho formó en su rostro un sonrisa, una sonrisa maquiavélica que Mark no logró descifrar.

Era todo muy extraño.

Johnny se acercó al umbral de la puerta teniendo una cercanía muy poco común para el y él canadiense.

— Con desdén y despacio desvanécete en mis brazos. Duerme... - Chasqueó los dedos con malicia.

YounGho sonrío ampliamente, luego de recitar la siguiente frase en el oído de Mark, todo se volvió oscuro para él. Sentía que se quedaba sin fuerzas y caía por un vacío sin fin, crónico y pesado, incapaz de hacer algo respecto, notando como dos brazos lo atrapaban sacándolo de ese pozo sin fondo, pero no de la embriaguez.

Distinguió a su alredor sonrisas tétricas y demoníacas. Dos esferas rojas le observaban desde arriba, como burlándose de su estado.

Simplemente parecía estar muerto y vivo, ardiendo y teniendo frío, pasando por una paz extraordinaria, pero a su vez sufriendo un pánico que lo llevaba al borde de la histeria.

Lo que no sabía Mark Lee es que, el diablo lo había llevado con él.

Fin del Flashback