Capítulo 8.

1.9K 225 145
                                    


Bramó ella:《Ardo por dentro.
Ni un murmullo de respuesta.
¿Qué será lo que me borrará los pecados
Y me salvará de morir?》

Lord Alfred Tennyson, El Palacio del Arte

.

.

.

.

.

.

.

16 de Marzo, 2001

Un cubo de agua fría se estampó contra su rostro, haciéndole despertar sobresaltado.

YounGho llevaba dos días encerrado. Aún se encontraba en un sótano cualquiera del edificio donde vivían los humanos.

Al estar en posesión de un ángel estaba demasiado débil. Necesitaba energía humana, necesitaba crear caos, necesitaba a su amigo Yuta. Se sentía cada vez más miserable, en un estado lamentable.

Su tez era cada vez más pálida, de sus alas caían plumas al suelo, estaba desnudo y cubierto por una capa de sudor demoníaco y su pelo se encontraba alborotado y sucio. Le encantaría utilizar su magia, pero no tenía ni fuerzas para parpadear. Le dolían sus costillas por un corte que empezaba a cicatrizar, pero de una manera muy dolorosa.

Cuando abrió los ojos, después del cubetazo, se encontró con la imagen de Taeil sonriéndole y un ángel más alto detrás suya. Taeil vestía una camisa blanca, unos pantalones de la misma y una chaqueta a juego, se veía como un ente divino, pero era tan cruel que te olvidas rápidamente de que era un enviado del altísimo.

— ¡Al fin despiertas, grandullón! - Exclamó con una felicidad macabra. — El otro día solo hablé contigo, pero hoy es hora de divertirse. – Alzó sus cejas divertido y chasqueó sus dedos para que el ángel que se encontraba detrás le diera un cuchillo.

Este tenía un mango blanco, era demasiado bonito para ser un arma blanca. La curvatura del objeto era casi hipnotizante. Una pena que se tuviese que manchar de la sangre de un demonio y que se le arrebatase la virgen y pulcra apariencia.

— ¿Quién es tu amigo? – Levantó su cabeza para ver mejor al muchacho. — Parece asustado, ¿le estás enseñando el oficio, Taeil? – A pesar de todo mal, YounGho no perdía su humor macabro.

Taeil rió seco.

— Más o menos. Se llama Jungwoo, Kim Jungwoo – Ambos miraron al pelinaranja, vestido de blanco. Tenía la cabeza agachada y estaba algo avergonzado y nervioso. — Uriel me ha impuesto traerlo a mi... misión.

YounGho sonrió — ¿También va a torturarme?

— No. – Negó el mayor. — Es demasiado joven y puro para estas cosas. Se quiere licenciar en conjuros e íncubos, tiene que aprender teoría visual.

— ¿Teoría visual? ¿Así llamas hacerle pasar un mal rato al chiquillo? – Se burló el demonio.

— Te equivocas - Mordió su labio inferior. —, tú vas al pasarlo mal.

Sin previo aviso, el cuchillo resbaló por su torso, haciéndole jadear.

— Hijo de puta... – Masculló YounGho, siseando de dolor, pero no dándole el placer de gritar para enorgullcerlo.

Taeil ahora hizo un corte grueso antes de llegar a la cadera.

— Ups - Habló Taeil cruelmente. — ¿Te he hecho daño? - Preguntó abultando sus labios. — Perdón si así es.

Íncubo [ Yuwin ] ; Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora