The End.

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Comienza el final de Íncubo.


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Flashback

( 2 días antes )

15 de Marzo, 2001



-Yuta - llamó dulce.

-¿Si, mi cielo? - respondió rápido besando después el desnudo hombro de su amado, éste le respondió con un suspiro.

-¿Cómo será nuestra vida después de esto?

Yuta enterró su rostro en el cuello del rubio, restregando su nariz como un gato buscando mimos - Contigo será todo bueno, pequeño.

Acababan de hacer el amor. Las caricias y las promesas ahogadas en gemidos se repetían en la cabeza de ambos, aunque Yuta sabía de sobra que al desplegar sus magníficas alas caerían decenas de plumas.

-¿Tú me quieres de verdad? - Yuta se quedó expectante.

-¿Por qué me preguntas eso así tan de repente? - levantó su rostro para admirar al rubio - Ya te he dicho todo lo que un demonio puede decir - Yuta no entendía aquellas inseguridades humanas, eran tan exesperantes.

-Pero, eres un demonio, un íncubus, ya sabes. Causas solo el mal y yo... bueno... quieres fugarte... ¡conmigo! Y me hablas como si yo fuera tu mundo entero, me hace dudar tanto - al rubio se le nublaban los ojos - Tendrás miles de años, miles de recuerdos. Habrás visto barbaridades y también las habrás hecho. Hay tantos humanos mejores que yo. No se si soy un juego ó... bueno, n-no me hagas daño en un futuro, Yuta Nakamoto, porque te estoy brindando todo. Te he dado mi primera vez, mi amor y mi confianza, y-yo...

-Hey, hey, hey pequeño - Yuta acarició el tembloroso rostro del rubio - Cree en mí, ser maravilloso y de luz, delicado y bonito, es tan difícil no enamorarse de ti.

-¿Y... por qué yo? ¿Por qué quieres amarme? ¿Por qué?

-¿Y porqué no? - ambos se reincorporaron. Estaban desnudos y solo tapados porque las sábanas hasta la cintura. Acarició con su pulgar la suave mejilla de SiCheng - Eres tan precioso, nunca me cansaría de decírtelo - Una sonrisa bobalicona adornó el rostro del íncubo - Eres la oportunidad que siempre he esperado, tú mi pequeño muñeco, tú mi perdición reencarnado luego de tantos siglos - SiCheng agachó su cabeza, las lágrimas caían en la colcha - ¿Sabes? Hay cosas que no tienen explicación. No sé qué haces conmigo pero... me vuelves jodidamente loco, y por amor desafiaré todo... - Yuta levantó en un susurro la barbilla afilada de SiCheng, acercando peligrosamente sus labios a los de él.

-Por amor se hacen tantas locuras... y se dicen tantas - murmuró el rubio, distanciándose dolorosamente.

-¿Qué pretendes decir, mi pequeño? - susurró frunciendo levemente su ceño.

SiCheng enjuagó sus lágrimas y alzó su rostro. Yuta, por inercia, tomó las manos de su hermoso rubio.

-Mira, cuando salgamos de aquí seremos tan felices - acarició las cálidas manos - tan plenamente felices, mi niño curioso. Tendremos una casa, las más cara del mundo, serás el rey, mi rey, y nunca te faltará de nada. Estaríamos viendo películas románticas todas las tardes y - se acercó a su oído, tan seductor - jamás habrá un día sin hacerte el amor. Me convertiría en humano solo por ti, y pase lo que pase estaré a tu lado. Te lo prometo.

Íncubo [ Yuwin ] ; Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora