Cap. 1. En la fortificación

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La visión de los campos destrozados por el paso de los titanes era desoladora, un mar de pastos de cultivo pisados, carros destrozados y columnas de humo que ascendían hacia el cielo hasta perderse entre las nubes.

La sensación de pérdida era más demoledora aún, Levi contaba las bajas de esta nueva incursión como una nueva espina que se le clavaba en su imperfecto corazón. Miraba el campo y por desgracia esa imagen era la misma que había visto cientos de veces. Aunque no era una persona que se dejaba llevar por el sentimentalismo, siempre se permitía un par de minutos para vivir su propio duelo, ese que no mostraba a nadie y que le mantenía apegado al poco de humanidad que le quedaba en sus venas.

Giró su montura e inició la vuelta, en esta ocasión había protagonizado una avanzadilla de exploración de la expedición de reconocimiento y de los 6 soldados sólo volvía él y su caballo.

Llegó al grueso de la columna y fue directamente a ver a Erwin, este le devolvió la mirada esperando su informe.

- Hemos encontrado en el lado sur-oeste 7 titanes, 3 de 5 metros y 4 de 10. Los hemos eliminado a todos, el camino ha sido despejado.

- Bajas - preguntó Erwin con la mirada fría.

- Todos excepto yo- contestó mirándole fijamente para observar la culpa de su superior o como mínimo un atisbo de dolor.

Erwin no dijo nada más, mantuvo la mirada de Levi durante unos segundos como si fuera una competición de a ver quién era más inhumano de los dos, pero al ver que quedarían en tablas apartó la mirada y se dispuso a dar la orden de avance.

En esta ocasión la misión de reconocimiento era una estrategia creada por Hangi y Erwin para la adecuación de diferentes zulos de provisión en las construcciones fortificadas que sabían que podrían soportar el embate de un titán, estas estaban situadas en diferentes puntos estratégicos calculados a menos de 8 horas entre ellos en carromato para poderse proveer en el caso que consiguieran realizar viajes más largos fuera del muro Rose. La recuperación del muro María se estaba volviendo una necesidad apremiante y desgraciadamente, necesitaban poder acceder a Shiganshina para poder taponar el agujero que hizo el Titán Colosal hacía ya 2 años.
Dentro de esos zulos, deberían poder depositar bombonas de gas, cuchillas para sus MD3D y una zona de cobijo para poder resguardarse durante la noche. Durante la noche en principio los Titanes entraban en letargo, pero no tenían toda la información necesaria para asegurar que no hubiera algún tipo que no siguiera esa regla.

Emprendieron la marcha a paso de galope, tenían que aprovechar esa ventaja que les había creado la avanzadilla para llegar lo antes posible al área de construcción del primer zulo. Una vez llegaron desmontaron de las sillas y mientras el equipo de Nanaba y Erth se ponían a otear el horizonte para confirmar que no hubieran más titanes, los reclutas de la 104 y la 105 (los más jóvenes de todas las promociones) sacaran los picos y las palas para iniciar la construcción del habitáculo. Tenían 4 horas para poder hacer algo decente y que sirviera antes de la puesta de sol, al día siguiente continuarían, sabían que permanecer otro día más, era un riego muy grande.

Levi se mantenía encima de su caballo negándose a descabalgar cuando Erwin le envió un mensajero para que fuera a reunirse con él lejos de miradas ajenas. Este sólo asintió y descabalgó para acercarse al punto de reunión. Cada vez más Erwin solicitaba esos pequeños encuentros con él fuera de las miradas del resto del destacamento para poder hablar con confianza cuando algún tema le preocupaba. Al llegar cerca del riachuelo apartado de todo el mundo se encontró a su comandante con la vista clavada en un punto indeterminado del horizonte, ante el ruido de pasos, giró sobre sus pies para dar permiso al otro para que se acercara a su lado para así ambos tener la opción de hablar bajo.

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