El deseo

Cap. 12. Nuevas noticias.

Nos llegó a los pocos días un mensaje de Erwin para que nos replegáramos en el cuartel de Trost, al parecer, el período de estudio y control había finalizado. Los barones y los rangos altos militares estaban bastante convencidos que Eren no era peligroso.

Volvimos rápidamente a Trost ese mismo día y fui llamado al despacho del comandante en cuanto puse un pie a tierra.  Una vez estuve presente, junto con Hangi y Mike, nos procedió a explicar sus sospechas sobre la presencia de más titanes hostiles dentro de los muros.
Siempre me pareció un gran estratega y una persona con una visión preclara de la realidad, hacer este tipo de predicciones requieren ser de ese tipo de personas especiales que sólo existen una vez cada 100 años. Y el verlo hablar siempre me había infundado una suerte de calor en mi pecho que me imbuía a seguirlo, al principio de una forma inconsciente y desde hacía pocos días, con la mirada de alguien que tiene fe ciega debido al amor que le profeso.  

No me siento orgulloso de estos sentimientos, sé que soy una persona muy sensible a las necesidades de los demás por encima de las mías y que Erwin no me permitiría que hiciera movimientos egoístas por mi parte, ni siquiera por amor, al igual que no se lo permitiría a él mismo. Ser parte del círculo cerrado y pequeño de Erwin no es fácil, requiere fe ciega, compromiso y sacrificio. Pocos son capaces de darlo todo como lo hacemos Mike, Hangi y yo.     

Nos comentó que haríamos una expedición extramuros para intentar un nuevo sistema de formación pero, que realmente, intentaríamos detectar titanes inteligentes con intenciones hostiles hacia Eren.

El comandante me miró intensamente como pensando en algo que debía decirme sólo a mi, pero no dijo nada, procedió a explicar el resto del plan.

Al finalizar la reunión, me pidió que me quedara con él, y intenté mantener la mirada más fría que tenía mientras lo veía mirarme intensamente, calibrando aquello que me iba a decir.

- Vas a tener que confiar mucho en mi esta vez.

- ¿Cuándo no he sido fiel a tus órdenes?

- No Levi, esta vez será diferente. Sólo Eren es importante y es tu responsabilidad que se mantenga vivo.

- No te preocupes, eso ya lo sé.

- Es posible que haya muchas bajas.

- Es un riesgo que todos asumimos cuando salimos afuera de los muros, ¿a qué cojones estás jugando, Erwin?

- Levi, si tuvieras que escoger sólo habrá una respuesta correcta, la vida de Eren está por encima de cualquiera, no lo dudes ni un momento.

Le miré fijamente durante unos segundos. No paraba de repetirme desde hacía tiempo la misma sarta de órdenes y me tenía bastante cabreado, joder! No soy idiota. Fruncí mi ceño en señal de molestia y eso hizo que me cogiera del brazo fuertemente y me obligara a acercarme a él.

- Sé que te estoy pidiendo demasiado – susurró mientras posaba una mano encima de mi mejilla. Yo me sonrojé ante el contacto e intenté desviar la mirada. – No sabes lo importante que eres para mí.-

Dicho esto, posó su frente encima de mi hombro. Fue un contacto muy cálido y sensual, yo no podía evitar estar nervioso, levanté mi mano y le acaricié la nuca.

- Últimamente las cosas son demasiado complicadas para mí -le confesé – sé que quieres que sea lo más importante para Eren y te juro que lo intento, pero, yo...-

No pude acabar la frase, Erwin había levantado la cabeza y me besó apasionadamente. Me dejé llevar. Amaba a ese hombre, pero notaba que a cada caricia, a cada beso, a cada orden, parte de mi alma se consumía.

Pronto no quedaría nada de lo que era.

Le aparté, y eso le sorprendió e incluso se vio algo molesto, creo que no esperaba esta reacción de mi parte, por lo que intenté justificarme.

- Alguien puede entrar, imagínate que fuera Eren, se iría el plan a la mierda.

- Tienes razón, perdona, me dejé llevar.

- Bien, pues si no hay nada más me largo.

Intenté girarme para irme, pero en el último momento me retuvo, lo miré esperando alguna información extra pero sólo se quedó observándome, parecía que quería decirme algo pero finalmente desechó la idea.

- Esperemos que todo vaya según lo planeado. – acabó de decirme antes de que yo cerrara la puerta y me alejara.

Las últimas reuniones con Erwin cada vez eran más raras, desde que habíamos empezado a intimar, parecía que nuestra relación se veía afectada, sé que el comandante decidirá por encima de mí y de cualquiera por el bien de la humanidad.

Sólo espero que no se me lleve por delante.