Erwin salió del cuartel para encaminarse a los calabozos donde estaba Levi retenido. El viento fresco de la mañana lo azotó y le provocó un desasosiego como hacía tiempo que no sentía. Una suerte de hiel amarga le subió desde la boca del estómago hasta la lengua. No había siquiera desayunado y los humores agrios de la noche se esparcían por todas las cavidades de su boca.
Siguió caminando deseando deshacerse de ese mal regusto que tenía instalado. Su cabeza no paraba de enviarle señales de tranquilidad, él era un soldado y sabía cumplir órdenes además de darlas sin que le temblaran las manos y así procedería aquella mañana.
Al llegar a los calabozos el soldado que medio dormitaba en la entrada se puso firme de golpe para saludar a su superior y acto seguido le abrió la puerta para que entrara a la sala de espera que había justo después de la entrada.
Allí, otro soldado sentado enfrente de un escritorio lleno de papeles le hizo las preguntas pertinentes sobre el motivo de la visita y a quién iba a ver y le hizo firmar en la hoja de registros. Una vez realizada esta formalidad, le pidió que se sentara en un banco que había en un lado de la pared mientras hacía sonar una especie de comunicador que se encontraba encima de su mesa.Pasaron varios minutos hasta que otro soldado que portaba un gran manojo de llaves apareció por la puerta haciéndole un gesto para que lo siguiera. Erwin se percató que este último aunque llevaba el consabido traje de la legión ni siquiera le saludó apropiadamente además de que se le veía increíblemente sucio y olía a mil rayos. Frunció un poco el ceño y la nariz a modo de protegerse del olor pero evitó hacer más gestos para no ofender al susodicho carcelero.
Bajaron por unas escaleras de piedra bastante resbaladizas y carentes de pasamanos donde poder sujetarse. Debido a su altura tuvo que inclinar la cabeza para así no golpearse y poner las manos en las paredes mugrientas para no caerse, de verdad que todo aquello empezaba a darle mucho asco, sabiendo de las manías de limpieza que se gastaba Levi, seguro que lo estaría pasando muy mal.
Una vez abajo, el carcelero lo guio por una suerte de pasillos hasta llegar a la celda de destino. El cubículo era deprimentemente pequeño y Levi parecía dormido sentado y apoyado en una de las esquinas. Se notaba que intentaba tener el menor contacto con las paredes y el escaso mobiliario, el cual sólo era un catre de madera roída y un cubo lleno de heces que debían retirar un par de veces a la semana.
- Su capitán no ha comido ni bebido desde que se encuentra con nosotros. – soltó de golpe el carcelero mientras Levi se despertaba de golpe al oir la voz de ese desagradable tipo.
- ¿Podría dejarme un rato a solas con él? – dijo el comandante que no había apartado la mirada del capitán en ningún momento.
- Tsk, haga lo que quiera, pero convénzalo para que coma y beba. No quiero que muera en mis celdas.- dijo escupiendo en el suelo – como mínimo no a uno tan importante.
- No se preocupe.
- En media hora vengo a buscarle, no intente recorrer sólo estos pasadizos si no quiere perderse. Le dejaré una de las luces para que pueda alumbrarse.
- ....
Ante la no respuesta del comandante el soldado se fue por donde había venido y dejó a los otros dos que continuaban mirándose sin decir palabra.
Cuando Erwin consideró que el carcelero estaba lo suficiente lejos se acercó más a los barrotes para no tener que alzar demasiado la voz.
- Levi, he de informarte que serás castigado por golpear a dos lacayos del duque Nedlay dentro de seis días a partir de hoy en la plaza pública a mediodía.
- ¿Cómo puedes ser capaz?!?!
- Los latigazos te los daré yo mismo.
Levi se levantó de golpe y agarró a Erwin de la solapa de la camisa haciendo que este tuviera que inclinar la espalda y meter la cara entre los barrotes.
- Hijo de puta! Te odio a muerte cabrón!
Erwin se lo quedó mirándolo fríamente sin decir nada. Para él también estaba siendo muy difícil todo aquello. Al ver que este no contestaba lo soltó con rabia mientras le daba la espalda y se giraba sobre el mismo para no tener que verlo.- Ni siquiera tendré un juicio.
- Es mejor así.
- Mierda Erwin, odio este sitio, sácame de aquí, dame los latigazos 40 si quieres pero no puedo seguir aquí dentro.
- Estarás aquí hasta la fecha de tu castigo. Son las condiciones del duque.
- ¡¿No entiendes que no puedo vivir aquí dentro?!?!?
- Te ordeno que no te dejes morir de hambre ni de sed.
- No puedes hacerme esto.
- ¡Es una orden soldado! Cumpla con su penitencia y en una semana nos veremos.
Sin darse apenas cuenta el carcelero había llegado de nuevo ante ellos para escoltar al comandante de vuelta a la salida. Se alejaron lentamente de la celda donde un Levi golpeó con fuerza el cubo del suelo mientras maldecía en voz alta debido a la rabia que acumulaba dentro.
Erwin salió todo lo deprisa que pudo de aquella cárcel tan horrible, no sin antes pedirle al carcelero mediante un par de monedas de oro, que mejorara las condiciones de la celda de Levi y le ofreciera comida y bebida que no pareciera insalubre, no sabía cómo estaría Levi esos días allí abajo, pero seguro que ninguno de los dos pasaría una buena semana.
La noticia que Levi sería azotado por el comandante corrió como la pólvora por toda la ciudad, esta nueva, en los tiempos de escasez en que la población se encontraba, supuso un gran acontecimiento. Para los ciudadanos, que a duras penas podían mantener sus estómagos calmados por el hambre, aquello que un capitán fuera azotado en público a modo de escarnio era un poco de justicia divina proporcionada por las 3 diosas de los muros por la ineficacia de los soldados a la hora de reconquistar la tierra perdida.Los días pasaron lentamente, el equipo que estaba asegurando los muros llevaba días sin comunicarse hasta que dos días antes del castigo de Levi hizo llegar un emisario informando que Berthold y Rainer eran los otros dos titanes infiltrados y que Ymir, aunque era también un titán, no parecía estar con los otros dos. Además obtuvo la relación de muertos en aquella expedición. Eran tantos, y algunos tán cercanos, Nanaba, Mike,... y otros muchos.
—————————————-
Hola !!!!No soy una persona muy expresiva pero quería deciros que aunque no tenga mucho seguimiento continuaré con esta historia ya que realmente disfruto mucho escribiéndola.
Espero que aquell@s que le den una oportunidad la disfruten.
Un beso y un abrazo muy grande a tod@s!!!!
ESTÁS LEYENDO
El deseo
FanfictionY si amáramos siempre a quien más nos odia y nos aborrece? Y si todos nos aprovechamos del sentimiento de los demás para conseguir nuestros objetivos? Hasta que punto puede ser justificable? Hasta que punto perdemos parte de nuestro propio ser en es...