El equipo de Levi se instaló en las habitaciones de la castillo alejada donde se mantendrían ocultos durante unos meses de la opinión pública y lejos de las otras fuerzas del estado. Desde que se celebró el juicio, había quedado bastante definido que la única persona que podía ocuparse del Titán Eren era Levi y mientras los ánimos se calmaban en la capital, desaparecer era la mejor opción, además, aprovecharían el tiempo para entender cómo podía Eren despertar al Titán ya que ni el mismo lo sabía.
Levi no olvidaba que tenía otra misión personal, volverse tan cercano como pudiera del mocoso. Necesitaban entender en cada momento que pasaba por su mente, por si Eren se desestabilizaba y decidía ir contra la humanidad. Para ello el comandante había sido muy claro, dejaría que Eren fuera lo cercano que este quisiera ser con su capitán y en ningún caso podría negarse, sabía que Erwin lo cosería a preguntas en un interrogatorio para ver cómo evolucionaba su relación y que si no la encontraba satisfactoria lo reprendería hasta lograr su objetivo.
Mientras limpiaban Levi intentó hacer un primer acercamiento, pidió a Eren que fueran ambos arriba a limpiar las habitaciones, a lo cual el otro accedió solícito.
- Eren, ven aquí. Mira como quiero que hagas los cristales – le dijo mientras le cogía de la mano y le ponía un trapo en ella. De golpe, el capitán se puso detrás de Eren y sin soltar su mano mientras mantenía el contacto de su pecho contra la espalda del mocoso, empezó a realizar movimientos circulares en el cristal. – Lo importante es ejercer la presión justa del paño sobre el cristal.- Le dijo al otro en el oído.
Eren se puso rojo como un tomate ante ese contacto tan íntimo. Como adolecente que era, su mente se convirtió en un lío de emociones. ¿Qué significaba aquello? ¿Había sido queriendo o sólo imaginaciones suyas? ¿estaba Levi insinuándose? Para el pobre muchacho todo esto rebasaba su comprensión, el último contacto que había recibido del capitán fue una serie de patadas por todo su cuerpo y este cambio de actitud no se lo esperaba para nada.
Muerto de vergüenza, y sin poder dar un paso en la dirección que anhelaba, prefirió mantenerse mirando al cristal y frotarlo con el paño tal como Levi le había enseñado y Levi, viendo la falta de respuesta del otro, se apartó con un deje de molestia por haber tenido que realizar esa actuación sin obtener respuesta por parte del soldado.
'Mierda, pensó Levi, esto será más difícil de lo que pensaba' y salió de la habitación todo contrariado, ya que poco más sabía que hacer Levi, no era experto en eso e intuía que si era más brusco podría espantarlo pero si era sutil el otro no pillaría las indirectas.
En un par de días tendría que ir a ver a Erwin y necesitaba hacer algún tipo de avance que le satisficiera. Para la hora de la cena el capitán pasó a explicar a su escuadrón lo que harían durante ese tiempo:
- Quiero que sepáis que estaremos unos dos meses en esta casa y utilizaremos ese tiempo para ver si podemos utilizar al Titán Eren para que luche para la humanidad. El hecho que estemos apartados de todos servirá para mantenernos fuera del alcance de los nobles y de la policía militar. Necesito que entre todos me ayudéis a neutralizar a Eren si este pierde el control. Y Eren, confiamos en ti para que te conviertas en la herramienta que nos permita recuperar el muro María.
- Capitán, - dijo Eren – No se preocupe, yo lo que quiero es derrotar a todos los titanes y liberar a la humanidad.
- Lo sé muchacho y tienes todo nuestro apoyo para lograr esa empresa.
- Eren -dijo Petra – Confía en nosotros, por algo somos el escuadrón de Levi.
Erd, Auruo, Gunther y Petra miraban muy serios a Eren y este notaba el miedo en sus miradas por mucho que Petra intentara mostrar un valor en sus capacidades que ninguno de ellos tenía. En cambio, Levi se mantenía tranquilo mientras sujetaba su taza de te negro. Levi se había convertido en la única persona con la que podía contar si perdía la conciencia una vez convertido en Titán, ese pequeño hombre era su salvación y su sentencia de muerte, con lo poco que lo conocía y todas las historias que corrían de él, era implacablemente mortífero, nadie era capaz de ganarlo en una batalla y no dudaba en dar muerte a a quien se pusiera en su camino. Un latigazo de placer nacido desde su coxis le llegó hasta su cerebro, debía estar loco porque le gustara tanto ese hombre, se imaginaba besándolo apasionadamente mientras se desvestían a la luz de la luna, seguro que mantenía su cuerpo limpio y con un agradable olor, el solo hecho de pensar en lamer cada parte del cuerpo de Levi le parecía una experiencia cas mística.
- Que miras mocoso
- Nada – contestó con un hilo de voz.
- Deberías irte a dormir ya, dormirás en el sótano por si acaso te transformas podamos reducirte fácilmente.
- De acuerdo... - dijo con un hilo de voz.
La verdad es que Levi no creía que fuera necesario, pero si no lo hacía, el resto del escuadrón no podrían dormir tranquilos. Esta decisión no le favorecía a la hora de acercarse a Eren, pero no podía hacer nada más. El mismo había reacondicionado el sótano para que fuera lo más agradable posible. Aprovechó para levantarse el también con intención de acompañar al muchacho hasta su cama.Cuando entraron en el cuarto, Eren lucia deprimido, ahora él estaba en el escuadrón de Levi, el lugar en el mundo donde más quería estar, pero sabía que su vida pendía de un hilo y que quizás, el hombre que más admiraba en el mundo sería el encargado de eliminarlo.
El capitán encaró al muchacho y con al punta de los dedos le levantó la barbilla para que lo mirara a los ojos.- Chico, esto sólo lo hago porque el resto si no no podría dormir. No te preocupes, yo confío en ti – medio-mintió – creo que realmente quieres ayudarnos y yo aprecio mucho esto.
Levi aprovechó esa mano que le sujetaba la barbilla para desplazarla hacia la mejilla de su subordinado en un gesto que quería ser amable e íntimo. Eren enrojeció de golpe y apretó su mejilla contra la mano del otro buscando un poco de protección y viéndole tan desvalido, Levi dudó de lo que estaba haciendo y retiró rápidamente la mano.
- Bien, buenas noches Eren.
Y salió rápidamente de ese cuarto dejando completamente confundido a un chaval de 15 años que no sabía nada de los asuntos del corazón.
El capitán golpeó en el muro maldiciendo lo que había estado a punto de hacer, joder! Que coño pretendía Erwin, pensaba irle a ver y decirle que no pensaba continuar con esa falsa, que si quería que alguien se abriera de piernas con ese chico que se buscara a otro, que él no pensaba continuar con esta locura. Se fue a acostar a su habitación y aunque le costó conciliar el sueño, finalmente cayó rendido. Tuvo un sueño extraño aquella noche, sentía que unas manos acariciaban su cuerpo desde el inicio de su cintura hasta sus pezones, el cuello y acabando en los labios. Se sobresaltó tanto que se despertó en mitad de la noche y pensó que había alguien en la habitación, pero en cuanto se talló los ojos y miró alrededor de su cuarto no pudo ver nada.
Escaleras abajo, un muchacho con el corazón a cien se metía en su cama mientras notaba como su entrepierna estaba toda dura y caliente. Dentro ya de su cama cogió su pene y empezó a masajearlo mientras recordaba el tacto de la piel que acababa de tocar, sus pezones, su cuello, sus labios, sabía que si el capitán lo hubiera pillado lo habría hecho picadillo. Pero era el capitán quien lo estaba confundiendo, quizás era joven, pero por ello todos los sentimientos eran más vívidos y potentes. Acabó eyaculando en su mano mientras recordaba esos ojos y se imaginaba lo que sería tener al capitán debajo suyo, después se durmió profunda y placenteramente esperando soñar en su capitán.

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El deseo
FanfictionY si amáramos siempre a quien más nos odia y nos aborrece? Y si todos nos aprovechamos del sentimiento de los demás para conseguir nuestros objetivos? Hasta que punto puede ser justificable? Hasta que punto perdemos parte de nuestro propio ser en es...