El deseo

Cap. 21. Sexo

Eren se sentó al lado del capitán y le tendió una jarrita con aceite. Levi cogió la mano de Eren y le hizo introducir tres dedos dentro del recipiente para que se mojaran. Después de eso, depositó el envase en el suelo y se recostó en la cama manteniendo la mano de Eren cogida para que no rozara con nada. Eso hizo que Eren también tuviera que subirse a la cama y ponerse a horcajadas encima del capitán. Se miraron unos momentos con intensidad.  Una pequeña gota resbaló de los dedos de Eren hasta el vientre del capitán y se deslizó hacia el ombligo. La imagen de esa gota tremendamente erótica deslizándose descaradamente por la piel blanca del capitán encendió la pasión de Eren que fue a buscarla con la lengua para llevársela del cuerpo de su amado.

Levi mantenía las muñecas de Eren atrapadas, impidiendo que este hiciera lo que quisiera con ellas. Eren aunque arriba estaba siendo sometido por su capitán pero su necesidad apremiaba así que empezó a restregar su entrepierna con la del otro para aumentar el placer.

- Levi, por favor, suéltame.

- Espera. Necesito que hagas lo que yo te diga. No fuerces las cosas. Vamos a ir mas despacio.

- No sé si podré – dijo Eren cargado de lujuria.

- Tranquilízate un poco joder! Que no somos conejos! – dijo algo enfadado, aunque la mirada triste y dolida de Eren lo volvió a ablandar. – Vamos, te prometo que te gustará. Sé que eres muy joven y estás lleno de energía, pero yo quiero disfrutarlo también. Solo es eso, Eren.

- De acuerdo, me aguantaré...

Levi llevó la mano de Eren hacia su entrada mientras le decía que intentara meter uno de los dedos bañados en aceite. Eren metió el dedo y Levi pegó un respingo, aunque le permitió continuar mientras se mordía el labio. Sabía que las primeras veces no eran fáciles ni del todo placenteras, menos con un crio sin experiencia. Erwin le había enseñado un poco cómo hacerlo, esperaba que fuera suficiente para poder sentir algo de placer aquella vez. Cuando el dedo empezó a entrar con facilidad, le pidió a Eren que metiera el segundo y repitiera el proceso. Levi se tensó , eso ya eran palabras mayores, no era tanto por dolor, si no que estaba permitiendo que un algo extraño entrara en su ano y que instintivamente su cuerpo quería cerrarse y no dejarlo entrar. Intentó relajarse, respiró profundo y así, consiguió que su cuerpo aceptara mejor esos dos dedos que lo penetraban.

- Mete el tercero.

Y la intromisión se hizo presente, dolorosa, incómoda. Pero esta vez él marcaba el ritmo, no dejaría que Eren tomara la iniciativa. Eren notaba como sus dedos eran apretados por el cuerpo de Levi. En ese momento entendió que suponía para Levi dejarse hacer eso. Lo veía transpirar y ponerse rojo, cerrar los ojos y morderse los labios para no emitir gemidos demasiado altos, pero no le pedía que parara y Eren le tenía tantas ganas, le dolía tanto su pene que erecto reclamaba embestir el pequeño cuerpo del capitán, así que cumpliría todas las órdenes que le diera para obtener su ansiado premio.

Tardó aún varios minutos en poder destensar su cuerpo, en aceptar los tres dedos del soldado que profanaban su ano. Pero lo había logrado, había conseguido relajar el esfínter y estaba preparado para que le metiera la verga.

- Ya pudes hacerlo, le dijo entre gemidos.
El otro ni se lo pensó, sacó los dedos y de un solo golpe metió su pene mientras abrazaba al capitán juntando ambos pechos. El pobre se había aguantado tanto que se corrió al momento, en sólo una embestida. Levi lo miró interrogante, y Eren sólo pudo ponerse rojo de vergüenza.

- Yo, lo siento.

- No te preocupes. No pasa nada. Sal.

- No, espere, no quiero sacarlo, se está calentito aquí dentro y puedo abrazarlo y sentir que somos uno ahora mismo.

- Sal. – le dijo empujándole de los hombros para hacerlo levantar.

- Déjeme capitán – decía mientras lo agarraba con fuerza – vuelvo a estar listo.

Y empezó a arremeter en el cuerpo de Levi que dejó de intentar alejarlo y a gemir bajito cerrando los ojos.

- Míreme capitán, no cierre los ojos. Quiero que me veas.

Levi abrió los ojos y vio la pasión y la determinación en la mirada de su compañero y eso le excitó. Sus respiraciones se acompasaron, sus cuerpos resbaladizos por el sudor se fundían en uno solo como si de un helado de toffe y nata cremosos y fundentes se deshicieran bajo el sol abrasador del verano. Y fue ahí, en ese preciso instante, en ese segundo eterno, que Levi supo que seguiría a Eren ante las puertas del mismísimo infierno. Eren dejó de ser un niño en sus ojos, y se convirtió en un hombre.

Las horas transcurrieron al ritmo de sesenta minutos cada una, si se les hizo largo o corto todo depende de los ojos con que lo mires, pues no lo hicieron ni una ni dos veces, estuvieron toda la noche amándose. A veces, lentamente, con cariño, con besos y caricias. Otras veces con rudeza, de forma egoísta, buscando sólo el placer propio. Pero fue una noche llena de ruidos que salían fuera de la pequeña granja y espantaban a los animales del lugar.

Incluso Armin se fue a dormir al raso avergonzado de la escandalera de esos dos. Mañana tendría que verlos a la cara y hacer como que no había oído nada. Pensó en fugarse fuera de los muros y que se lo comiera un Titán.  Sí, así no lo pasaría tan mal. Se rio de su propio chiste mientras se acomodaba entre la hierba fresca del campo. Esta noche sería para ellos dos, mañana ya abordarían los problemas que se habían creado.

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Ay Dios mío! Lo he hecho!!!! Me ha costado no sabéis bien este capítulo. Quería que fuera una experiencia realista, o sea, un poco frustrante pero que acabara bien. Si lo he logrado o no ya me diréis. 😘