Capítulo 24

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TaeHyung desabrocho lentamente los botones de la camisa de su pijama, mientras JungKook se quedaba quieto, sin despegar los ojos de él, sintiendo a su cuerpo reaccionar con cada roce del rubio

Kim se incorporó a medias, terminando de quitarle la camisa, observando el torso desnudo de su novio. Su piel blanca y algunos lunares

JungKook soltó un pequeño gemido cuando sintió los labios de TaeHyung rozar uno de sus pezones

–Se ha puesto duro tan rápido
Susurró el prefecto

–¿Eso es malo?
Jadeó JungKook, sintiendo que aquel leve contacto se le iba directamente a su entrepierna

–No. En lo absoluto

–TaeHyung, te amo

–Y yo a ti, JungKook. De verdad te amo
TaeHyung se incorporó, manteniéndose por arriba de JungKook con ayuda de sus brazos, mirándolo con aire divertido

–Lo sé. Nunca he puesto en duda tu amor por mi

Jeon quería decirle la verdad, esos recuerdos suyos que venían a su mente, esos que le mostraban una versión totalmente diferente de lo que él creía. Una visión que, sin embargo, no dudaba que fuese real. De alguna forma el otro

JungKook no estaba enamorado de TaeHyung
Perro amaestrado

–Gracias
Murmuró JungKook antes de tirar del prefecto para unir sus labios, TaeHyung lo rodeó a su vez, rozando su pelvis con la del otro. Ambos podían sentir como empezaban a endurecerse

JungKook llevó sus manos hasta el borde de la chaqueta del uniforme y le ayudó a quitársela, sintiéndose repentinamente desesperado por tener más de él, sintiendo cada prenda en el cuerpo del joven licántropo como un obstáculo para conseguirlo

Fue cuestión de tiempo para que ambos se hubiesen deshecho de toda su indumentaria. Sus bocas dedicándose a explorarse mientras las manos de TaeHyung se paseaban por los muslos de JungKook. El joven cazador se sostenía de los fuertes brazos de su pareja. Y mientras sus erecciones se rozaban ante cada movimiento

–Eres tan dulce –susurró TaeHyung, dándole un suave mordisco en el cuello–tan adictivo

–Mm... Tú eres el dulce, TaeHyung
Kim le tomó de las caderas, obligándole a recostarse completamente

–¿Me deseas, JungKook?

–Si

Y era verdad, sentía su cuerpo temblar ante la expectación de lo que iba a ocurrir, sentía a su corazón latir tan rápido que temía morir de un ataque cardiaco de un momento a otro, sentía su pulso tan débil que temía desmayarse entre los brazos de Kim y sentía a su erección doler tanto debido al deseo, a las ansias. Porque deseaba ser poseído por TaeHyung, deseaba pertenecer le de ese modo. Y era tal la desesperación y el calor que sentía que llegó incluso a olvidar su miedo a la penetración, al hecho de ser empalado por el miembro de otro hombre, al ser abierto por aquellos centímetros de longitud que se enterrarían en su interior.

TaeHyung ensalivó un par de sus dedos y, besándole una vez más, comenzó a introducirme uno de ellos lentamente por su estrecho orificio rosado. Habían tenido sexo antes, pero parecía que el cuerpo se desacostumbraba si dejaba pasar mucho tiempo. Y había transcurrido más de un año desde la última vez.

–Kim

–¿Duele?

–No –susurró JungKook, sintiendo el cálido aliento de TaeHyung contra su boca–. Sólo quiero que sepas que te amo

–Lo sé –TaeHyung rozó su nariz con la suya –yo te amo también

Y JungKook lo creyó y lo aceptó. TaeHyung lo amaba. Y él amaba a TaeHyung. No importaba el pasado ni quien fuese el anterior Jeon JungKook en aquellos momentos lo único que importaba eran ellos dos. Lo que sentían el uno por el otro

–¿Sabes que en algunas culturas se cree que sí mantienes relaciones sexuales con un hombre lobo te convertirás en uno? –Inquirió TaeHyung unos minutos después mientras sacaba sus tres dedos del interior de JungKook

–¿Y es cierto?
Jadeó el chico, con el rostro sonrojado y ambas piernas sobre los hombros de TaeHyung

–Habrá que comprobarlo
Respondió el rubio, guiñándole un ojo antes de comenzar a penetrarlo lentamente

JungKook arqueó la espalda, aferrándose con fuerza a las sabanas. La intromisión de TaeHyung no dolía, pero se sentía extraña. Un poco incomoda, tal vez

Sintió los testículos de TaeHyung chocar contra sus nalgas y dejó salir un gemido. Tenia todo el pene de Kim TaeHyung dentro suyo

–¿Duele?

–No

–¿Puedo moverme?
JungKook asintió, llevando una mano hasta el pecho del prefecto, rozando con las yemas de los dedos sus trabajados abdominales, Le daban un poco de envidia, pero no iba a negar que le gustaban. TaeHyung era en verdad un chico muy sexy

TaeHyung lo sujetó de ambas piernas, saliendo de su interior, pero sólo para volver a entrar de un certero golpe, comenzando a embestirlo con ganas

JungKook pudo haberle pedido que se detuviera que iba muy rápido, pero descubrió que no le molestaba demasiado. Y cuando las estocadas de Kim dieron directo en su próstata comprendió que no le molestaba en lo absoluto

Levantó el rostro, llevando la mano que tenía libre hasta su propia erección, comenzando a masturbarse él mismo. Le era imposible ahogar sus gemidos, no con tantas sensaciones

–Kook
Lo llamó TaeHyung, recostando su pecho sobre el del joven amnésico, pero sin parar con sus penetraciones

–TaeHyung –suspiró JungKook, rodeando su cuello para besarle, sintiendo la punta de su erección chocar contra el estómago de Kim, lo cual lo enloquecía–. Tae

Y esa era la primera vez que Jeon JungKook lo llamaba así desde que volvieran a verse, después del accidente y el coma. Después de la amnesia

TaeHyung aceleró sus embestidas, tomando el miembro de JungKook entre una de sus manos

–Tae... estoy a punto de

Y JungKook no pudo soportarlo más, corriendo se en la palma de la mano de Kim, quién soltó un gruñido extasiado antes de llegar el mismo a su orgasmo, llenando el interior del cazador

Jeon se estremeció, pero no se apartó, rodeando el cuerpo de TaeHyung con sus brazos, sintiendo el sudor en la espalda de su amante. Sonrió contra su pecho

Permanecieron así durante algunos minutos, sin hablar, dejando que sus respiraciones se regularizarán

–¿Estuvo bien?
Susurró a su oído

–Si –y JungKook buscó sus ojos–. Me gustó mucho

Sabía que tendría que volver pronto a su habitación, pero no quería separarse de TaeHyung. No después de lo que habían hecho. Kim se incorporó, dándole un beso en la frente antes de levantarse e ir en busca de servilletas, como la vez anterior...

JungKook se sentó en la cama, dejando a sus ojos recorrer el cuerpo desnudo del joven. Era algo digno de admirar. Y JungKook se dijo a sí mismo que podía pasar toda su vida mirándolo

¿Amas a TaeHyung?
Si, lo amaba. Y se había entregado a él por amor, no por estrategia como en el pasado

TaeHyung se acercó a él de nuevo, limpiándose las manos mientras sonreía

–¿Estás bien?

–Si
Jeon le sonrió a su vez, pero tuvo que apartar la vista al volver a pensar en eso

Estrategia
¿Te gustaría ser mi segundo?
Yo no soy HakYeon
Te mataré si vuelves a tocarlo

Recuerdos y más recuerdos. Todos volviendo repentinamente a su cabeza

–¿JungKook?

Y sintió la mano de Kim en su brazo, pero no tardó en olvidarse de la sensación, porque estaba empezando a recordar. Porque la cortina de humo que cubría sus memorias estaba desapareciendo y estás volvían

Estrategia. El Segundo. Los Jeon. El Asesino. Y algo más

JungKook soltó un suspiro y entonces recordó

Academia Dissander - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora