Capítulo 43

2.6K 404 29
                                    

JiMin tomó aire con fuerza. Estaba en contra de la violencia y el asesinato. Creía en que había métodos mas pacíficos para hacer las cosas, pero en aquel momento... Las cosas con HakYeon se veían difíciles. JiMin conocía la habilidad de su primo, lo fuerte que era. ¿Podía él vencerlo? Más le valía.

Subió los escalones en silencio. Había enviado a YoonGi a las mazmorras, a que hablase con los chicos. Y pensó en HoSeok.

Le había ocultado en el ático junto a NamJoon, ChanYeol y SeokJin. Sabía lo peligroso que había sido eso, que los chupasangre podían encontrarles, pero lo había hecho. Y ni mencionar que todos estaban inconscientes.

Porque el juego de los brebajes mágicos podía jugarse entre dos.
Empujó la puerta con suavidad, recibiendo un chorro de luz solar directamente en su rostro.

-¿Lo ves?
Inquirió HakYeon desde el interior de la oficina de la directora.
-Lo veo.
El día había llegado.
JiMin tomó el mango de la espada de JungKook. No creía en atacar por la espalda, pero con ese traidor...

-Es curioso, ¿no, JiMin? Todos creían que JungKook era un prodigio. Los ancianos, el Maestro. Seguramente tú también. Además de ese montón de aduladores. ¿Y donde esta él ahora? Seguramente de camino a...

-JungKook esta en el bosque con TaeHyung  -o eso creía -es probable que venga para acá.
HakYeon se giró, observando al mayor con la espada en alto. Una imagen que habría sido cómica en otra situación. El gran Jiminie que no lastimaría ni a una mosca.

-Así que es así -replicó-. Fiel a JungKook cueste lo que cueste, ¿no?

-Me alegra que lo entiendas.
HakYeon esbozó una amplia sonrisa, mirando por encima de su hombro, directo a la ventana.

-En el extranjero descubrí todo un mundo, Jiminie.

-No me interesa - Jimin avanzó con cautela-. No pienso atacarte desarmado. Saca tu armamento.
HakYeon negó con la cabeza, con expresión risueña.

-JaeBum no es la única criatura interesante que existe. ¿Lo imaginas? Capaz de transformarse a voluntad. Con una fuerza superior a la de un licántropo promedio. Ni siquiera un "prodigio" podría vencerle.

-No volveré a decírtelo, HakYeon -habló JiMin de nuevo-. Saca tu armamento.

-Parece que no quieres entenderlo, pero esta bien. Este día tendrás el honor de conocer al primer vampiro diurno en pisar suelo coreano -y acto seguido una figura alta y esbelta irrumpió en el sitio. Su rostro pálido y sin vida recibió directamente los rayos del sol en el rostro, sin sufrir daño alguno-. Mátalo, Yuri.

JiMin no espero a escuchar aquello dos veces, sin soltar la espada, salió corriendo del sitio. Nunca se había enfrentado a un vampiro. Y ese...

Un vampiro diurno.

JiMin escuchó la puerta resonar con violencia, mientras él corría hacia las escaleras. Necesitaba plata. La plata afectaba a los vampiros tanto como a los hombres lobo. Y él tenía...

Sintió una mano intentando sujetarle, pero se zafó de un salto, rodando por el pasillo, sin soltar la espada, volviéndose para enfrentarle.

-Los niños tienen buen sabor.
Pronunció el joven, avanzando hacia él.

JiMin no tenía intenciones de charlar. Menos con él. La mano derecha del Titiritero. Y aquel había sido un error en verdad grande. Porque debió saber él que era diferente.

El mienbro del clan Jeon corrió hacia él, pero el vampiro le esquivo de un salto, desapareciendo momentáneamente de su campo visual. Los ataques directos no funcionaban con los hombres lobo.
Estaba visto que tampoco con los vampiros.

Academia Dissander - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora