YoonGi observó a TaeHyung alejarse por el frondoso bosque, atento a los tambaleantes pasos del rubio. Y le fue inevitable cuestionarse si el otro sería capaz de andar con esas heridas sangrantes, pero al cabo de unos pocos segundos TaeHyung echó a correr, desapareciendo prontamente de su vista. ¿Estaría bien? ¿Esas muñecas quemadas no lo dejarían en desventaja, incluso en su forma lobuna? Pero YoonGi sólo podía confiar en el coraje de TaeHyung. Sólo podía desear que todo saliera bien para su viejo amigo.
Se dio unos minutos más para observar el sitio por el que Kim se había marchado, persiguiendo al hombre que amaba; y dejando un rastro de sangre tras de él. Su infecciosa y maldita sangre de hombre lobo.
Lo cierto era que YoonGi no era de los que renegaba de lo que era. El prefecto más joven aceptaba su condición. Y sin embargo... las cosas en los últimos días habían cambiado tanto que Min ya no se sentía a gusto con esa situación. Y era plenamente consiente de la razón.
JiMin.
Ese bonito y dulce chico que se había presentado con JungKook un día de otoño, hacia más de un año. Sabía que estaba mal, pero le había sido imposible no sentirse atraído hacia él, aunque su relación no iniciaría hasta mucho tiempo después. Y para entonces las cosas estaban demasiado complicadas.
JiMin era el Segundo de JungKook y él... ¿qué era YoonGi sino un simple lobo manso? ¿Qué podía alguien como él ofrecerle al sucesor directo del Maestro? Y al final de todo JiMin se iría de su lado sin que él pudiese evitarlo.
YoonGi soltó un gruñido por lo bajo, dándose la vuelta con los labios contraídos en un gesto cargado de irritación. No quería dejarlo. La sola idea de no volver a verlo le parecía insoportable, pero no era tan fuerte ni tan valiente como para luchar contra el Gremio a favor de ese inusual y prohibido amor. ¿Un hombre lobo amando a un Cazador? Y sabía muy bien lo que las malas lenguas decían de TaeHyung y JungKook. Conocía de antemano el rechazo de la Academia Dissander ante esas uniones. Y YoonGi tampoco se sentía capaz de luchar contra su gente.
Porqué él no era como TaeHyung. No poseía tampoco ese egoísmo, ese intenso deseo de luchar por su felicidad personal aún a costa del dolor de otros. YoonGi no poseía la fuerza de las convicciones de Kim TaeHyung.
Y lo envidiaba.
Porqué sí él fuese como el muchacho rubio... hacia mucho tiempo que le hubiese pedido a JiMin que huyeran juntos. Pero no era el caso y la sola idea era suficiente para aterrarle. Porqué YoonGi sabía muy bien lo que el Gremio le hacia a los que desertaban de la Academia Dissander. ¿Qué clase de vida tendría JiMin a su lado? De posible Maestro a prófugo del Gremio. Eso no podía considerarse vida bajo ninguna circunstancia.
YoonGi se acercó entonces al cuerpo sin vida de BaekHyun, sin poder reprimir una mueca de tristeza. El menor era un hermano para él. Un chico con talento y un futuro por delante. ¿Qué equivocación habría cometido en la vida para terminar así? Sólo ayudar a un hermano. Y había quienes morían por mucho menos que eso.
—Vendré por ti más tarde, Baek.
Y se aseguraría de darle un entierro decente, como a los otros.YoonGi volvió sobre sus pasos, topándose poco después con el cadáver de Park ChanYeol. No le había tratado mucho, pero JiMin decía que era de fiar. Y había muerto por su Gremio. Joder, todo eso era tan absurdo... chicos jóvenes muriendo por razones absurdas. Por una guerra que ellos no habían empezado. Y mientras YoonGi seguía andando no pudo evitar corregirse, porque aquella no era ninguna guerra. Era una masacre. Una en la cual ninguno tenía voluntad, ni los licántropos, sin posibilidad de elegir esa condición, ni los Cazadores, sin posibilidad de huir de su destino. Cada cual estaba jodido a su manera.
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Academia Dissander - TaeKook
FanfictionTras un accidente de auto Jeon Jungkook lo olvida todo. No sabe quién es. No recuerda a su hermano. No recuerda a su abuelo. Y sobre todo no recuerda al joven de cabellos dorados que lo mira intensamente. Capítulos sorpresivos