Nunca consideró a HakYeon como un potencial candidato. De hecho el Maestro odiaba que sus opciones fuesen tan limitadas. Su otra opción era, por supuesto, JungKook. El chico "prodigio" como lo llamaban todos. El Maestro lo consideraba escoria. Sabia de la relación entre él y HakYeon, tanto como sabia de la relación que mantenía a la vez con su hermano. A nadie le importaba realmente que se acostase con ambos, no mientras fuesen cazadores. Y los Jeon eran la sangre más pura de todas.
Nadie lo sabia mejor que él.
Su adorada Joy..
Había tenido que renunciar a ella al ser escogido como Maestro, poco después de que su Segundo le traicionase y ella...
Para el Gremio Joy había muerto, la hermosa inglesa que había conocido un día de otoño. El Maestro nunca la olvido. Por eso cuando fue mordida tuvo que dejarla
–Joy...
–Estoy aquí SungJae
Y si, esa era la voz de Joy. Su gran amor. La única a la había amado, aun si había tenido que cumplir con las tradiciones de la familia y desposar a su propia hermana, un ser tan despreciable como lo era él mismo
–Joy.
–Aquí estoy.
¿Cuantos años pasaron hasta que volvió a verla?Justo después de matar a su Segundo y dejarla ir. ¿Veinte? No, estaba seguro que había sido más. JiMin ya había nacido para entonces. Y había estado todo ese tiempo frente a él La Academia Dissander. Su Joy estaba ahí, esperando por él
–Joy.
Y ahora él estaba a punto de morir. Después de tanto.–Él...
–Tu nieto esta bien –repuso la voz dulce y suave de Joy, con una de sus manos entre las suyas –TaeHyung cuida de él
–Ellos no serán como nosotros... Ellos lucharán para estar juntos ¿Verdad, Joy?
La anciana le sonrió. Cumpliría setenta y seis años el verano próximo. A esas alturas de la vida pensar en lo que pudo haber sido ya no tenía sentido. Habían tenido una oportunidad y ambos la habían desperdiciado, sin embargo la belleza nunca dejó de amarlo. Tal vez por eso se hizo cargo de la Academia Dissander, lugar donde actualmente era la directora
Y sobre TaeHyung y JungKook... No lo sabia
Había demasiadas cosas en contra. La responsabilidad de JungKook, la misma que los había separado a ellos. Porque el Gremio jamás permitiría una relación así. Los licántropos eran bestias. Y el Gremio los mataba, no los amaba.
–Ellos estarán bien.
–Le di un gran peso a JungKook –jadeó el Maestro, mientras en un rincón de la habitación su guardia personal aguardaba –él no lo merecía
–El es fuerte.
–Él no tiene corazón –y su rostro se llenó de dolor –ese ingrato no quiere a nadie, es como su padre.
–TaeHyung...
–Lo siento por el chico, pero mi nieto no lo quiere
Y hablaba con soltura, dejando a un lado su angustia anterior de que estos no pudiesen ser felices. Joy no contradijo, sabia que el final estaba próximo. SungJae había aguantado todo lo posible por JungKook, pero ahora...
–Debí escoger a JiMin...
Si, el pequeño Jiminie. El Maestro sabia lo que el niño sufría a manos de ese par de monstruos que le habían tocado como padres. ¿Y JungKook? El menor seria capaz de matar al niño con su amor.
Y era por eso que había ordenado a su hijo y su esposa que lo mataran. Sabia que JiMin era el Segundo. Y cuando JungKook fuese asesinado... su nieto favorito seria el Maestro
Todo habría salido bien de no ser por el asesino.
La Bestia. JungKook lo había dicho, ¿no?No era como todos. ¿Y HakYeon? ¿Podía confiar en él? Había jurado haber cambiado. Le había solicitado ser el nuevo heredero, argumentando la incompetencia de JungKook, su falta de recuerdos. Y por eso se lo había contado todo...
Pero ahora...
El Maestro comenzó a toser, doblándose en dos y sintiendo la tibia sangre escurrir por su mentón. El final estaba muy próximo
Si JungKook no... Entonces HakYeon
Habia recibido un dedo de todas las victimas de la Bestia. Con una nota:
Con cariño: El Titiritero.
Y por eso había acudido a JungKook. Para cazar a una rata se necesitaba otra
–SungJae.
Escuchó la voz de su Joy, La única mujer a la que había amado. Su Joy.Los ojos inyectados en sangre del Maestro se clavaron en la mujer.
–Siempre te amé sólo a ti.
–Lo sé.
–Perdóname por no haber luchado lo suficiente.
–SungJae...
–Perdóname por no haberte hecho feliz
Y el dolor. Las pulsaciones. El llanto. Era el fin, ¿no?Escuchó los vidrios estallar aquella oscura noche y después la tibieza de la sangre de Joy escurriendo por su mano.
La muerte.
–Adiós, Maestro Jeon
Y los colmillos.
¿Como se había descuidado así?
JungKook..
JiMin..
Pero ya era tarde. Y su ultimo pensamiento se fue para Joy, muerta a su lado, con sus manos entrelazadas, húmedas.
La sangre.
Vampiros.
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Academia Dissander - TaeKook
FanfictionTras un accidente de auto Jeon Jungkook lo olvida todo. No sabe quién es. No recuerda a su hermano. No recuerda a su abuelo. Y sobre todo no recuerda al joven de cabellos dorados que lo mira intensamente. Capítulos sorpresivos