Capítulo 12.- Cualidades

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"Bueno o malo. Todos tenemos un poco de ambas. Solemos calificar a las personas en un bando u otro, pero nadie puede conocer lo que hay dentro de cada quien. En pocas palabras, como los pavo reales, todos tenemos las patas feas".

            ¿Qué pasó luego del golpe a Andrew? ¡Ah! ¡Ya sé! Corrimos a una velocidad bastante inusual, tomen en cuenta que los tacones de Haydee no son nada fáciles. Pero en cuestión de segundos estábamos en Titanium, con el corazón acelerado, llagas en los pies y sudadas.

            Creo que Haydee ya cayó en la locura y es que solo está en su escritorio mordiéndose las uñas y con una mirada de loca. ¿Qué tantas cosas pensará? ¡Sí! Lo sé conciencia ¡Tú todo lo sabes! Entonces ¡has algo maldita vieja! Llévala por el camino del bien. Es de poco creer que hace un mes y más Destino era un idiota durmiendo en una esquina, quejándose de que nadie lo quería y ahora casi que rige el universo. ¡Trabajen!!!!! Seres inmateriales. Es momento de alzar sus voces, mostrar sus poderes, demostrar que son importantes, gritemos ¡Aquí estamos! ¡Yo soy vital para el manejo del universo! ¡Nosotros somos indispensables!!!! ... ¿Por qué me miran así? Les doy un discurso motivacional y solo me miran así ¡Púdranse! Dejen que Destino se convierta un dictador y es que a eso vamos a parar, porque... ¡ay! ¡Válgame! ¿Quién me lanzó...? Ustedes cuídense porque ya verán, yo... yo...

            ¿Saben qué? No seguiré gastando mi saliva con esa gente, deben dar gracias de no tener unos compañeros de trabajo como los míos, no hay nada de respeto, estaba ahí esmerándome en darles un discurso de esos que dan en las películas antes de que venga una batalla y me tratan así, pero... es que... ya mejor dejo el resentimiento. Resentimiento aléjate, si no me ayudaste allá, entonces solo vete.

            Pero qué pena con ustedes, aunque pena nada, ni que me pagaran  por esto. Aquí entre nos, ustedes y yo nos la pasamos irrespetando el horario laboral. ¿No se supone que a estas horas estén trabajando? Pero ni modo, continuo y ¡ajá! ¿Qué ha pasado? Esperen que me perdí.

            Ok no ha pasado nada, Haydee se rehúsa a ver su celular y sigue en el mismo estado. Ya me duermo y hasta bostezo, mis nietos están pasando sin medida y de pronto ella reacciona, toma su espejo para arreglar su maquillaje y vaya, ya es la hora de salida. A esta niña sí que le pagaran el último del mes por no hacer nada, bueno nada más que pasar vergüenza minuto a minuto. 

            Como enfermas tomamos nuestra cartera, caminamos con desgano hacia el ascensor, ya Margaret se ha ido. Presionamos el botón y esperamos. Haydee está toda encorvada, pálida y con cara de sueño, así estamos en inactividad hasta que se abre el ascensor y... ¡Hello Boss!

            —¡McKengsly! —Haydee hasta se atraganta con su saliva y ahora no deja de toser.

            Él se recuesta en la puerta del ascensor, logrando que las puertas no se cierren y la ve, no sé si con diversión o altanería, me es difícil descifrarlo.

            —Es mi empresa ¿Por qué te extraña verme? —exhala un leve bostezo.

            —Te ves cansado —señala. No sé si sea por salir del paso, o porque le salió decirlo. Como sea se apresura a decir —. Ya me iba —señala el ascensor como diciéndole "Déjame pasar".

            —Adios Haydee —quita la mano de la puerta abriéndole paso. Y yo estoy viendo todo con atención, es que McKengsly es delicioso, está ojeroso y algo pálido, pero se ve tan vulnerable ¡Me lo como! —. Pensaba despedirte por lo de esta mañana —ya Haydee abre la boca para decir algo —, pero luego del derechazo que le diste a Andrew no puedo hacer más que felicitarte —sonríe y ¡aw! Estoy volando.

En Horario Laboral. Maldita Competencia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora