Capítulo 19.- Engaño

305 32 27
                                    


"Ella es, pero no es. Ella nunca será verdad y siempre sacará ventaja. Pertenece a los grandes villanos de la vida, y es que Engaño, carece de cualquier valor o buen resultado. Úsalo una vez y quedará plasmado en ti, como un feo tatuaje en medio de tu cara. Lo peor del caso, es que no hay ser sobre la faz de la tierra que no lo haya usado".

 

            —McKengsly hay ciertas cosas que debo hablar contigo —está buscando las palabras, me imagino que nada bueno ha de ser. ¡Vaya! Se me había olvidado cuan tecnológico se está volviendo La India ¡malditos millonarios! Si vamos al otro lado de la ciudad, nada se verá tan majestuoso.

            —No me interesa —responde seco, la ve de reojo y continúa manejando. McKengsly de verdad es odioso. 

            —Me importa un pepino si te interesa o no, debo hablar contigo y punto.

            —Creo que ya estás hablando ¿para qué necesitas permiso? Eres idiota, Haydee.

            —Ok. No toleraré esto. Hay que poner ciertos límites, porque en esa cena no pienso ser tu pelele —ya está arrugando la cara. Haydee por favor eso saca arrugas y admitámoslo no eres una adolescente.

            —Estoy pagando por eso —resalta con fastidio.

            —No hemos discutido el precio. Dime cuanto será mi pago y veremos qué puedo aceptar o no.

            —Como toda una  zorra. Tu amiga Christina debe tener más dignidad que tú. Si quieras sabes qué es eso.

            —McKengsly no empecemos. No comiences a denigrarme o me iré. Y antes hablaré con el príncipe y le diré que en vez de semental, eres un mulo al que las yeguas le quedan grandes.

            —No me amenaces, que por donde sea, saldrás perdiendo tú. Si no me haces quedar bien, no tendrás lugar dónde vivir, querida Haydee.

            —Christina ni me cae tan bien. Anda quítale el departamento, que a ella no le sobrará hombre que quiera acogerla en su casa y mantenerla. Y en cuanto a mí, siempre puedo irme a vivir con Eric, ya que bien sé que su complejo departamental pertenece a los Hilton y no a ti.

            —¡Con Eric! al que le acabaste de partir la cabeza.

            —Así ha sido nuestra relación todo el tiempo.

            —Debería darte vergüenza admitir eso—Haydee se queda con cara de póker y es que es verdad—. Como sea, te pagaré lo que considere justo, dependiendo de tu desenvolvimiento, querida.

            —No pienso besarte. Y no pienso aceptar eso. Digo, no iré al matadero sin ningún tipo de garantía.

            —Ok, hablemos de números. Si consigo a Fuskiaj tendrás 10% de comisión.

            —Y sí lo que no le convence eres tú. Puede que yo haga muy bien mi parte, pero admitámoslo yo solo tengo que... la verdad no sé ni que tenga que hacer. Pero necesito algo ¡Una garantía!

            —Diez Mil dólares y de verdad te estoy haciendo un gran regalo.

            —¡Diez mil! Solo diez mil... yo...

            —Tú, eres exactamente igual a cualquier prostituta latina, así que ¡cállate Haydee! No quieras que baje el precio.

            —Ojala hoy te atores con una aceituna o algo parecido. En más, ojala y algún día te enamores de una prostituta latina, que te rechace, entonces pagarás tu karma.

En Horario Laboral. Maldita Competencia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora