Como Tú (Tom Hiddleston Fanfiction)

4. Recuerda

Tome mi móvil rápidamente y marque a Anna, quien no tardo en responder

-Zo, como estas?!

-Bien Anna, dime una cosa… por casualidad, sabes que hice anoche?

-anoche?... pues bailamos, y tomamos…

-algo más? No viste si me fui con alguien?-

Anna dudaba, podía escucharlo, hasta que dijo

-pues… lo último que recuerdo es que te habías ido a comprar unos cigarros, luego de eso yo me fui, hoy tenía que levantarme temprano a hacer unas cosas para la universidad, así que mucho no puedo decirte

-dime a qué hora fue eso?

-como a las dos de la madrugada… paso algo Zoe?

-no no… solo, es que…nada, que estés bien Anna, besos- corte la llamada

-Anna no sabe?- curioso mi amigo

-dijo que me fui como a las dos de la madrugada

-pues ahora sí que estas jodida, no te acuerdas lo que hiciste en un lapso de cinco horas- Matt reía como hiena mientras tomaba su café

Maldita sea, tenía razón, estoy jodida, como no puedo recordar esas cinco horas? Y si había tenido sexo sin protección? O si había hecho algo más?

-debo ir a la farmacia!- exclamé yendo a mi habitación y tomando de mi  billetera

-qué harás? A la farmacia?

-claro, me aseguraré de que si hice alguna estupidez y sin protección, no quedarme embarazada

-buena idea…- fue lo último que escuche de él al cerrar la puerta

Caminaba dando saltos en vez de pasos, pensaba en todas las posibilidades, ¿que podría haber hecho anoche?, ¿que podría haber hecho en un lapso de cinco horas?.

Compré lo que necesitaba y volví al departamento, mi mente aun daba vueltas, era como si un gran pozo negro estuviera metido dentro de mi cerebro, absorbiendo todos los recuerdos, cuando me cruce con el portero, un señor muy amable, de unos cincuenta años, desde que me mude él estaba trabajando en el edificio, respondía al nombre de Edd, mientras lo saludé, se me ocurrió preguntar

-Edd… espera, quería preguntarte algo- estaba dubitativa

-Si Zoe, dime- dejo de barrer

-Esta mañana, llegue acompañada?

-pues exactamente no la vi, pero escuche la puerta abrirse, luego vi un auto negro irse

-auto negro?

-si

-y no vio quien lo conducía?

-lo siento señorita, luego solo la vi tomar el ascensor

-muchas gracias de todas formas Edd, que tengas un buen día-

**

-un auto negro?... – Matt exclamo, pero yo no podía seguir pensando el hambre me mataba, claro, si eran las cuatro y cuarto de la tarde.

Por suerte mi amigo sabia cocinar, yo no tenía buena mano para el arte culinario, así que él puso manos a la obra, era muy divertido verlo, cocinaba como si estuviera en un programa de televisión, todo lo relataba, eso hizo que mi mente se despejara. Lo cual me llevaba a pensar, miré esos programas de cocina que daban en la TV, donde decían “es muy fácil de hacer, todos los ingredientes los tenés en casa” y luego la receta te pedía un lomo de cebra, luego de darme cuenta, caí en la cuenta de que esos programas eran solamente para joderte la vida, para mujeres que se la pasaban todo el día en el sofá anotando recetas inútiles mientras el marido iba a trabajar, como mi madre por ejemplo.

La comida fue algo pobre de ingredientes, pues en mi departamento lo único que tenía era café, algo de leche y snacks en abundancia, pero siempre compraba aunque sea algún que otro ingrediente para cenar, entonces Matt los usaba. De todas maneras aquella comida llenó y estaba sabrosa. Mi amigo siempre decía “como cocines, así saldrán tus hijos, si cocinas bien, saldrán lindos…” luego yo reía a sus dichos.  

Por un momento dejé de pensar en que había pasado aquella madrugada, de todas formas ya había tomado la píldora y me preocupe más por mi cama, Matt me ayudo a cambiar la ropa de cama y ponerla en el lavarropas, de paso aproveché para lavar alguna que otra prenda sucia y a ordenar mi apartamento, que no era grande, solo tenía una habitación al fondo, justo en frente un baño en el ala derecha, un living apenas entrabas y una cocina del lado izquierdo, de todas formas era cómodo para mí.  

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