Capitulo 3

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Elton, Luisiana

Habían interrogado a todas las personas que también habían visto a sus familiares muertos caminando fuera de su casa. Ningunos de tenia motivo de venganza, no tuvieron muertes por homicidios, habían sido buenas personas, ninguna razón por la cual volverían a atormentar. Los tres volvieron al hotel y se reunieron en la habitación de Elena. Dean al entrar se sacó el saco del uniforme y se tiró en la cama. Bajo la almohada sintió algo duro, sonrió de lado, pensando que era un arma igual que como hacia él, y tanteando agarro una petaca. Mirando de reojo asegurándose de que ni Elena ni su hermano lo miraban, la abrió y olio el contenido: Whiskey.

- Agh, muero de hambre y de sed, voy al bar que vi a una cuadra de acá. – dijo Elena cuando salió del baño. Tanto Dean como Sam la miraron de arriba abajo. Pantalón de jean rasgado, una remera a la cintura negra y sus botas de tacón. Se puso su campera de cuero y los miró con una ceja levantada. - ¿Perdieron algo? – Se burló. No esperó a que contesten y salió de la habitación.

Después de una hora Dean no aguanto la ansiedad que lo recorría y agarro la chaqueta que usaba siempre

- ¿Dónde vas? – Sam le pregunto al notarlo tan nervioso – Tenemos trabajo. – Dean lo ignoro. - ¿Vas a seguir a Elena? – habló cortado levantando una ceja. – sí, la vas a seguir. – afirmó cuando se dirigía a la puerta. – Dean, apenas te vea entrar te va a matar – se burló.

- Tengo hambre y sed – repitió las palabras de ella – además le prometimos a Bobby cuidarla.

- Claro... - se burló – por Bobby.

Cuando llegó al bar la busco con la mirada. Estaba hablando con un hombre haciendo que Dean frunza el ceño. ¿Y ese? Camino hasta la mesa donde estaba y notó como había varias botellas de cerveza, él miro su reloj había pasado al menos media hora de que ella salió de la habitación, ¿ya se tomó todas esas de ahí arriba?

- Eh, ¿interrumpo algo? – se sentó frente a ella y sonrió cuando lo miro mal. - ¿Quién es tu amigo? – apunto al chico. – Hola, soy Dean – le dio la mano al muchacho que miraba confundido la situación. – No veo ningún plato, ¿no venías a comer? – llamo a la mesera con la mano y esta se acercó coqueta acomodando su corpiño. – Dos hamburguesas, por favor – la ignoro manteniendo su mirada en Elena.

- ¡Carajo Dean! – golpeó su mano izquierda sobre la mesa haciendo que el chico parado a su lado salte de la sorpresa - ¿A qué demonios viniste?

- Solo vine a comer y tomar algo con mi amiga – sonrió inocente.

- Bien, ya vuelvo – Dean la miro confundido. Ella se levantó y agarró el brazo del chico guiándolo, este sonrió complacido. Dean los siguió con la mirada y suspiro frustrado cuando la vio meterse en el baño. A la media hora ella volvió sonriendo y se sentó a comer la hamburguesa. Dean no se había movido de ahí.

- ¿La pasaste bien? – preguntó serio.

- Tuve mejores – Dean levantó una ceja – se preocupó más en llegar él que en complacerme a mí – mordió la hamburguesa y sonrió, estaba riquísima. – Pero no se puede esperar mucho de los hombres.

- ¿Disculpa?

- Es que ustedes son todos iguales – se limpió con una servilleta y lo miro a los ojos – sólo les preocupa acabar y no piensan en que nosotras también necesitamos placer.

- Nena, creo que no tuviste buenos hombres en la cama – ella levantó los hombros y con una seña pidió dos cervezas mas ¿Cuántas iba? – yo te podría hacer acabar más de una vez – ambos mantuvieron la mirada y ella sonrió.

- Lo dudo – Dean sin darse cuenta acercó más su cuerpo a ella a través de la mesa.

- ¿Queres que... – la mesera los interrumpió apoyando las cervezas sobre la mesa. Esta apoyó un papel al lado de Dean y le guiño el ojo, lo levantó y era un número.

La belleza del lado oscuro | SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora