Capitulo 7

228 16 6
                                    

- ¿Por qué siempre sos tan protector Dean? – grito pasándose la mano por el pelo. El mayor de los Winchester parecía que leía su mente o algo de eso, porque había notado que ella se había bañado otra vez para salir a un bar más tarde.

- Le prometí a Bobby cuidarte, así que estas bajo mis órdenes, ¿qué parte no entiendes? – dijo tranquilo apoyado en el marco de la puerta y los brazos cruzados. – además, ¿Qué pasaría si uno de los hombres con los que te acostas es un Carbeans?

- ¿bajo tus...? – bufo. – quiero estar sola. – murmuro mirándose al espejo.

Dos semanas pasaron del caso de los demonios en Texas y lo único que hacían era discutir todo el día todos los días, siempre terminaba calmándose hablando con Sam, pero este había salido del bunker para ir a comprar.

Se sacó la toalla y en el espejo observó el tatuaje en su costilla, era un paisaje de un lugar donde iba con sus padres cuando era chica. Recordaba cada detalle. Su cabello ya se encontraba seco porque estaba usando el secador cuando Dean había venido a interrumpirle.

"Mierda" escuchó la voz de Dean en el pasillo lo que la hizo cerrar los ojos. Su imaginación viajo imaginando como se sentirían sus manos ásperas por su cuerpo, se acarició la cintura asimismo y abrió los ojos para ver notando sus mejillas rojas y sus labios semiabiertos. Miró al pasillo, sonrió traviesa y camino hasta ella mientras se colocaba una remera grande encima de su conjunto negro.

Abrió la puerta de Dean y lo vio sacándose los zapatos, levantó la vista cuando escuchó su puerta abrirse.

- ¿Por qué siempre buscas una manera de hacerme enojar? – él sonrió irónico y levantó los hombros. Ella se apoyó sobre el marco de la puerta. – yo creo que te gusta verme enojada.

- Puede ser. – murmuro bajando la vista a sus piernas descubiertas. – ¿esa remera es mía? – sonrió.

- Te la robe en el último caso. – miro sus labios. – si queres te la devuelvo. – susurró mirándolo a los ojos y puso sus manos en el borde de la remera.

Dean sonrió notando lo que ella buscaba. Se levantó de la cama sin contestarle y se paró frente a ella. Hizo memoria de si la había visto tomando más de lo normal mientras la miraba a los ojos buscando respuestas y como si ella lo supiera, le susurro:

- Estoy suficientemente sobria para decirte que no me voy arrepentir. - se acercó más quedando a centímetros de su boca, él apoyó su mano derecha en su cintura. – quiero esto Dean. – fue suficiente para que apoye la otra mano en su cintura y la termino de apoyar contra él, la miro un segundo a los ojos antes de por fin besarla, ambos gimieron ante eso.

Le agarro de las piernas haciendo que las ponga alrededor de él. Cerró la puerta y la apoyó contra esta, sonrieron entre besos. Bajo sus besos por su cuello mientras acariciaba su pierna derecha.

Soltó sus piernas alejándose un poco para poder quitarse la remera, ella aprovecho a hacer lo mismo, le miro los labios, estaban entreabiertos, hinchados, rojizos y se preguntó si se podía corren con sólo mirarlos, eran tan grueso, la mandíbula marcaba bajo ellos, Dean era hermoso. Noto como el la recorría con la mirada. Le agarro el pelo detrás de la nuca y volvió a besarlo, Dean largo un gruñido. Mierda, como le había gustado eso.

Bajo sus besos al cuello, luego al pecho besando el tatuaje anti-posesiones, beso sus abdominales y mordió cuando estaba por llegar al principio del Jean.

Levantó la vista encontrándose al hombre más sexy que había visto mirándola con lujuria. Bajo el jean y cuando estaba por acariciarlo Dean hizo que se levanté empujándola contra la pared poniéndola de espaldas a él.

La belleza del lado oscuro | SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora