Capitulo 19

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Dean despertó sintiéndose algo confundido y con un ligero dolor de cabeza, miro a su alrededor y volvió a cerrar los ojos, pero tuvo que abrirlos y sentarse de golpe en la cama en la que se encontraba al notar que no estaba en su habitación en el bunker.

Se levanto y busco un arma bajo la almohada, pero no había nada. Miro alrededor por un momento hasta que reconoció la habitación, sintió un nudo en la garganta formarse de inmediato. Abrió la puerta despacio, casi con miedo de que podía encontrar.

- ¿Dean? ¿Ya estas despierto? – escucho una dulce voz en el piso de abajo y su única reacción fue bajar las escaleras corriendo. En la cocina, de espaldas a él se encontraba una mujer rubia con un vestido color celeste pastel.

- ¿Mamá? – pregunto con la voz quebrada sintiéndose paralizado.

- Hola Dean. – se dio vuelta ella con una sonrisa tierna que cambió a una mueca preocupada al verlo tan perturbado. - ¿Qué sucede?

- ¿De verdad sos vos? – Mary lo miro extrañaba y apoyo su mano derecha en su frente para ver si no tenía fiebre. Dean al sentir su toque sitio sus ojos picar y la abrazó. – no puedo creerlo. – susurro mas para sí que otra cosa.

Luego de eso y de varias preguntas, sobre como era la vida ahí, Dean se encontraba sentado frente a ella desayunando, Sammy se encontraba en la universidad, y se prometió que lo llamaría mas tarde. John Winchester, su padre había fallecido por causas naturales, no eran cazadores allí, no entendía bien que sucedía, pero no quería pensarlo mucho. Mary había contestado todo con lentitud, sin quitar la sonrisa divertida en su rostro, pensando que quizá su hijo se había pasado de copas y hoy se encontraba con una resaca muy fuerte. Quizá solo era un sueño, pero no importaba, iba a disfrutar cada segundo allí.

Despues de comer estaba fuera en el patio de delante de la casa cortando el césped, cuando un portazo de la puerta de la casa en la vereda de enfrente lo desconcentró. Un muchacho rubio salía de la casa completamente enojado. Dean entrecerró los ojos y pudo reconocerlo, enseguida sintió los labios secar y con la boca aun entre abierta miro fijo la casa sin entender, se supone que esa casa debería estar en Tulsa, Oklahoma, escuchando el auto arrancar con rapidez. Aun embobado, sin creer que no había pensado en ella en toda la mañana, toco la puerta y de repente se sintió nervioso, ¿Qué le diría? ¿se conocias en este extraño sueño? ¿ella era cazadora junto a Joan?

Una Elena pálida y un poco ojerosa apareció tras la puerta, estaba vestida con pantalón de jogging negro y una remera algo manchada gris y zapatillas Converse viejas. Dean la observo y no fue hasta que ella hablo que no noto que se había quedado callado.

- ¿Si? – pregunto ella.

- Perdón, yo... Len... - tartamudeo y ella dio un paso atrás al escuchar su apodo.

- ¿Nos conocemos? - dijo desconfiada.

- Si, digo no. Es que, vivo enfrente y vi a tu novio salir enojado, solo quería saber si todo estaba bien. – si sintió orgulloso de saber que responder ante eso, se sentía nervioso, ella de veía distinta, pero no dejaba de estar hermosa.

- Es mi prometido – aclaro ella aun mirándolo con los ojos entrecerrados. – oh – dijo y sus mejillas se volvieron rojizas – sos el hijo mayor de Mary, el que vive con ella. – sonrió.

- ¿Conoces a mamá? – pregunto emocionado. Desde que había comenzado una relación con ella se preguntaba cómo se llevarían si la conociera, habían hablado de eso varias noches y por horas, eran conversaciones que siempre terminaban con Elena diciendo "me hubiera encantado conocerla"

- Claro que sí, a veces cuida a Christian. – asintió feliz. – lamento que no pudimos pagarle la última vez, si venias a eso yo... - él la interrumpió.

La belleza del lado oscuro | SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora