Capitulo 4

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Al otro día al levantarse Dean esperaba, como todas las mañanas, ver a Sam y Elena desayunando juntos, pero al llegar a la cocina se encontró a su hermano menor sólo. Antes de siquiera poder preguntar dónde estaba, Sam le alcanzó una nota.

"Hola idiotas, tengo unos asuntos que resolver. No me busquen, volveré pronto. Tampoco le avisen a Bobby, no quiero que se preocupe. Si hay problemas los llamo. No me extrañen"

- ¿Asuntos? – dejó la nota sobre la mesa – ¿asuntos de qué?

- No lo sé Dean – Sam tomó de su café y lo miro – pero dijo que si tiene algún problema nos avisa. Quizá sea algo familiar. – levantó los hombros. Dean lo miro desconcertado, pensó que en una situación así él sería el más preocupado.

- ¿Tiene familia? – frunció el ceño. – Sam dudo por unos segundos y termino por apretar los labios al no saber la respuesta. - no sabemos una maldita cosa sobre ella, creí que ellos habían muerto.

- Si bueno...- Dean lo interrumpió.

- Sam, no sabemos absolutamente nada de ella, si le preguntan cambia de tema, nunca habló de su familia y tampoco la vimos hablando por teléfono con nadie que no sea por trabajo.

- No, pero...- volvió a interrumpirlo.

- ¿Y ahora de repente se va por un asunto y crees que es por su familia?

- Dean, Elena tiene otros problemas, ¿Por qué te cuesta tanto entender eso?

Telluride, Colorado

Llegaron después de unas cuantas horas de viaje. Habían encontrado un caso donde las personas que iban a acampar desaparecían. Apenas leyeron en el periódico decidieron venir, esperando que se trate de otro caso de Carbeans.

Pararon en el primer motel que vieron y pidieron una habitación para los dos. El caso más reciente era de un grupo de amigos de 18 años. Habían terminado la escuela y decidieron irse al bosque a acampar.

- Tenemos a 9 personas desaparecidas. – Sam observaba la computadora. – todas habían ido acampar y no volvieron. – miro a Dean, pero este no le prestaba atención. - ¿estas llamando a Elena de nuevo?

- Si, sólo quiero saber dónde está, pasó una maldita semana y no sabemos nada de ella- Sam lo miro culpable. - ¿qué?

- Ella está bien. – Dean lo miro confundido. – estuvimos hablando ayer.

Sam estaba sentado en la mesa en el medio del bunker cuando su celular comenzó a sonar, al observar la pantalla se veía el nombre de Elena. Rápidamente contestó, un "Hola grandote" lo hizo sonreír. Ella estaba en Tulsa, el pueblo donde había crecido, resolviendo unos problemas de su pasado. Prometió contarle apenas se vean. No le había mencionado a Dean por pedido de Elena "solo para ver si su cabeza estalla por el enojo". Elena pensaba realmente cumplir esa promesa. Sam Winchester se había vuelto casi su mejor amigo y confiaba en él.

Salieron de la comisaría, habían ido a buscar los informes policiales. En todo el camino Dean no le había hablado a Sam. Se sentía enojado, había estado preocupado por ella toda la semana y no se preocupó en decirle que habían estado hablado.

Pudieron interrogar a casi todos los familiares de los últimos chicos que habían desaparecido. Tres chicos y dos chicas, de 17 y 18 años, terminaron la secundaria y quisieron ir a pasar una noche en el bosque.

Armaron el bolso verde que siempre llevaban y cerraron el Impala para después adentrarse al bosque. Volvieron a la habitación del motel completamente sucios y frustrados, no era más que un caso de Wendigos. Hace muchos años que no veían a uno.

La belleza del lado oscuro | SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora