Nuestro Secreto {Secretos #1}

El beso

Es un ácido nucleico que contiene las instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos​ y algunos virus; también es responsable de la transmisión hereditaria.

Me estrujo los sesos tratando de memorizar ese concepto. Sin embargo, llevo todo el almuerzo en lo mismo y no logro concentrarme. Quiero argüirle mis desatención a los nervios que tengo por el taller calificativo con la señorita Jones, pero me engañaría porque la verdad es que estoy distraída por las mentiras de Tyler y el sinsabor metálico que sigue acentuado en mi boca. Bostezando, vuelvo a mirar cada parte de la ficha explicativa sobre los cromosomas, no entiendo como cada cosa de estas puede tener un nombre diferente cuando se ven exactamente igual. Las risas de Adela me distraen por unos segundos, ella ha estado hablando durante todo el almuerzo con Alex y Ed. Frunciendo el ceño intento omitirlos, en verdad necesito concentrarme si quiero aprobar.

—Eso es el telómero. —murmura Tyler en mi oído. Sintiendo todos los músculos de mi cuerpo tensarse, trato de ignorarlo. He estado tan preocupada por no pensar en él que había olvidado que está en la misma mesa que yo— ¿Me estas oyendo? ¿Alexa? —me pregunta agitando la mano frente a mi persona para saber si es intencional o no.

Gruñendo, me alejo lo más que pueda de él. No quiero verlo, oírlo, ni siquiera deseo respirar el mismo aire que él, pero por el bien de todos, no puedo armar un drama pues de lo contrario habría roto el The Twins Code. Alex estallaría y conociendo lo sobreprotector que es estoy segura de que le echaría toda la culpa a Tyler hasta pulverizarlo. Y a pesar de todo, de este dolor, no quiero que le pase algo, Tyler no solo es preciado para mí sino también para mi hermano, jamás me perdonaría arruinar su relación.

—Déjala Tyler, no te va a atender. —responde Adela, riendo. Le doy una mirada por las pestañas agradeciéndole— ¿Qué le hiciste como para que no seas digno? —le pregunta haciendo que todos se vuelvan a vernos.

Tyler con el ceño levemente fruncido se vuelve a verme, por milisegundos ambos nos observamos fijamente. El recuerdo de él y Nadia besándose en la entrada del Cristóbal Colón emergen dejando la herida al descubierto, así que rodando los ojos vuelvo a mis cosas. Tyler balbucea que no tiene idea de lo que sucede a lo que Alex le responde que debe ser el estrés que biología me genera la causante de mi actitud huraña dejando el tema para todos los presentes disperso en el aire. Mordisqueo mi lápiz, intentando volver a grabar toda la información en mi mente, esto es difícil y mis amados compañeros no ayudan hacerlo más sencillo.

—Es el telómero —repite Tyler, lo vuelvo a ignorar. Luego de unos segundos él se exaspera y golpetea tenuemente la mesa de la cafetería, sonrió ligeramente. Ay, Tyler, siempre tan impaciente—, hazme caso si quieres aprobar el examen. —masculla en un tono demandante y sombrío.

—¿Por qué? —me vuelvo a verlo a los ojos, destilando mi rabia enclaustrada— No eres de confiar. —respondo con sarcasmo, a veces me es imposible contenerme. Pero, es que con Tyler todo siempre se sale de control, él tiene la facultad de sacar lo peor de mí.

Los labios de Tyler se entreabren dejando desplegar su sorpresa ante tal declaración, más se cierran inmediatamente. Por unos efímeros segundos pensé en terminar de descargar todo lo que llevo por dentro, pero hice un esfuerzo sobrehumano para contenerme al ver a Alex pendiente de nosotros como un carroñero. Chasqueando la lengua, me vuelvo hacia mi cuaderno, no tiene sentido desgastarme en reclamos cuando es cierto, al final de todo la culpa es mía por creer que podía existir un nosotros cuando por naturaleza Tyler Mitchell es un mujeriego y eso nada ni nadie lo va a cambiar. Es su mundo, su esencia, nadie puede luchar contra corriente. Continuo estudiando hasta que la campana suena y todos nos tenemos que dirigir a nuestras respectivas clases. Adela se despide y se va con Alex a su clase de robótica, mientras que Ed se queda hablando con Tyler pidiéndole que le preste los apuntes de química para su clase. Escabulléndome de ellos, me encamino hacia las escaleras que dan al cuarto piso.